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El aguante de la mujer japonesa frente a la infidelidad masculina, es el tema central en la serie que acaba de dirigir el premiado cineasta Hirokazu Koreeda. Se titula “Asura”, consta de siete capítulos y se inicia cuando cuatro hermanas adultas descubren que su septuagenario padre traiciona a la madre con una mujer mucho más joven que él. (Lea aquí más columnas de Gonzalo Robledo sobre Japón).
Al confirmar el adulterio, gracias a un detective privado, cada una de las hermanas tiene una reacción distinta que refleja sus variopintas personalidades. A una, le resulta difícil seguir confiando en los hombres. Otra duda en condenar a su progenitor, pues ella misma vive una tórrida relación con el esposo de una clienta en su negocio de arreglos florales. La más estable de las cuatro, casada con un apuesto ejecutivo del que tiene dos hijos, empieza a sospechar que su aparentemente modélico marido tiene líos amorosos con su secretaria.
La menor, joven, hermosa y rebelde, no le da importancia al adulterio y resiente la reacción de sus hermanas ante un acto que considera trivial. Por su parte, la madre traicionada adopta una actitud estoica y revela a su hija casada su postura frente al engaño marital: “Una vez la mujer lo reconoce, pierde”.
La serie, basada en la obra de la novelista y guionista Kuniko Mukoda (1929-1981), me trajo a la memoria un artículo sobre relaciones maritales en Japón escrito por un par de alumnas de un taller de periodismo que me invitaron a dirigir en el Instituto Cervantes de Tokio.
Las estudiantes citaban una estadística de 2020 según la cual el 67.9% de los hombres y 46.3% de las mujeres de la edad de los 20 hasta los 69 años en Japón tienen relaciones sexuales con alguien distinto a su pareja.
Ninguna de las dos religiones mayoritarias de Japón, el sintoísmo y el budismo, dicta normas respecto a la pareja monogámica, decía el texto y añadía que hasta finales del siglo diecinueve las relaciones extramaritales eran socialmente admitidas y legales.
Koreeda, conocido en occidente por retratar un Japón realista de hogares destrozados y madres irresponsables (Nadie sabe, 2004), o de familias pobres que entrenan a sus hijos a robar en los supermercados para sobrevivir (Un asunto de familia, 2018), presenta en “Asura” la vida de una familia de clase media del Japón pudiente de los años 70 del siglo pasado.
Aunque algunos críticos señalan que por su estilo expositivo y distante Koreeda es reacio a imponer un juicio moralizador, la obra puede ser acusada de glorificar la capacidad de las mujeres japonesas para adaptarse a vivir en una sociedad que las relega a la quietud. Espero con interés las críticas cuando se estrene en español.
* Periodista y documentalista colombiano radicado en Japón.