Varias mujeres de colectivos feministas participan de unas manifestaciones por el Día de Acción Global por un aborto legal y seguro en Acapulco (México).
Foto: EFE - David Guzmán
El mensaje de texto que Cynthia Menchaca recibió este verano era del tipo que veía cada vez más y más: una mujer que vivía en Texas decía que había dejado una relación violenta solo para descubrir que estaba embarazada y que quería desesperadamente un aborto. La mujer se había enterado de que Menchaca podía enviarle pastillas abortivas desde México, donde el procedimiento ha sido despenalizado en varios estados.
Por Zolan Kanno-Youngs y Edyra Espriella | The New York Times
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