Investigación revela prácticas de agresión sexual en el fútbol femenino de EE. UU.
El documento reveló que los líderes de la liga femenina y la Federación de Fútbol de Estados Unidos, el organismo rector del deporte en el país norteamericano, así como los propietarios, ejecutivos y entrenadores en todos los niveles, no actuaron ante años de informes voluminosos y persistentes de abuso.
Una investigación independiente sobre las denuncias de mala conducta en el fútbol femenino de Estados Unidos encontró abuso “sistémico” y mala conducta sexual. La investigación realizada por la exfiscal general de Estados Unidos, Sally Yates, y el bufete de abogados King & Spalding descubrió abuso verbal y emocional y conducta sexual inapropiada, incluido un patrón de “comentarios con carga sexual, insinuaciones sexuales no deseadas y contacto sexual coercitivo”.
El documento reveló que los líderes de la liga femenina y la Federación de Fútbol de Estados Unidos, el organismo rector del deporte en el país norteamericano, así como los propietarios, ejecutivos y entrenadores en todos los niveles, no actuaron ante años de informes voluminosos y persistentes de abuso por parte de los entrenadores. “Nuestra investigación ha revelado una liga en la que el abuso y la mala conducta (abuso verbal y emocional y mala conducta sexual) se habían vuelto sistémicos, abarcando múltiples equipos, entrenadores y víctimas”, escribió Yates en el resumen ejecutivo del informe. “El abuso en la NWSL tiene sus raíces en una cultura más profunda en el fútbol femenino, comenzando en las ligas juveniles, que normaliza el entrenamiento verbalmente abusivo y desdibuja los límites entre entrenadores y jugadoras”, agregó la funcionaria.
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Estas conclusiones de la investigación llegaron un año después de que los informes de The Athletic y The Washington Post detallaran las acusaciones de abuso sexual y verbal contra los entrenadores de la NWSL. Luego vinieron las protestas públicas y las renuncias de los ejecutivos de la NWSL, además del conocimiento de que la mitad de los entrenadores de la liga de 10 equipos estaban vinculados a denuncias de abuso.
Cindy Parlow Cone, presidenta de US Soccer y exmiembro de la selección nacional, calificó los hallazgos de “desgarradores y profundamente preocupantes” en un comunicado. Ella dijo que US Soccer estaba “totalmente comprometido a hacer todo lo que esté a su alcance para garantizar que todos los jugadores, en todos los niveles, tengan un lugar seguro y respetuoso para aprender, crecer y competir”, y dijo que la federación implementaría de inmediato una serie de recomendaciones del informe.
¿Cuáles son las recomendaciones?
La elaboración de una lista pública de personas suspendidas o prohibidas por US Soccer, la investigación significativa de los entrenadores al momento de otorgarles la licencia y la solicitud de investigaciones sobre las acusaciones de abuso, establecer políticas y reglas claras sobre el comportamiento y la conducta aceptables, y contratar oficiales de seguridad de los jugadores, son algunos requisitos, entre otros más, plasmados en la investigación.
Además, si bien el informe detalla las quejas sobre varios entrenadores, este se centra en Paul Riley, Rory Dames y Christy Holly. El informe encontró que Riley “aprovechó su posición” como entrenador para obligar a al menos tres jugadoras a tener relaciones sexuales mientras trabajaba anteriormente en una liga de fútbol femenina diferente. Por su parte, Dames, un entrenador de fútbol juvenil desde hace mucho tiempo, fomentó un “ambiente de equipo sexualizado” que incluía hablar con jugadoras jóvenes sobre su vida sexual, según el informe. Ese entorno “cruzó la línea de las relaciones sexuales” en múltiples casos, que según el informe “pueden haber comenzado después de la edad de consentimiento”.
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Una investigación independiente sobre las denuncias de mala conducta en el fútbol femenino de Estados Unidos encontró abuso “sistémico” y mala conducta sexual. La investigación realizada por la exfiscal general de Estados Unidos, Sally Yates, y el bufete de abogados King & Spalding descubrió abuso verbal y emocional y conducta sexual inapropiada, incluido un patrón de “comentarios con carga sexual, insinuaciones sexuales no deseadas y contacto sexual coercitivo”.
El documento reveló que los líderes de la liga femenina y la Federación de Fútbol de Estados Unidos, el organismo rector del deporte en el país norteamericano, así como los propietarios, ejecutivos y entrenadores en todos los niveles, no actuaron ante años de informes voluminosos y persistentes de abuso por parte de los entrenadores. “Nuestra investigación ha revelado una liga en la que el abuso y la mala conducta (abuso verbal y emocional y mala conducta sexual) se habían vuelto sistémicos, abarcando múltiples equipos, entrenadores y víctimas”, escribió Yates en el resumen ejecutivo del informe. “El abuso en la NWSL tiene sus raíces en una cultura más profunda en el fútbol femenino, comenzando en las ligas juveniles, que normaliza el entrenamiento verbalmente abusivo y desdibuja los límites entre entrenadores y jugadoras”, agregó la funcionaria.
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Estas conclusiones de la investigación llegaron un año después de que los informes de The Athletic y The Washington Post detallaran las acusaciones de abuso sexual y verbal contra los entrenadores de la NWSL. Luego vinieron las protestas públicas y las renuncias de los ejecutivos de la NWSL, además del conocimiento de que la mitad de los entrenadores de la liga de 10 equipos estaban vinculados a denuncias de abuso.
Cindy Parlow Cone, presidenta de US Soccer y exmiembro de la selección nacional, calificó los hallazgos de “desgarradores y profundamente preocupantes” en un comunicado. Ella dijo que US Soccer estaba “totalmente comprometido a hacer todo lo que esté a su alcance para garantizar que todos los jugadores, en todos los niveles, tengan un lugar seguro y respetuoso para aprender, crecer y competir”, y dijo que la federación implementaría de inmediato una serie de recomendaciones del informe.
¿Cuáles son las recomendaciones?
La elaboración de una lista pública de personas suspendidas o prohibidas por US Soccer, la investigación significativa de los entrenadores al momento de otorgarles la licencia y la solicitud de investigaciones sobre las acusaciones de abuso, establecer políticas y reglas claras sobre el comportamiento y la conducta aceptables, y contratar oficiales de seguridad de los jugadores, son algunos requisitos, entre otros más, plasmados en la investigación.
Además, si bien el informe detalla las quejas sobre varios entrenadores, este se centra en Paul Riley, Rory Dames y Christy Holly. El informe encontró que Riley “aprovechó su posición” como entrenador para obligar a al menos tres jugadoras a tener relaciones sexuales mientras trabajaba anteriormente en una liga de fútbol femenina diferente. Por su parte, Dames, un entrenador de fútbol juvenil desde hace mucho tiempo, fomentó un “ambiente de equipo sexualizado” que incluía hablar con jugadoras jóvenes sobre su vida sexual, según el informe. Ese entorno “cruzó la línea de las relaciones sexuales” en múltiples casos, que según el informe “pueden haber comenzado después de la edad de consentimiento”.
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