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Las críticas del Gobierno de Colombia al informe “Puntos críticos de hambruna, alertas tempranas sobre inseguridad alimentaria”, de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), continúan sin pausa.
Pese a que la agencia reconoció un error en la presentación de los datos, pues señala que las gráficas presentan a Colombia en el mismo nivel que países como Yemen sin tener las mismas condiciones que esa nación, el presidente Iván Duque continuó reprochando el informe publicado. En el centro de la inconformidad del Gobierno parecen estar dos puntos claros: Venezuela y el flujo migratorio.
El lunes, a través de una nota diplomática, la vicepresidenta y canciller colombiana, Marta Lucía Ramírez, se quejó sobre la no inclusión de Venezuela en el mapa de inseguridad alimentaria y pidió una rectificación de la FAO.
“Es francamente curioso que nuestro país aparezca relacionado en ese informe sobre problemas agudos de inseguridad alimentaria, en claro contraste con el silencio respecto de otros países de la región de los cuales se conoce suficientemente su precariedad institucional”, dijo Ramírez.
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La Organización señaló de manera muy clara que tanto Venezuela como Corea del Norte no fueron incluidos como puntos críticos de inseguridad alimentaria debido a la falta de datos actualizados en estos países.
Ahora, el presidente Duque ha manifestado su inconformidad con el informe porque este señala la falta de garantías alimentarias para 1,8 millones de migrantes venezolanos que huyeron de su país por las condiciones precarias y ahora viven en Colombia.
El documento de la FAO sugiere que esta población, la de personas migrantes venezolanas, es una de las que más riesgo tiene de caer en inseguridad alimentaria.
“A todas luces es un error factual, es un error metodológico. Primero porque dicen que lo que está generando el hambre es el flujo migratorio. ¡No! Esas personas venían era huyendo del hambre y justamente han llegado nuestro país para salir de esa situación de hambre en la que se encontraba”, dijo el mandatario sobre el informe.
Si bien no se puede desconocer que las condiciones actuales de Venezuela llevaron a millones de personas a escapar del país, como lo señala Duque, tampoco se puede ignorar la situación actual de la población migrante en Colombia:
- Aproximadamente el 64 % de la población migrante venezolana en Colombia tenía inseguridad alimentaria para julio de 2021, incluido el 14 % que vivía en situación de inseguridad severa.
- Si bien la situación ha mejorado, pues en 2020 se registraba un 73 % de la población migrante con inseguridad alimentaria, la situación continúa siendo preocupante no solo en Colombia, sino en toda la región donde se presentan panoramas similares.
- En Ecuador, la población migrante tiene una tasa de inseguridad alimentaria del 66 %, mientras que en Perú esta cifra se ubica en el 57 %.
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La población migrante continúa enfrentando condiciones críticas de inseguridad alimentaria, pese a haber salido de Venezuela. Ahora en Colombia, ante este panorama, la FAO buscaba alertar a la comunidad local e internacional sobre las urgencias en este foco poblacional específicamente.
“Apoyar a los migrantes venezolanos y las comunidades de acogida en las zonas rurales limítrofes, rehabilitando los sistemas de agua, estableciendo áreas para la producción rápida de alimentos y apoyando la producción rápida de forraje (bancos de forraje, bancos de proteína y cercas vivas)”, sugiere la FAO.
Alan Jorge Bojanic, representante de la FAO en Colombia, dijo que el informe tenía como objetivo “llamar la atención sobre la inseguridad alimentaria aguda de algunas poblaciones en el territorio.
“El mapa que se presentó no ayudó en mucho con ese objetivo y también hace parecer que Colombia está en igual situación que otros países que obviamente están en una situación de inseguridad crónica, previendo lo que se podría venir los próximos tres meses hasta mayo para dar atención a estos grupos”, señaló Bojanic.
Con las aclaraciones sobre el mapa hechas, manifestando que la población de migrantes huyó de unas condiciones terribles, pero continúa enfrentando una gran adversidad, es necesario que el Gobierno y la FAO trabajen de la mano para continuar formulando políticas que respondan a las necesidades de este foco poblacional en particular, uno de los más urgentes, según el informe que causó tanto revuelo.
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