El Congreso de EE. UU. se sume en caos y queda a la deriva con la salida de McCarthy
Enemistado con el ala más radical de la bancada republicana y sin el apoyo de los demócratas, Kevin McCarthy se convirtió en el primer presidente de la Cámara de Representantes en ser destituido de su cargo, dejando la institución en plena incertidumbre.
Por iniciativa de su propio partido, pero del ala completamente conservadora y radical, el expresidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, fue sometido este lunes a votación en el pleno del Senado y destituido de su cargo.
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Por iniciativa de su propio partido, pero del ala completamente conservadora y radical, el expresidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, fue sometido este lunes a votación en el pleno del Senado y destituido de su cargo.
Enemistado completamente con los promotores de su salida, encabezados por el representante por la Florida, Matt Gaetz (con quien McCarthy tiene una especie de riña personal), le cobraron al expresidente haberse sentado a negociar en los últimos meses con el gobierno de Joe Biden y su bancada demócrata en asuntos como el techo de la deuda y el cierre de gobierno, el ‘shutdown’, entre otros asuntos que podrían sumir a Estados Unidos en el caos.
Para McCarthy fueron diez meses difíciles desde su elección en enero de 2023. En palabras de Dorian Kantor, profesor de la Universidad Javeriana, la extrema derecha que hoy le retira el apoyo lo tuvo “secuestrado” sin mucha margen de maniobra y con una mayoría sobre los republicanos demasiado pequeña.
“McCarthy siempre ha sido un presidente débil, y esto también demuestra el dominio que la extrema derecha tiene sobre el Partido Republicano. De hecho, necesitaba el apoyo de los demócratas para poder aprobar una breve resolución de continuidad para el presupuesto federal, lo que selló su destino”, continúa Kantor.
McCarthy fracasó en su intento de conseguir el respaldo necesario dentro de su bancada. Con el voto de ocho republicanos, fue destituido de su cargo. Mucho menos contó con el apoyo de los demócratas. Los 208 representantes de ese partido votaron a favor de su destitución. “Me imagino que detrás de puertas cerradas los demócratas preguntaron por cosas que el señor McCarthy sabía que no iba a poder entregar, pero seguramente lo que pidieron los demócratas era algo importante para ellos. Aprovecharon el momento para pedirlo, y habrían salido muy bien”, cree Francisco Pedraza, profesor de la Universidad de Arizona.
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Aunque McCarthy será sustituido de forma interina por el también republicano Patrick McHenry, ahora la Cámara de Representantes queda a la deriva y sin un líder visible en un momento convulso para Estados Unidos. Gracias a la negociación de McCarthy, la misma por la que pidieron su cabeza, se logró a último minuto evitar un cierre de gobierno, que habría paralizado varios servicios esenciales que brinda el Estado a sus ciudadanos. Sin embargo, ese acuerdo solo logró calmar las aguas por 45 días que ya están corriendo, por lo tanto, seguirán en múltiples negociaciones en medio del caos.
Para los republicanos, buscar una mayoría detrás de un nuevo ‘speaker’ de su bancada; para los demócratas, tratar de captar algún republicano indeciso e intentar colocar un presidente de su bando, y, en medio de todo, la negociación por el cierre de gobierno que solo se aplazó. “Va a ser muy caótico porque no hay liderazgo. Si no hay liderazgo en la cámara, es muy difícil llegar a pasar un presupuesto, y eso afecta a todos los aspectos. La idea es que el Congreso tiene la responsabilidad financiera. El gobierno de los Estados Unidos está fallando en eso”, afirma Gumbiner.
📝 De contexto: Republicanos piden la cabeza de McCarthy por negociar con demócratas el “shutdown”
Cabe resaltar también que todas estas fracturas republicanas ocurren a la sombra de un todopoderoso dentro del partido: Donald Trump. Si bien el expresidente tiene suficientes asuntos legales que atender (tan solo el lunes comenzó un juicio en su contra por fraude fiscal) y una campaña presidencial por delante, sería una figura que podría lograr un consenso, pues su popularidad y su alcance en las filas republicanas. Pero, para analistas como el profesor Pedraza, es poco probable que Trump se involucre en estos asuntos justo ahora.
“La pregunta más grande es si él va a estar disponible. Ni siquiera apareció en el último debate entre los precandidatos republicanos. Eso fue algo. Era una presencia muy importante. Y lo notaron los otros candidatos y el público: ‘Si realmente es el líder Donald Trump, ¿por qué no está aquí? ¿Por qué no se presentó ante nuestro partido?’”, concluye Pedraza. Sin embargo, varios analistas han señalado que Trump puede capitalizar más esas ausencias que su participación en ese tipo de escenarios.
Por ahora, los republicanos se reunieron esta noche para definir su plan de acción; se espera que los nombres de los candidatos para reemplazar a McCarthy se conozcan la próxima semana, para poder proceder con la votación posiblemente el miércoles. El saliente líder republicano ya confirmó que no aspirará a ser elegido de nuevo.
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