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Javier Milei continúa dando de qué hablar. El candidato presidencial de La Libertad Avanza blandió una motosierra en un modesto mitín político en una calle de La Plata. Con este acto de teatralidad, el ultraderechista buscaba representar el gran recorte que haría en el Gobierno si es que llega a ser elegido presidente de Argentina.
“Estamos aquí para decirle al pueblo de Olavarría que es hora de terminar con la casta política. Estamos cansados de los políticos que nos roban, que nos mienten y que nos llevan al abismo”, dijo Milei en el evento.
No es la primera vez que el candidato, que ya avisó que dejaría solo ocho ministerios funcionando en caso de ser electo, usa una motosierra para demostrar su punto. El pasado 12 de septiembre, Milei agitó una motosierra en otro mitín en La Plata en el que también participó Carolina Píparo, candidata al Gobierno de esta provincia. En el evento, también levantó un dólar gigante, en alusión a su plan de dolarizar la economía nacional.
La motosierra, en varios países de América del Sur, ha sido relacionada con el paramilitarismo, el neoliberalismo y a la derecha radical. El novelista uruguayo Jorge Majfud puso el ejemplo de Paraguay, donde los militares leales al dictador Alfredo Stroessner “picaron vivo con una motosierra” a Miguel Ángel Soler, secretario del Partido Comunista.
En su libro, La frontera salvaje: 200 años de fanatismo anglosajón en América Latina, Majfud también cita ejemplos en Chile, Bolivia, Brasil, Argentina y, por supuesto, Colombia, en donde los paramilitares se movilizaban con motosierra en mano para descuartizar a la población. Un ejemplo de esto fue lo que ocurrió en la masacre de El Salado, en febrero del 2000.
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La teatralidad política en Argentina
Pero tampoco es la primera vez que se observan actos de este tipo en las campañas políticas en Argentina. Tras la demostración de Milei, muchos han recuperado la campaña de Herminio Iglesias en 1983, cuando el entonces candidato a gobernador de La Plata prendió fuego a un ataúd que levaba las siglas del partido Unión Cívica Radical (UCR) y el nombre de Raúl Alfonsín en su acto de cierre.
Dicho episodio, dicen los historiadores, dilapidó las intenciones electorales tanto de Iglesias como del peronismo. Al final, la demostración fue considerada muy agresiva. Alfonsín, con un discurso más moderado, ganó la presidencia más tarde. Por el antecedente del ataúd, hay quienes sugieren que esta teatralidad podría costarle a Milei como le ocurrió a Iglesias en su momento.
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El candidato ultraderechista también ha sido objeto de críticas por sus “insultos” al papa Francisco, lo que llevó a que el jefe de la Iglesia católica argentina, el obispo Oscar Ojea, le exigiera respeto.
“Uno de los candidatos se ha expresado con insultos irreproducibles y con falsedades (...) el Papa es para nosotros un profeta de la dignidad humana en un tiempo de violencia y exclusión”, dijo Ojea, en una entrevista difundida por la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), que preside el prelado.
De cara a la campaña para las presidenciales del 22 de octubre, Ojea consideró “imposible construir un país sin diálogo y con insultos, gritos y descalificaciones” y dijo que “el clima de violencia en las expresiones de los candidatos no ayuda a la paz social”.
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