Zelenski lo llamó criminal; ahora, Ucrania lo necesita para armas y municiones
A Serhiy Pashinsky lo señalaron de corrupto en Ucrania. Ahora, Volodímir Zelenski lo necesita.
Justin Scheck y Thomas Gibbons-Neff | The New York Times
En las primeras semanas de la guerra en Ucrania, con el Ejército ruso invasor acercándose a Kiev, el gobierno ucraniano necesitaba armas... y rápido. Así que su Ministerio de Defensa hizo una llamada telefónica desesperada e inesperada.
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En las primeras semanas de la guerra en Ucrania, con el Ejército ruso invasor acercándose a Kiev, el gobierno ucraniano necesitaba armas... y rápido. Así que su Ministerio de Defensa hizo una llamada telefónica desesperada e inesperada.
Del otro lado de la línea estaba Serhiy Pashinsky, un exlegislador que había supervisado el gasto militar durante años. Pasó gran parte de ellos bajo investigación por las sospechas de corrupción o negando acusaciones de autocontratación. En ese momento, vivía en un exilio político virtual, hecho a un lado por el presidente Volodímir Zelenski y su promesa de erradicar la corrupción.
No obstante, Pashinsky tenía nexos con el negocio de las armas y conocía cómo operar de manera ágil, sin dejarse intimidar por la burocracia. En el gobierno, eso lo había convertido en fuente de escándalo. Durante tiempos de guerra, lo hacía invaluable.
Pashinsky respondió al llamado.
Dieciocho meses después, una investigación de The New York Times descubrió que una compañía vinculada a Pashinsky se ha convertido en el proveedor privado más grande en Ucrania. Compra y vende granadas, proyectiles de artillería y misiles a través de una red de intermediarios transeuropea. La compañía, Ukrainian Armored Technology, reportó su mejor año en la historia de la empresa el año pasado, con ventas por más de 350 millones de dólares, en comparación con tan solo 2,8 millones de dólares el año antes de la guerra.
Además, Pashinsky de nuevo está bajo investigación, ya que las autoridades ucranianas indagan los precios y las relaciones financieras de Ukrainian Armored Technology con funcionarios encargados de adquisiciones y empresas en el extranjero.
Pashinsky y la red de armas que él construyó subrayan un aspecto poco debatido de la estrategia de guerra de Ucrania. Para apurar la llegada de armas al frente de batalla, los líderes han resucitado figuras del pasado turbulento de Ucrania y acabaron, al menos de manera temporal, con años de políticas anticorrupción. Funcionarios del gobierno dejaron de poner en listas negras a proveedores que han estafado al Ejército y abandonaron muchas reglas de transparencia pública que tenían la intención de revelar la autocontratación.
El gobierno de Zelenski hizo todo esto mientras prometía continuar su combate a la corrupción. Eso ha llevado a contradicciones incómodas, como el gobierno pidiendo la ayuda de alguien que había etiquetado como un criminal, ya que le compró armas con gratitud y, simultáneamente, lo investigó.
En el plazo inmediato, la apuesta está rindiendo frutos. Ucrania contuvo a las tropas rusas lo suficiente para que la ayuda internacional llegara. Además, Ukrainian Armored Technology tiene decenas de millones de dólares en contratos vigentes para apoyar el esfuerzo bélico. El riesgo a largo plazo es que estos cambios temporales se arraiguen y que Pashinsky y otros que han sido marginados terminen la guerra con más dinero e influencia que nunca antes.
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Una investigación del Times por toda Europa muestra cómo las políticas de Ucrania, surgidas de la desesperación, causaron el alza de precios y agregaron capa tras capa de generación de ganancias. Por ejemplo, la red de Pashinsky compra armas y, después, las vende; luego, las compra de nuevo y las vende una vez más, según contratos clasificados y documentos del gobierno obtenidos por el Times, sumados a entrevistas con más de una docena de funcionarios de gobierno actuales y pasados, así como personajes de la industria de las armas. Con cada transacción, los precios aumentan (y también lo hacen las ganancias de los socios de Pashinsky) hasta que el comprador final, el Ejército ucraniano, que paga el precio más alto. Usar vendedores múltiples de esta manera puede ser legal, pero es un modo demostrado para inflar el margen de ganancia.
Pashinsky, quien es el jefe del grupo comercial de la industria de armas ucraniana, niega tener cualquier interés financiero en el sector armamentista y atribuyó sus años de escándalos a las campañas de desinformación rusas. Pashinsky señaló: “Nunca he sido y nunca seré una encarnación o símbolo de un sistema corrupto”. Aceptó que existe una investigación criminal en curso, pero indicó que estaba motivada por una noción equivocada entre funcionarios de gobierno de que los vendedores de armas están obteniendo márgenes de ganancia injustamente elevados. Se llamó a sí mismo “un ciudadano responsable de mi país que nunca lo ha traicionado y nunca lo traicionará”.
¿Pelear o robar?
En 2015, a una funcionaria militar de adquisiciones llamada Nelly Stelmakh se le invitó a una reunión con Pashinsky. Él era un personaje destacado en la política. Sirvió brevemente como jefe de la presidencia (un cargo parecido al jefe de personal de la Casa Blanca) y, en ese momento, era el presidente del Comité de Seguridad y Defensa del Parlamento. Le dieron un papel principal en la supervisión de compra de armas en un momento en el que Ucrania gastaba grandes cantidades para construir un baluarte militar contra Rusia.
Stelmakh recuerda que, cuando llegó a la oficina de Pashinsky, él le comentó que comprara combustible de su vendedor elegido en lugar del proveedor con la oferta más baja. Ella estaba sorprendida. En una entrevista reciente, Stelmakh afirmó: “Pensé que teníamos que pelear con nuestros enemigos, no robar. Cuando respondí que trabajaría conforme la ley, comencé a tener problemas”. Asegura que Pashinsky hizo que investigadores del gobierno la interrogaran.
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Aunque las adquisiciones de combustible se convirtieron en una controversia momentánea; al final, no ocurrió nada.
Eso sucedía con frecuencia con Pashinsky. A lo largo de los años, se desestimaron las investigaciones criminales sobre sus transacciones. El hijo de Pashinsky obtuvo un empleo con un comprador de armas propiedad del Estado y Ukrainian Armored Technology ganó contratos gubernamentales para morteros y vehículos blindados, a pesar de tener pocos empleados y no contar con capacidad de fabricación.
Cuando el grupo Transparencia Internacional estudió el sistema de compra de armas de Ucrania para un informe de 2015, investigadores vieron los intereses en conflicto de Pashinsky (personaje de gran importancia de la industria de las armas y presidente del comité que supervisa los tratos con armamento) como un obstáculo para la erradicación de la corrupción.
Los votantes sacaron a Pashinsky del Parlamento en 2019, el mismo año en que Zelenski asumió el cargo con la promesa de un combate severo a la corrupción.
Casi de inmediato, el aire de invencibilidad de Pashinsky se había esfumado.
La oficina de anticorrupción del país comenzó a investigarlo por acusaciones de “abuso de una posición de gobierno”, según muestran los registros de la corte proporcionados por la compañía de datos ucraniana YouControl show. Pashinsky publicó en Facebook que detectives allanaron su domicilio a las siete de la mañana del 24 de febrero de 2020. El Ejército dejó de conceder contratos importantes a Ukrainian Armored Technology e investigadores anticorrupción allanaron su oficina, donde confiscaron documentos y un disco duro. Además, poco después de que el nuevo presidente asumió el poder, las autoridades arrestaron a Pashinsky por un incidente de agresividad al volante de hace tres años.
Al parecer, la era Pashinsky había concluido.
Renacimiento
Con las tropas rusas concentradas en la frontera ucraniana en enero de 2022, Pashinsky vio una oportunidad. La guerra parecía inminente y Ucrania tenía escasez de armamento.
Al parecer, las reformas políticas de Zelenski había hecho que la adquisición de armas fuese más transparente, pero también menos efectiva. El sistema antiguo se había ido, pero nadie podía crear uno nuevo.
Funcionarios del gobierno aseveraron que Pashinsky comenzó a decirles a contactos militares que, si se lo solicitaban, podría proveer armas.
Fue en ese momento que el teléfono timbró y lo invitaron a un reunión con funcionarios de Defensa.
Los grandes envíos de la OTAN todavía no empezaban y el país necesitaba municiones con urgencia. El proveedor más importante, Bulgaria, se negó a vender de modo directo a Ucrania por el temor de hacer enojar a Rusia.
Eso hizo que Pashinsky fuera particularmente valioso. Ukrainian Armored Technology tenía conexiones en Bulgaria.
Registros muestran que las armas viajaron desde fabricantes búlgaros a un distribuidor, Kaloyan Stanislavov; después, a un intermediario polaco, Andrzej Kowalczyk; luego, a Ukrainian Armored Technology, y, finalmente, al Ejército de Ucrania. Documentos de envío de un trato detallan que una aerolínea ucraniana transportó 120.000 kilogramos de misiles, granadas y proyectiles de Bulgaria y Polonia para entregarlos en Ucrania.
Stanislavov reconoció que, con cada paso, los precios incrementaron. Por ejemplo, el intermediario polaco recibe una comisión. Stanislavov relató: “Tiene un excedente de ganancias. Por supuesto. Porque es una empresa”. Kowalczyk dijo que su compañía solo obtiene una pequeña ganancia en tales acuerdos.
Durante gran parte del año pasado, Ukrainian Armored Technology entregó de manera más confiable que las empresas estatales, según muestra una auditoría del Ministerio de Defensa.
A principios de la guerra, el gobierno ucraniano pudo haber mantenido sus reglas anticorrupción sin modificaciones y dejar la adquisición al gobierno. En cambio, funcionarios decidieron enlistar a tantos distribuidores de armas como fuera posible y eliminó algunas reglas de transparencia.
Volodímir Havrylov, el viceministro de Defensa, declaró que miles de distribuidores respondieron al llamado. Sin embargo, pocos tenían las conexiones de Pashinsky. Solo entre el 10 y 15 por ciento podía encontrar las municiones que prometieron. Havrylov señaló que solo alrededor de la mitad de ellos cumplieron.
Los distribuidores más exitosos estaban inmersos en los viejos métodos de hacer negocios. Havrylov precisó que Pashinsky proporcionó suministros cruciales antes que los aliados de Ucrania.
Además, insiste en que las personas que cumplieron en ese periodo terrible no deben ser cuestionadas en retrospectiva.
Havrylov concluyó: “No toquemos a las personas por lo que hicieron en febrero o marzo de 2022. Incluso si parece sospechoso”.
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