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¿Canadá está dejando ‘en visto’ a sus solicitantes de visas?

Un masivo estancamiento en las respuestas a solicitudes de visas estudiantiles para Canadá ha perjudicado los proyectos de vida de cientos de personas en todo el mundo. Aunque las autoridades migratorias canadienses afirman que son consecuencias de la pandemia, hay quienes opinan que es un caso de discriminación.

José David Escobar Franco
29 de agosto de 2022 - 02:00 a. m.
Canadá posee varios programas que incentivan la migración de mano de obra calificada.
Canadá posee varios programas que incentivan la migración de mano de obra calificada.
Foto: El Espectador - El Espectador
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En mayo de 2021, Nicolás* estaba orgulloso de sí mismo. Este médico bogotano había sido admitido en la maestría de salud pública de la prestigiosa Universidad McGill, en Montreal, Canadá. Comenzaría sus estudios a partir del período de otoño de ese año y, por instrucción de la universidad, debía estar en agosto en la ciudad.

Así, Nicolás se hizo con los documentos requeridos y aplicó a la visa temporal estudiantil canadiense mediante la embajada de ese país en Bogotá. En ese momento se le dijo que el plazo de respuesta era de 13 semanas máximo. Era un tiempo suficiente. Cuando la fecha se acercaba, Nicolás renunció a su trabajo en Bogotá y pagó el primer mes de renta de una residencia para estudiantes en Montreal, la cual costaba unos 1000 dólares canadienses, equivalentes a un poco más de tres millones de pesos colombianos.

Sin embargo, no tenía razón sobre su solicitud de visa. No le contestaban en la embajada canadiense y, cuando visitó la sede, los vigilantes de la entrada le dijeron que por el momento no había atención presencial. Cuando Nicolás ingresó a la página de la autoridad de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá (IRCC) destinada a verificar el estado de la solicitud de visa, encontró que su solicitud no había sido aún revisada ni sometida a consideración. Nicolás Insistió vía correo electrónico y, aunque le advirtió a la autoridad migratoria que si no le respondían a tiempo no podría entrar a la universidad, no tuvo éxito.

No tuvo más opción que aplazar un año su semestre y buscar trabajo de nuevo. No pudo recuperar la cuantiosa inversión que hizo para pagar el primer mes de residencia. El 5 de noviembre su orgullo se convirtió en indignación cuando consultó con la autoridad de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá (IRCC) y le informaron que la revisión de solicitudes recibidas entre el 8 y el 14 de agosto de 2021 se estaba finalizando y que el tiempo de procesamiento esperado era de 15 semanas. Nicolás llevaba 20 semanas de espera y la revisión de su solicitud no había comenzado. “Sentí que me dejaron en visto”, dice él.

Peor fue lo que sintió al insistir en que, por favor, revisaran su solicitud de visa y de la embajada canadiense en Bogotá le contestaron que habían notado que su ingreso a la Universidad McGill se había pospuesto hasta septiembre de 2022 y por eso “no procesamos solicitudes más de seis meses antes de la fecha de inicio del programa”.

En marzo de 2022, Nicolás hizo el proceso nuevamente y esta vez le aprobaron la visa, aunque fue casi sobre el tiempo. En dicho proceso se encontró con grupos en redes sociales de personas en Colombia y en otros países unidas por experiencias similares: las demoras excesivas en los tiempos de procesamiento de solicitudes de visa de las embajadas canadienses han comprometido los proyectos de vidas de miles de personas.

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El Espectador pudo hablar con cinco personas en Colombia que coinciden en haber vivido experiencias similares: “Demasiado estrés”, “incertidumbre”, “asumí un riesgo demasiado alto”, “uno ha puesto en juego los ahorros de toda su vida, por eso es difícil pensar en positivo”, dicen estas personas, quienes dudan si valió la pena arriesgar tanto. Su salud mental se vio seriamente afectada, pues sus sueños estaban en juego. Consideran que el sistema migratorio canadiense es “carente de empatía” y que no hay canales efectivos de comunicación.

A Sadia*, por ejemplo, madre soltera, le aprobaron dentro de los tiempos establecidos su visa de estudiante para hacer su doctorado por 5 años en Calgary, pero no así la de su hijo menor de edad. Afirma que no tuvo claridad en cuál debía ser la documentación para presentar y que, incluso, se sintió “discriminada por ser mamá”.

No es solo Colombia

Tampoco son solo las visas estudiantiles. Lo mismo ocurre con las solicitudes de refugio provenientes de Asia Central y Medio Oriente. A nivel mundial está congestionado el sistema de solicitudes de visa canadiense.

Inclusive, en agosto de 2022, 150 estudiantes iraníes organizaron una colecta virtual de firmas para solicitar al primer ministro canadiense Justin Trudeau que hiciera algo al respecto, pues han experimentado esa situación por años.

La IRCC le dijo a El Espectador vía correo electrónico que es consciente de la congestión en el sistema y que se trata de una de las consecuencias a largo plazo de la pandemia de covid-19. De acuerdo con esta entidad, “las restricciones a los viajes internacionales, cierres de fronteras, reducción de la capacidad de procesamiento e incapacidad de los solicitantes para obtener y presentar la documentación, dificultaron la capacidad para finalizar las solicitudes de visas temporales”. Así, durante los primeros 18 meses de la pandemia, se aumentó el volumen de solicitudes y, a su vez, aumentaron los tiempos de tramitación. La IRCC fue enfática en que los tiempos máximos de 13 semanas son en realidad estimaciones. Sin embargo, eso no es claro para muchos solicitantes.

Congestión masiva

La CBC, medio de radiotelevisión pública canadiense, investigó al respecto. El medio de comunicación obtuvo datos de la IRCC y clasificó por país más de 2,4 millones de solicitudes pendientes de respuesta hasta el 29 de junio de 2022.

Se encontró que casi un millón procedían de la India y que, sin incluir a Francia, Ucrania y Estados Unidos, los 25 países con más solicitudes pendientes se encuentran en el ‘sur global’. Uno de esos países es Colombia, que para la fecha de corte presentaba 33.738 solicitudes.

El Espectador obtuvo de la IRCC datos segregados específicamente sobre solicitudes de visas estudiantiles y encontró que es de esos países, en su mayoría parte del ‘sur global’, de donde proviene gran parte de las solicitudes de visa estudiantil.

La embajada de Canadá en Colombia procesa también las solicitudes de visa provenientes de Ecuador. Así, mientras que en 2019 se recibieron 5.304 solicitudes de visa estudiantil de ambos países y en 2020 fueron en total 4.081 solicitudes; en 2021 la embajada recibió 12.161 solicitudes, lo que significa que en cuestión de un año se triplicó el volumen de solicitudes recibidas en la embajada canadiense en Bogotá.

Además, para junio de 2022 se habían recibido 7.293 solicitudes en total, más del total que se recibió en 2019 antes de la pandemia. A nivel mundial se presentó un crecimiento parecido. Entre enero y mayo de 2022, la IRCC procesó en total 221.522 solicitudes de permisos de estudio. Comparado con las 128.021 de 2019, representa un aumento del 73%.

La IRCC afirma que con la Actualización Económica y Fiscal de 2021 se destinarán más recursos financieros para atender la congestión de solicitudes y ampliar el personal. Las personas afectadas aún no perciben los efectos de esa medida.

¿Discriminación?

La sensación en algunos países es que la entidad prioriza los tiempos de respuesta a las solicitudes según el país de origen. Cuando El Espectador le preguntó, la IRCC negó esa hipótesis y afirmó que “las solicitudes de permisos de estudio de todo el mundo se evalúan por igual y con los mismos criterios (…) en función de los mismos criterios establecidos en la Ley de Inmigración y Protección de los Refugiados de Canadá”.

Un informe de la Cámara de los Comunes canadiense sobre ‘trato diferenciado en las tasas de contratación y aceptación de estudiantes extranjeros en Quebec y en el resto de Canadá’ recomendó que la IRCC “recopile datos basados en la raza y que las oficinas con altas tasas de rechazo sean auditadas automáticamente por un tercero”.

Dicho informe encontró que en la IRCC sí existe un problema de racismo, fruto del clima organizacional, y por eso “las decisiones de los oficiales de visas pueden verse afectadas por prejuicios raciales”, reza el informe.

Ahora bien, el abogado colombocanadiense Andrew Carvajal, director de la firma especializada en derecho migratorio Desloges Law Group (DLG), no cree que la explicación del problema sea discriminación, como sí lo es la acumulación de solicitudes, que desbordó las capacidades de la IRCC.

De hecho, Carvajal considera que la migración hacia Canadá es un afán del país y que ese país ha sido siempre un país de inmigrantes. De acuerdo con el portal especializado en datos Statista, anualmente ingresan 300 mil nuevos migrantes a Canadá. En un país de 38 millones de habitantes esto significa que el país cada año acoge una cantidad de migrantes que representan casi el 1 % de su población. Canadá, además, posee programas que incentivan la migración de mano de obra calificada y 2021 fue el año en que más inmigrantes recibió, según la IRCC.

Aun así, la firma DLG ha acogido casos de personas que buscan visas estudiantiles y experimentan estas mismas demoras. El personal de la firma garantiza que todos los documentos de la solicitud estarán en orden, pues una de las principales causales de rechazo de solicitudes es que estos no estén completos o debidamente presentados. Sin embargo, muchas personas que aspiran a migrar a Canadá no pueden pagar ese tipo de servicios y la falta de asesoría, así como de comunicación con la autoridad migratoria, les ha perjudicado.

Las recomendaciones de DLG para quienes apliquen a visas estudiantiles, no tengan razón de su visa y su programa esté por comenzar, son solicitar un aplazamiento del ingreso a las instituciones educativas o bien presentar en la página web de la IRCC un case specific enquiry —algo equiparable a un derecho de petición—. Esta última opción debería enviarse una sola vez cuando hay un exceso en los tiempos de procesamiento. Además, en casos donde hay demoras de casi un año, que son, en su mayoría, los de solicitudes hechas en pandemia, la recomendación de DLG es considerar una solicitud nueva. En todo caso, quienes busquen una visa canadiense deberán prepararse para lo que muchos han tenido que resignarse: esperar.

*Nombres cambiados a petición de las fuentes.

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José David Escobar Franco

Por José David Escobar Franco

Periodista de investigación y asuntos internacionales. Internacionalista con énfasis en América Latina y el Caribe.@JoseD_Escobarjdescobar@elespectador.com

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