El Espectador le explica lo que se viene en México con Claudia Sheinbaum al mando
Analistas hablan de continuidad, pero con más poder en el Legislativo y la posibilidad de lograr allí los cambios propuestos por AMLO pero que no pasaron en el Congreso.
Edwin Bohórquez Aya
Es miércoles, día de El Espectador le explica. ¿Quién es Claudia Sheinbaum, la recién elegida presidenta de México? ¿Cómo edificó su carrera política y con qué ideas llegó al primer cargo de elección popular de ese país? ¿Cómo se pueden interpretar los resultados de las urnas más allá de saber quién se quedó con la mayor votación? ¿Qué se espera de las relaciones entre Colombia y México, ahora bajo el liderazgo de la primera mujer que logra llegar a este cargo? ¿Qué se cree que va a pasar con Estados Unidos, su vecino y quien también está viviendo el proceso electoral con Biden y Trump como protagonistas? Pues para responder a estas y otras preguntas, nuestros colegas de la redacción Mundo nos enviaron todos los contenidos que se han publicado al respecto y que les dejaremos a continuación. No olviden entrar a cada uno de los enlaces. Comencemos.
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Es miércoles, día de El Espectador le explica. ¿Quién es Claudia Sheinbaum, la recién elegida presidenta de México? ¿Cómo edificó su carrera política y con qué ideas llegó al primer cargo de elección popular de ese país? ¿Cómo se pueden interpretar los resultados de las urnas más allá de saber quién se quedó con la mayor votación? ¿Qué se espera de las relaciones entre Colombia y México, ahora bajo el liderazgo de la primera mujer que logra llegar a este cargo? ¿Qué se cree que va a pasar con Estados Unidos, su vecino y quien también está viviendo el proceso electoral con Biden y Trump como protagonistas? Pues para responder a estas y otras preguntas, nuestros colegas de la redacción Mundo nos enviaron todos los contenidos que se han publicado al respecto y que les dejaremos a continuación. No olviden entrar a cada uno de los enlaces. Comencemos.
Antes de hablar del resultado de este domingo, vayamos un poco atrás para entender cómo se fue construyendo todo. ¿Quién es Claudia Sheinbaum y cuándo empezó a sonar más en la escena política mejicana? “Nacida en una familia judía e hija de científicos, Claudia Sheinbaum estudió Física en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), tiene un doctorado en Ingeniería Energética y ha sido consultora de Naciones Unidas”, nos contaban en este texto la agencia AFP, por allá en 2018, cuando la política era noticia en las elecciones con las que se buscaba decidir quién llevaría las riendas de la Ciudad de México, la capital de México.
Solo el año pasado se cometieron 852 feminicidios, según cifras oficiales, en México, todo un reto por el que tiene que trabajar la recién elegida presidenta de ese país.
Pero sus inicios políticos estuvieron más cimentados en el Consejo Estudiantil Universitario (CEU), pues ella hizo parte de este órgano de la Universidad Nacional Autónoma de México, famoso porque fue el encargado de liderar cambios en ese que era catalogado como el mayor centro de educación superior en 1986. Allí se fueron germinando muchos de los políticos que tuvieron relevancia nacional, entre ellos Carlos Imaz (figura de la izquierda en el Partido de la Revolución Democrática, PRD), quien fue esposo de Sheinbaum de 1987 a 2016 y con quien tuvo una hija, pero que salió del protagonismo después de ser denunciado por actos de corrupción. Sheinbaum labró su propio camino y ya militando en el PRD, para el año 2.000, la nombraron secretaria de Medio Ambiente, justo cuando el entonces alcalde de la ciudad era Andrés Manuel López Obrador.
Se dice que ha sido, precisamente, el actual presidente de México el que ha obrado como su padrino político, pues en el 2012 sonaba como potencial ministra de Ambiente si López Obrador se quedaba con la jefatura de gobierno. Dos años después, a la sombra de su padrino, dejó el PRD y se fue con López Obrador al Movimiento Regeneración Nacional, Morena, que era el partido político que se acababa de crear. Paso a paso, fue ocupando cargos de menos importancia pero que le servían en su carrera. Tuvo uno que se podría comparar con una alcaldía local de Bogotá, pero cuando estaba en funciones “vino el sismo del 19 de septiembre de 2017 que sacudió al centro de México dejando 360 muertos”. A ella le tocó atender la tragedia del “colegio Rébsamen que se desplomó, según peritos, por irregularidades en su construcción”, e incluso muchos de los familiares de las víctimas le acusaban responsabilidades, pero ella siempre dijo que se trataba de rivales políticos tratando de usar la tragedia con fines electorales, detallaba la agencia AFP. En julio de 2018 se convirtió en la primera alcaldesa de la Ciudad de México elegida por voto popular. Luego vino, con fuerza y bajo el aval de López Obrador, su carrera rumbo a la presidencia:
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“Las autoridades atribuyen al narco la mayoría de los 449.000 asesinatos y más de 100.000 desaparecidos que México acumula desde que en 2006 los militares fueron involucrados en la lucha antidrogas”:
Agencia AFP.
Sheinbaum, como apadrinada de Obrador, era entonces la candidata del oficialismo y su bandera ha sido la continuidad del proyecto político del actual presidente de México, llamado la “cuarta transformación”, pero tratando de superar problemas ya estructurales como el narcotráfico, la inseguridad, la migración hacia Estados Unidos. Y los que se han venido desencadenando, como lo que le decían varios analistas expertos como Laura Valencia, profesora e investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana a María José Barrios Figueroa, periodista de El Espectador, en este análisis: “los retos tienen que ver con la transparencia de las instituciones gubernamentales, la militarización, las políticas de salud, la seguridad y la agenda de género. El problema más grande, según la experta, tiene que ver con la “parálisis” actual en el Legislativo, por la polarización entre partidos que no permite la aprobación de iniciativas”.
La entonces candidata, aunque trató de desmarcarse de algunas de las posiciones de López Obrador en el mandato, le resultó muy complicado conseguirlo, así que tuvo que enfrentar en la previa de la campaña, por ejemplo, marchas como la del 19 de febrero de 2024, cuando miles de personas salieron a la calle en lo que fue llamada “la marea rosa” por los medios de comunicación de ese país, cuando marcharon en contra de un paquete de reformas propuestas por el presidente.
¿Qué fue lo que hizo que la gente saliera a la calle? Un paquete de 20 iniciativas que entraron al Congreso una semana antes. Allí, sin muchas largas, se “propone la desaparición del Instituto Nacional Electoral y la creación del Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC), que tendría mayor injerencia por parte del Ejecutivo y competencias más reducidas. Además, busca que consejeros electorales y magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) sean elegidos por voto popular; y reducir en un 50 % la financiación de los partidos políticos”. De acuerdo con los críticos, se trata de una estrategia del gobierno para modificar la Constitución y para Lorenzo Córdova Vianello, exconsejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), de una jugada del presidente para llevar a cabo un “proyecto de regresión autoritaria”. En otras palabras, elevar el poder del Ejecutivo y así quitar espacio a los llamados órganos autónomos. López Obrador criticó a los manifestantes y dijo que quienes marchaban “defienden la democracia de ellos, de los ricos y los oligarcas, la de los corruptos”.
Y justo ese domingo, mientras se libraba una puja en la calle, nos contaban los colegas de la sección Mundo de El Espectador, Claudia Sheinbaum formalizaba su solicitud de registro ante el INE como candidata presidencial, acompañada de sus simpatizantes y del presidente de su partido, Mario Delgado, y otros gobernadores de Morena.
Una presidenta en México sería un hito, pero no garantía de igualdad
Llegó marzo y formalmente se sabía que la presidencia de México se definiría entre dos mujeres, un hecho en sí mismo noticioso porque ese es un país, decía la agencia AFP, “de marcada cultura machista”. Sumando a ello sucedía en medio de una “izquierda bien posicionada para seguir en el poder” y con un debate sobre la mesa necesario: “el presupuesto nacional, el medio ambiente y el comercio con la región”, todos temas destacados para las elecciones”.
De Sheinbaum, se dice que es más bien de un “estilo reservado y cauto”, que es “fiel escudera de López Obrador desde hace dos décadas”, que llegará a ejecutar en los buenos tiempos de la economía, pues, decía la agencia AFP, “tras desplomarse por la pandemia en 2020, la economía hila tres años de expansión. En 2023, el PIB creció 3,1 %”:
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Líder en las encuestas, siempre, a Sheinbaum le llegaron ataques por muchos francos en campaña. Por ejemplo, dijeron que, por ser judía de ascendencia, cerraría las iglesias católicas si llegaba al poder, pero si quiera contemplar eso en un país con mayoría precisamente católica significaba una locura, así que la candidata salió a desmentir tal información, recordó que sus padres eran mejicanos y que sus abuelos, judíos, practicaban su religión, pero que no primaba dicha herencia en sus propias decisiones. También se dijo que no era mejicana de nacimiento, así que tuvo que publicar el documento oficial que lo certificaba.
Cada vez que un medio de comunicación publicaba alguna encuesta, Sheinbaum siempre aparecía en el primer lugar. Dicen que es poco carismática, que estar a la sombra de López Obrador simplemente la pone como una figura en la presidencia, pero que quien seguirá gobernando será su padrino, el actual presidente de los mejicanos, Andrés Manuel López Obrador, AMLO. Que le ven poca personalidad para lograr demostrar independencia de su padrino, pero también están los que dicen que se trata de eso, de seguir siendo un alfil de López Obrador, pero con presillas de general. Pero solo el tiempo será testigo de qué camino tomará.
Para el 27 de mayo de 2024, cuando apenas faltaba una semana para las elecciones, la gente de France24 se preguntaba: “¿Está capacitado uno de los países con más feminicidios de la región para tener una mujer al frente?” El análisis, con la respuesta completa, aparece en este enlace, pero les adelantamos un poco: “Si bien las candidatas de México sí han planteado una agenda de género, ninguna de ellas destaca por su perfil feminista. Según múltiples politólogos y expertos, ninguna de las favoritas ha llegado a ser candidatas por ser mujeres —o basar su campaña política en la defensa de sus derechos— sino por la corriente política que representan: Sheinbaum encarna el continuismo del gobierno de AMLO y del partido Morena —del que fue fundadora—; y Gálvez (la otra candidata fuerte) es todo lo contrario, ella es la oposición al oficialismo y la promesa de cambio”. “Sheinbaum ha prometido reformar la ley para que, en todos los casos, las muertes violentas de mujeres sean investigadas como tentativas de feminicidio. También asegura que desarrollará entidades departamentales especializadas en la lucha contra este tipo de violencia, una de las medidas que la Administración de AMLO ya ha desarrollado”.
“Las mujeres queremos que las autoridades atiendan a la violencia de género de manera integral y permanente, que prevengan que nos maten, escuchando a las poblaciones más afectadas y sin recurrir al autoritarismo ni al populismo punitivo”, sentencia Lisa Sánchez, politóloga y directora general de la organización defensora de DD. HH. México Unido Contra la Delincuencia (MUCD).
El 30 de mayo cerraron las elecciones, formalmente, en medio de otro asesinato, pues lamentablemente lo que sucede en México es similar a lo que ha pasado en Colombia: nos vamos acostumbrado a la violencia, descarnada. “Mientras las principales candidatas presidenciales, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, ponían fin a sus actos proselitistas ante miles de seguidores, Alfredo Cabrera fue baleado en el sur del país en su último acto de campaña”. Un pistolero hizo de las suyas durante un mitin electoral.
Nuestros colegas de la sección de video nos recordaron un dato lamentable: estas eran las elecciones más violentas de los últimos años en México, pues al menos 15 candidatos fueron asesinados mientras buscaban hacerse elegir. Y con esa realidad, se llegó al día de las votaciones:
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Para el 2 de junio ya se decía que eran 20 los candidatos a distintos cargos de elección popular los asesinados. Más de 98 millones de personas eran las llamadas a votar por más de 20.000 cargos públicos en estos comicios. Y para el 3 de junio, en medio de la confirmación de las encuestas, Claudia Sheinbaum celebró su victoria, dada por los resultados oficiales preliminares. En su discurso, se “comprometió con la lucha contra la corrupción, la impunidad y la violencia. Asimismo, con las garantías de las libertades, la disciplina fiscal, el desarrollo económico y el respeto por el medioambiente, entre otros”, nos contaron los colegas de la redacción Mundo.
Según los primeros resultados oficiales, Claudia Sheinbaum arrasó con un estimado entre el 58 % a 60 % de los votos.
“Por primera vez en 200 años de la república me convertiré en la primera mujer presidenta de México”. “No llego sola, llegamos todas”, recalcó. Y en una declaración esperada por el sector privado, aseguró que luchará contra todas las formas de discriminación y trabajará por un desarrollo económico con libertad de empresa y respeto al medioambiente. “Prometió continuidad de los programas sociales de la actual administración de Andrés López Obrador, a quien también agradeció y reconoció como un “hombre excepcional”. Los programas sociales, precisamente, son los que le han valido una aprobación de alrededor de 60 % al saliente presidente, que entregará el cargo el próximo 1.° de octubre, para un periodo de seis años”, detallaron los periodistas que han venido informando sobre estas elecciones.
En su primer discurso, el del triunfo, dijo: “Llevaremos a México por el camino de la paz y la seguridad”, en referencia al mayor problema de ese país: la violencia. Sobre su política exterior, poniendo de presente la relación con Estados Unidos, dijo que “habrá una relación de amistad, respeto mutuo e igualdad, como hasta ahora ha sido”, y que con el sur del continente y el Caribe seguirá ampliando “la amistad”.
La opositora y principal contendora, Xóchitl Gálvez, tras reconocer la derrota, dijo “Saldremos a la calle las veces que tengamos que salir”. “Es un orgullo ser mexicano”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador en un mensaje por televisión luego de que el INE informara del virtual triunfo de Claudia Sheinbaum.
“Aunque en México las mujeres no obtuvieron el derecho al voto hasta 1953, el país se distingue ahora de otros de la región por una serie de políticas y leyes dirigidas específicamente a abrir el camino a las mujeres en la política”:
Simón Romero | The New York Times.
¿Qué le espera a la nueva presidenta? A continuación un corto resumen escrito por Hugo Santiago Caro, donde aterrizaba aún más a la realidad, aunque la larga lista de tareas aparece detallada en este enlace: “A pesar de que hay varios frentes que requieren atención inmediata, como la situación migratoria que se vive en la frontera con Estados Unidos y la relación con su país vecino (que bien podría cambiar sustancialmente si Donald Trump regresa a la Casa Blanca en noviembre), la seguridad sigue siendo la prioridad número uno para atender en México en el próximo sexenio, luego de que este dejara más de 186.000 asesinatos relacionados con el crimen organizado. Como parte de la problemática, está pendiente resolver el rol de los militares, que desde 2006 fueron integrados a la lucha contra el narcotráfico, lo que jugó un rol importante en el clima de inseguridad de los últimos 18 años. En esto, hay que mencionar también a las 100.000 personas desaparecidas que la guerra contra el narco ha dejado en México y cuyas madres, principalmente, siguen esperando respuestas. Existe, además, el desafío de abordar el impacto del crimen organizado en la sociedad mexicana. “El crimen organizado está integrado no solo en la estructura criminal y el control del narcotráfico y el narcomenudeo, sino también en la política, donde es muy claro que el candidato puede favorecer al crimen organizado, ser un miembro de este o ser alguien que ya tienen comprado. Además, hay un segundo aspecto, que es una integración muy profunda en el panorama de negocios, especialmente en actividades relacionadas con el lavado de dinero. Este ya no es solo un problema de seguridad pública, sino de integración política, integración comercial y de capital ilícito en la economía formal”, explica al respecto Edmundo Sandoval, analista de Control Risk”.
¿Y qué pasaba mientras tanto en Colombia cuando se conoció del triunfo de la candidata del oficialismo? ¿Qué decían los políticos de esta lado del continente? Siendo este un triunfo histórico para las mujeres, ¿qué otros países ya han logrado transitar por esa realidad?:
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De acuerdo con el presidente Gustavo Petro, “Claudia ayudó en los tiempos de la clandestinidad al M-19 en México. Desde muy joven ha sido una gran luchadora social. Una mujer de la izquierda dirigiendo una de las naciones más grandes del mundo”, expresó el mandatario colombiano en un mensaje en su cuenta de X. Petro también advirtió que esta elección se trataba de “un triunfo para el pueblo mexicano y para su democracia”, no sin antes asegurar que “juntos trabajaremos por ver a América Latina unida y progresando”.
Entonces, ¿qué se espera de la relación entre los dos países? En este análisis de Hugo Santiago Caro, ya hay unos primero asomos: Que “su liderazgo nos ayude a llevar a América Latina hacia una economía descarbonizada y al gran salto democrático: la revolución de la vida”, escribió Petro en X. “Más allá del entusiasmo, el último mensaje lanza una invitación a un trabajo conjunto entre México y Colombia. Durante el sexenio de AMLO y en los dos años de gobierno de Gustavo Petro, esta es una agenda que “no se ve por lo pronto, pero sería necesaria más allá de los foros comunes en los cuales se participa”, le dijo Rafael Piñeros, docente de la Universidad Externado, a El Espectador.
Piñeros, en el mismo texto, hace referencia a encuentros como la Cumbre Antidrogas que México y Colombia adelantaron en Cali en septiembre, y de la cual ambos gobiernos dieron las conclusiones al cierre. Pero, más allá de eso, explicaba Hugo Santiago Caro, la cooperación entre ambos gobiernos no ha sido más profunda. “Son aliados sólidos, pero con nubarrones. Uno importante es el número de colombianos que están siendo detenidos o a los que se les niega el ingreso a México. Eso preocupa”, dijo en analista invitado. Sheinbaum, en medio de su primer día como presidenta electa, respondió sobre lo que espera de la cooperación con Colombia. “Vamos a trabajar muy bien”, dijo a W Radio. Son respuestas típicas de políticos. Hay que esperar las acciones.
En la lista de mujeres presidentas a la que entra Claudia Sheinbaum, aparecen Dilma Rousseff de Brasil y Cristina Fernández de Kirchner de Argentina, y las de naciones más pequeñas como Violeta Barrios de Chamorro de Nicaragua y Xiomara Castro, actual presidenta de Honduras, y también Laura Chinchilla en Costa Rica. Pero se trata más que de llegar y estar ahí, en el cargo, de poder construir cambios. “No es solo que tenga el cargo”, dijo Mónica Tapia, fundadora de Aúna, una incubadora mexicana de liderazgo político para mujeres detallaba Simón Romero de The New York Times,v “sino que tenga el poder y la autonomía para decidir las reformas en la agenda y el legado que quiere dejar”.
Desde toda América Latina han llegado mensajes de felicitaciones hasta México. Incluso la Organización de Estados Americanos, OEA, se hizo sentir: “Cuenta con la @OEA_oficial para trabajar conjuntamente y para la justicia social de nuestros pueblos la agenda de Democracia, Derechos Humanos, Desarrollo Integral y Seguridad”, escribió Luis Almagro en su cuenta de X. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, hizo lo propio, la ministra belga de Exteriores, Hadja Lahbib; el jefe de gobierno español, Pedro Sánchez, el gobierno alemán y también el de Rusia.
“En los seis años de su administración (AMLO), varios millones de ciudadanos salieron de la pobreza, hubo un incremento sustancial del salario mínimo y una mejora en las pensiones de jubilación, así como el aumento de becas estudiantiles. Sin embargo, su talante populista no ha sido eficiente a la hora de resolver problemas tan complejos como el del narco y la violencia que trae aparejada”: Editorial de El Espectador.
Ahora, lo que se viene, es una tarea titánica. La agencia Bloomberg empezó su análisis así: “La aplastante victoria de Claudia Sheinbaum en las elecciones presidenciales del domingo ha sacudido a los mercados al prometer fortalecer significativamente la posición del partido izquierdista gobernante del país en materia legislativa”. Y allí se leen mensajes como: “Los días de inquebrantable apreciación del peso mexicano probablemente hayan terminado”, dijo Hari Hariharan, director de inversiones de NWI Management en Nueva York. “Los activos mexicanos se han desplomado desde el domingo y el peso cayó un 4 % para cotizar el lunes en su nivel más bajo desde noviembre. Las acciones del país bajaron más del 6 %, en su peor día desde el inicio de la pandemia a principios de 2020″. ¿Por qué? Dice la agencia de noticias estadounidense: por “las posibilidades de que Sheinbaum pueda impulsar medidas que el presidente Andrés Manuel López Obrador no pudo, como cambiar las reglas sobre la selección de jueces de la Suprema Corte o eliminar a reguladores independientes”.
Tanto sobre la mesa que, viendo desde la barrera, se vienen 6 años de muchos ojos sobre lo que haga o deje de hacer Sheinbaum, pues llegó al poder de la mano del oficialismo y respaldada por el actual presidente, su padrino político, así que le estarán vigilando si se desmarca o no. Si lo hace será noticia. Y si no lo hace, también. Si logra combatir el narco, bajar la violencia, luchar con resultados en contra de la corrupción, demostrar que tiene una mirada propia para solucionar los problemas de fondo más allá de la sombra que la cubre y que hoy gobierna México. Si la economía y el buen momento que hoy viven la acompaña a ella también, el tema presupuestal que no es de poca monta, su relación con el Congreso, sus ideales de transformación social que la hicieron visible desde cuando estaba en la universidad.
Como dice Bloomberg, ahora el escenario parece ser distinto, pues “la victoria de Sheinbaum era ampliamente esperada, pero se pensaba que la coalición gobernante apenas tendría una estrecha mayoría en las elecciones legislativas. En cambio, su partido y sus aliados obtuvieron dos tercios de los escaños de la Cámara Baja y casi dos tercios del Senado. Con esa composición, el Congreso podría aprobar más reformas económicas y políticas radicales propuestas por AMLO en febrero”. ¿Será? Por ahora, lejos de la especulación, hay que reportar los hechos que se vayan escribiendo en esta nueva era para México, liderada por una mujer que es Física, con maestría y doctorado “con decenas de publicaciones científicas en materia de energía, medio ambiente y desarrollo económico, y un índice h 23 en Scopus. A ello se le suma que ha sido consultora de Naciones Unidas para Energía y Desarrollo Sustentable e integrante del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático que recibió el Premio Nobel de la Paz en el año 2007 por sus esfuerzos para que se conocieran los efectos del cambio climático”.
Este es un hasta pronto con nuestro mensaje final: si les gustó este newsletter y el contenido que desarrollamos en El Espectador, invitados a disfrutar del contenido exclusivo que tenemos en nuestra página web. En esta labor de todos los días necesitamos compañía no solo para las críticas, que las recibimos con humildad, sino para que nos ayuden a construir un mejor país, denunciando, indagando, investigando, informando. Y no olviden dejar aquí abajo los temas que ustedes quisieran que investiguemos en la redacción de El Espectador. Nos vemos el próximo miércoles. Hasta pronto.
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