Cuando Sebastián Piñera selló la Alianza del Pacífico con Colombia
Rescatamos el discurso del entonces presidente de Chile, ahora fallecido, pronunciado el 6 de junio de 2012 para celebrar el acuerdo para que los dos países intensificaran sus relaciones políticas y económicas de cara al siglo XXI.
Sebastián Piñera / Especial para El Espectador
IV CUMBRE DE LA ALIANZA DEL PACÍFICO
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IV CUMBRE DE LA ALIANZA DEL PACÍFICO
DISCURSO DE S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, SEBASTIÁN PIÑERA,
EN LA CEREMONIA DE FIRMA DEL ACTA DE CONSTITUCIÓN DE LA ALIANZA
DEL PACÍFICO
Paranal, Región de Antofagasta, 6 de Junio de 2012.
Quiero dar la más cordial y cariñosa bienvenida a los Presidentes de México, Felipe Calderón; de Colombia, Juan Manuel Santos, y de Perú, Ollanta Humala. También deseo dar una cordial bienvenida al viceministro de Relaciones Exteriores de Costa Rica y al vicepresidente de Panamá, y naturalmente a los embajadores de países amigos como es el caso de la embajadora de Australia, de Japón y, por supuesto, al representante de Canadá, que están participando también de esta reunión.
Estamos en Paranal, a dos mil 600 metros de altura y a solo 12 kilómetros del Océano Pacífico, en el Desierto de Atacama, que es el desierto más seco del mundo. Esta zona se ha transformado en la capital mundial de la observación del cielo, de las estrellas y de la astronomía a través de múltiples proyectos astronómicos, como es el caso de los observatorios La Silla, ALMA, Paranal y el que vendrá en Armazones. Paranal en idioma quechua significa “torbellino” y aquí, al menos 355 días al año, los cielos son absolutamente transparentes y cristalinos
como el que ustedes han podido observar esta mañana.
En consecuencia, este es un lugar privilegiado en el mundo entero, para poder mirar qué hay más allá de nuestros límites, de nuestros horizontes, y observar el cielo y las estrellas y poder conocer así mejor la historia no solamente del planeta Tierra, del Sistema Solar, sino que del Universo entero. En Paranal hay cuatro telescopios gigantes, con espejos de 8,2 metros de diámetro cada uno de ellos, y que fueron bautizados con nombres mapuche: Antú, Kueyen, Melipal y Yepún, que significan el Sol, la Luna, la Cruz del Sur y Venus y que, cuando unen sus fuerzas, son capaces de observar con mayor profundidad y con mayor precisión el Universo que en cualquier otro lugar del mundo, permitiéndonos así adentrarnos en su historia.
Y al igual como al unir sus fuerzas esos cuatro telescopios nos permiten mirar más lejos y profundizar en el conocimiento, pienso que la unidad entre los cuatro países fundadores de esta Alianza del Pacífico, México, Colombia, Perú y Chile, nos hará avanzar hacia un proceso de integración profunda como nunca antes habíamos conocido en la historia de nuestro continente.
Pero existe una gran diferencia entre Paranal y la Alianza del Pacífico. Los observatorios y los telescopios astronómicos miran al pasado. En este observatorio se han podido observar estrellas que están a doce mil 300 millones de años luz, lo que es muy impresionante si pensamos que la primera estrella se formó hace doce mil 700 millones de años. Y, por tanto, nos estamos acercando cada vez más al origen del Universo. Esperamos, además, que el nuevo Observatorio de Armazones nos va a permitir llegar aún más profundo y más atrás en ese pasado, y acercarnos al momento del Big-Bang, en que se inició lo que hoy día conocemos como nuestro Universo.
Si bien los observatorios miran al pasado, la Alianza del Pacífico nace con una clara vocación y proyección de futuro, y con un espíritu de apertura, de integración; abierto a todos los países del Arco del Pacífico. Y, por tanto, hoy día en las alturas de Paranal, mirando en forma privilegiada el cielo y las estrellas, estamos teniendo no solamente el privilegio, sino que la gran responsabilidad de poder firmar el acta de constitución de esta Alianza del Pacífico, que es un área de integración profunda, un espacio que busca ir mucho más allá del libre comercio; que busca la libre circulación no solamente de los bienes, sino que también de los servicios, los capitales y las personas, de forma tal de poder unir fuerzas en nuestra integración, pero también proyectarnos juntos hacia el mundo del Asia-Pacífico, que es, sin duda, no solamente el mundo del futuro, sino que ya es el mundo del presente. Y de esta manera podremos lograr juntos, en mejor forma y de manera más rápida, lo que podríamos haber logrado si actuáramos cada uno en forma individual.
Los cuatro países fundadores, México, Colombia, Perú y Chile, y los países observadores, Costa Rica y Panamá, sin duda conformamos una alianza muy significativa. Representamos un conjunto de 215 millones de personas. Nuestro producto interno bruto alcanza a dos billones de dólares, es decir, más de un tercio del PIB latinoamericano. Y nuestro comercio con el mundo representa más del 50 por ciento del comercio total de América Latina.
Por lo tanto, esta es una alianza que tiene un punto de partida sólido. Pero, más importante que el punto de partida, es el punto al cual juntos queremos llegar. Por eso, igual como en este observatorio el esfuerzo mancomunado de los telescopios y de muchos países está logrando situarse a la vanguardia de la investigación científica, esperamos que esta Alianza del Pacífico también represente un esfuerzo mancomunado de la buena voluntad de los países que la conforman y que nos permita estar a la vanguardia de los procesos de integración internacional.
Y es que en poco tiempo hemos logrado avanzar rápido y hemos logrado llegar lejos. Recordemos que con ocasión de la Vigésima Cumbre Iberoamericana, efectuada en Mar del Plata en diciembre del año 2010, los Presidentes de México, Colombia, Perú y Chile decidimos crear esta Alianza del Pacífico. La primera cumbre de los presidentes para ello fue en Lima, en abril del año 2011. La segunda cumbre fue en Mérida, en diciembre del mismo año. La tercera Cumbre constituyó una innovación porque se hizo en el ciberespacio, en forma virtual, y permitió a los cuatro Presidentes, y también a los mandatarios de los países observadores, poder estar mirándonos a los ojos, a pesar de las distancias, lo cual constituye un preámbulo de cómo la aplicación de las tecnologías modernas nos van a permitir llegar más lejos y avanzar más rápido.
Y hoy, en las alturas de Paranal, en el desierto más seco del mundo, con los cielos más transparentes, estamos firmando el acta que da nacimiento oficial a la Alianza del Pacífico. Pero igual como decíamos anteriormente, en este corto período de vida que ha tenido la Alianza del Pacífico, no solamente hemos recorrido un largo camino, también hemos alcanzado logros muy significativos. Hemos logrado avances muy importantes en materia de comercio electrónico. Se encuentra trabajando la red científica sobre el cambio climático. Estamos interactuando y uniendo fuerzas en nuestras agencias de promoción de las exportaciones e, incluso, abriendo oficinas conjuntas en muchos países del mundo.
Estamos avanzando en la eliminación no solo de las tarifas arancelarias en forma total y absoluta, sino que también en el establecimiento de mecanismos de normas de origen, de acumulación de origen y en la certificación electrónica de esas normas. Por otra parte, muy pronto empezaremos a trabajar en las bases de un sistema de solución de controversias al interior de la alianza y en la compatibilización de los sistemas de ventanilla única de nuestras aduanas nacionales.
Y además hemos implementado una plataforma de intercambio estudiantil a nivel escolar y también universitario, que va a permitir una mejor integración en el mundo del conocimiento. Y lo mismo estamos haciendo en el mundo de la cultura. Además, estamos avanzando, y esperamos hacerlo aún más en esta reunión, en la eliminación de las visas, de forma de facilitar el libre movimiento de las personas entre los países que conformamos esta alianza. Como ustedes pueden apreciar, desde la primera Cumbre de Lima en abril del año pasado hasta esta Cumbre de Paranal, no hemos perdido el tiempo; hemos dejado una huella y estamos marcando una carta de navegación hacia las tareas, desafíos y oportunidades del futuro. Y por eso podemos decir con mucha satisfacción que esta alianza ha nacido con el pie derecho y ha logrado en poco tiempo mostrar ya frutos muy fecundos.
Pero nada de esto es suficiente. Lo más importante no es lo que hemos hecho; es lo que juntos vamos a hacer en el futuro. Todos sabemos que la gran misión de nuestra generación, que es la generación del Bicentenario, es lograr dejar atrás los siglos en que nuestro continente ha vivido en el mundo del subdesarrollo y de la pobreza, y permitir que esta generación logre lo que nuestros padres y abuelos siempre anhelaron pero nunca lograron, que es dejar atrás el subdesarrollo, derrotar la pobreza y crear una sociedad de verdaderas oportunidades para todos sus hijos; en que todos los miembros de nuestros países tengan la oportunidad de desarrollar sus talentos y alcanzar una vida más plena y más feliz. Y en el mundo actual, que se caracteriza por recesiones, estancamiento y desaceleración, es muy auspicioso y gratificante ver cómo nuestros países están marcando el rumbo del crecimiento, de la apertura, de la integración y cumpliendo su misión histórica.
Por esa razón yo estoy convencido que esta Alianza del Pacífico va a ser un gran pacto. Un poderoso instrumento para que nuestros países y nuestros pueblos alcancen esas metas de desarrollo, libertad, justicia y prosperidad, que es la gran misión que tienen los líderes y, muy especialmente, los Presidentes. Quisiera agradecer profundamente su presencia en esta Cumbre de Paranal y decirles que tengo la más plena convicción que si bien en algunos casos solos podemos andar más rápido, yo estoy seguro que todos compartimos la certeza de que juntos vamos a llegar más lejos y vamos a avanzar con mayor seguridad.
Por todo eso, quiero desearle una larga y fecunda vida a esta Alianza del Pacífico que hoy día nace oficialmente a la vida y ve por primera vez la luz del Sol; en un territorio privilegiado en que la luz y la transparencia son sus principales características. Bienvenidos a Paranal y esperamos tener una reunión muy fecunda, que logre resultados muy concretos en beneficio de nuestros pueblos. Muchas gracias.