Zelenski habla en el Congreso de EE. UU.: ¿por qué era tan necesaria su visita?
Luego de 81 años, otro líder extranjero se dirige al Congreso estadounidense en tiempos de guerra para ganarse su apoyo.
La última vez que un líder extranjero habló personalmente en una reunión conjunta del Congreso de Estados Unidos fue en 2015, cuando el papa Francisco se dirigió a los legisladores y legisladoras estadounidenses en el Capitolio en Washington D. C. para pedirles que superaran la polarización.
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La última vez que un líder extranjero habló personalmente en una reunión conjunta del Congreso de Estados Unidos fue en 2015, cuando el papa Francisco se dirigió a los legisladores y legisladoras estadounidenses en el Capitolio en Washington D. C. para pedirles que superaran la polarización.
“(No se dejen llevar por) la tentación del reduccionismo simplista que ve solo el bien o el mal”, dijo el sumo pontífice.
El papa Francisco también abogó por recibir con los brazos abiertos a los inmigrantes y refugiados, pidió la abolición de la pena de muerte y la necesidad de distribuir mejor la riqueza y luchar contra el cambio climático. Han pasado siete años. Nada ha cambiado desde entonces.
Este tipo de escenas, en las que una figura del exterior se dirige a ambas cámaras del Legislativo estadounidense, son bastante raras. Desde 1941, cuando Winston Churchill habló ante el Congreso estadounidense el día después de Navidad, apenas se han registrado poco más de 13 eventos de este tipo, pero el miércoles se ampliará esta corta lista cuando el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, se dirija los congresistas para agradecerles, en primer lugar, por la ayuda prestada a su país.
La visita del mandatario sorprendió a todo el mundo, pues no había ni la más mínima sospecha de que Zelenski saliera de su país. Este es el primer viaje que hace el ucraniano desde que su homólogo ruso, Vladimir Putin, decidió invadir su país en febrero de este año. Dada la rapidez con la que se organizó el encuentro, la pregunta que surge es: ¿a qué se debe esta extraordinaria reunión de tanta envergadura? La respuesta es los recursos que están en juego.
La operación de Zelenski es arriesgada, razón por la que pudo haberse ocultado cualquier información sobre esta hasta el último minuto. La visita del presidente ucraniano a Washington corre el riesgo de desatar la ira de Putin a pocos días de Navidad. Pero, por otro lado, era más que necesaria.
La guerra en el este de Europa ha revitalizado la alianza occidental, con cientos de miles de millones fluyendo a territorio ucraniano para sostener la resistencia de Kiev. Sin embargo, en Estados Unidos, el país que con una marcada diferencia se ha posicionado como el primer donante de Ucrania, hay una facción que quiere ir cerrando el grifo de ayuda a Ucrania que podría convertirse en otra piedra en el zapato para Kiev.
La representante Marjorie Taylor Greene (republicana-Georgia) y el representante Chip Roy (republicano-Texas) son algunos de los congresistas que conforman la facción que cuestiona la necesidad de más ayuda para Ucrania. En general, son congresistas que han sido respaldados en sus campañas por el expresidente Donald Trump. Y aunque en el Partido Republicano como tal la regla continúa siendo un apoyo constante a Ucrania, como demuestra el respaldo del representante Michael McCaul, del Comité de Asuntos Exteriores, o el líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell, la oposición que presenta esta facción podría ser clave en la próxima legislatura.
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En 2015, el Freedom Caucus, un grupo de 36 representantes a la Cámara por el Partido Republicano, amenazó repetidamente los esfuerzos del expresidente Barack Obama en el Congreso, obligándolo a llegar a acuerdos presupuestarios para esquivar el cierre del gobierno a final de año. Este caucus, como se les dice a los grupos de congresistas que comparten los mismos objetivos legislativos, demostró el enorme poder que tiene una simple minoría para bloquear la agenda legislativa de un gobierno.
En mayo, 57 republicanos de la Cámara, es decir, una cuarta parte del Partido Republicano y un grupo más grande que el del Freedom Caucus, votó en contra del paquete de US$40 mil millones en ayuda para Ucrania. Esta fue una advertencia: si el número crece, la ayuda puede peligrar. El representante republicano, Kevin McCarthy, quien busca ser el nuevo presidente de la Cámara, ya dijo que sus copartidarios reducirán drásticamente los recursos girados a Ucrania, una vez tomen el control en mayo.
“El cisma entre los republicanos del establishment del partido y los populistas al estilo Trump plantea interrogantes sobre si el presidente Joe Biden puede confiar en que los legisladores continúen financiando la afluencia de equipos militares estadounidenses a Ucrania”, señaló el sitio web Defense News en septiembre, antes de las elecciones de medio término.
Luego de que los republicanos ganaran el control de la Cámara en noviembre, la preocupación del gobierno aumentó, pues se sabe que tendrá que hacer mayores concesiones para que el grifo siga fluyendo. Así que la visita sorpresa de Zelenski buscaba dar un golpe de opinión para recordarles a los estadounidenses —en especial a los congresistas que lucen impacientes con el esfuerzo bélico ucraniano— que la guerra continúa y que sus recursos son muy importantes para la resistencia de Kiev.
No es coincidencia que Zelenski arribara al país antes de que el Congreso vote un nuevo paquete de US$2 mil millones en ayuda para Ucrania, el cual incluye el sofisticado sistema de defensa aérea Patriot, el cual, a diferencia de otros sistemas de defensa, necesita de un entrenamiento de meses para poder ser usado. Esta aparición y el discurso en el Capitolio buscará subrayar el compromiso que hay etre ambos países.
“No se trata de enviar un mensaje a un partido político. Se trata de enviar un mensaje a Putin y enviar un mensaje al mundo de que Estados Unidos estará allí para Ucrania durante el tiempo que sea necesario”, dijo un alto funcionario de la Casa Blanca.
Para Tom Nichols, redactor de The Atlantic, “es poco probable que los republicanos que actúan para su base cambien de opinión ahora. Pero Zelenski está a punto de hablarle a todo Estados Unidos, y su presencia en Washington ayudará a recordarle a la gente que esto no es un enredo esotérico de política exterior, sino una brutal y sangrienta contienda humana entre democracia y autoritarismo”.
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