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“Los cubanos llegaron para enseñarnos cómo vivir sin luz, sin agua y sin internet”, comentan con sorna los venezolanos que desde principio de año enfrentan un plan de racionamiento de luz y de agua de hasta cuatro horas diarias y que se enteraron, gracias a un mensaje del presidente Hugo Chávez, que el ministro de Tecnología cubano, Ramiro Valdés, sería el encargado de dirigir una comisión técnica que enfrente la grave crisis eléctrica.
“Los cubanos han tenido problemas eléctricos muy graves, por eso este héroe de la Revolución, el comandante Ramiro Valdés, nos va a dar una mano”, dijo Chávez.
Según el periódico El Universal, de Caracas, a Ramiro Valdés, quien llegó el jueves a esa ciudad, se le atribuye parte de la dirección del G2 en Cuba, un sistema de espionaje político. El ministro cubano es conocido como “el gran censor” de la isla, pues es el encargado de “administrar” el control político-ideológico de las nuevas tecnologías.
Pedro Corzo, presidente del Instituto de Memoria Histórica de Cuba, señaló que: “Este señor no sabe nada de electricidad, porque lo suyo es reprimir”. Por su parte, Antonio Pasquali, analista venezolano, advirtió del temor que Chávez siente por las redes sociales como Twitter y Facebook, a través de las cuales se convocaron las marchas de la semana pasada “Chávez estás ponchao”.
Desde la firma del Convenio de Cooperación entre ambos países, en octubre de 2000, ha aumentado el número de cubanos en Venezuela. En abril de 2003 llegaron al municipio Libertador los primeros médicos cubanos de la misión Barrio Adentro, que según cifras oficiales reúne a más de 30.000.
A éstos se suman, según la página de internet de la embajada venezolana en La Habana, 6.525 cubanos que desde 2006 participan en la formación de tecnólogos en salud en Venezuela. Esto sin contar los 4.544 técnicos deportivos de la nación antillana que están en todos los barrios capitalinos.
Según el Polo Constitucional, una agrupación de ex aliados, en el país hay más de 60.000 cubanos. Otras cifras señalan que el número llega a 80.000.
El gobierno ha reconocido además que varios militares venezolanos han recibido entrenamiento en Cuba y según versiones no oficiales el vicepresidente y ministro de Defensa, Ramón Carrizález, habría renunciado hace unos días motivado por la pretensión de Chávez de nombrar generales cubanos en las Fuerzas Armadas venezolanas.
Según dijo al periódico La Nación Ómar Noria, profesor de las universidades Simón Bolívar y Central, la incomodidad en los cuarteles es creciente, pues los jefes militares venezolanos están cada vez más molestos con el gobierno de Chávez por el control que agentes cubanos del Departamento de Seguridad (G2) ejercen sobre los registros notariales, el sistema de documentos públicos y los registros civiles.
La situación es tan grave, que en el Paseo Las Mercedes, una zona tradicional de Caracas, ya se leen grafitis que dicen: “Bienvenidos a Cuba”.