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En un momento de transición política en Estados Unidos y de crecientes tensiones geopolíticas, el presidente chino, Xi Jinping, y su homólogo estadounidense, Joe Biden, sostuvieron lo que podría ser su última reunión bilateral antes de que Biden abandone la Casa Blanca en enero.
El encuentro tuvo lugar en el marco de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Lima, Perú, y giró en torno a temas clave como la competencia tecnológica, la seguridad nuclear y las relaciones bilaterales.
Uno de los puntos más destacados de la reunión fue el acuerdo mutuo para evitar delegar el control de las armas nucleares a sistemas de inteligencia artificial (IA). Según un comunicado de la Casa Blanca, ambas potencias nucleares reafirmaron que la decisión sobre el uso de estas armas debe permanecer exclusivamente en manos humanas.
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Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, calificó este entendimiento como un avance importante en la intersección de la inteligencia artificial y la doctrina nuclear. Según Sullivan, aunque no hay evidencia de que alguna de las dos potencias esté considerando delegar estas decisiones en IA de forma inminente, ambas reconocen la responsabilidad que implica liderar el desarrollo de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial.
“Un buen punto de partida es la propuesta directa de que debe existir un control humano sobre la decisión de utilizar armas nucleares”, señaló el asesor, subrayando que el acuerdo representa un esfuerzo por gestionar los riesgos en áreas críticas, incluso en un contexto de competencia.
Desacuerdos persistentes
Aunque el acuerdo sobre el control humano de armas nucleares fue visto como un avance, no todo en la reunión fue conciliador. La Casa Blanca reconoció que persisten profundas diferencias en torno a los controles a la exportación que Estados Unidos ha impuesto sobre semiconductores avanzados, una tecnología crucial para la inteligencia artificial y otros usos estratégicos.
Estos controles, diseñados para limitar la capacidad de China de desarrollar ciertas tecnologías de alta gama, han sido un punto álgido en las relaciones entre ambos países.
China considera que estas restricciones son un intento de frenar su desarrollo tecnológico, mientras que Estados Unidos las defiende como una medida de seguridad nacional.
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La reunión se dio en un contexto global de creciente incertidumbre. Xi Jinping aprovechó la ocasión para enviar un mensaje a la administración entrante de Donald Trump, destacando la importancia de la cooperación y la gestión prudente de las tensiones. Biden, quien está a semanas de dejar la Casa Blanca, buscó posicionar su presidencia como un período de gestión responsable de las relaciones con China, a pesar de las inevitables tensiones derivadas de la competencia entre ambas potencias, además, subrayó su esperanza de que la competencia entre Estados Unidos y China no desemboque en conflictos.
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