El Espectador le explica qué pasa entre Israel y Líbano, Hamás, Hezbolá e Irán
Los ataques desde todos los lados no se detienen y tampoco hay asomo de negociaciones para lograr un cese al fuego. Los civiles están en el medio.
Edwin Bohórquez Aya
Es miércoles, día de El Espectador le explica. ¿Por qué en todas las agencias de noticias internacionales llegan reportes sobre la delicada situación que se vive en Medio Oriente? ¿Cómo fue que el conflicto entre Israel y Hamás fue escalando desde ese lamentable 7 de octubre de 2023 cuando alzados en armas asesinaron y secuestraron ciudadanos israelitas en su propio territorio y luego el gobierno de Benjamin Netanyahu, en respuesta, no se ha detenido en el uso de todo su poder bélico en territorio palestino? ¿Quién es Hezbolá y qué tiene que ver con todo lo que allí está sucediendo? ¿Y en qué momento empezó a figurar Irán en todo esto? ¿Y el Líbano? Pues le pedimos a los colegas de la Redacción Mundo que nos enviaran todos los contenidos que han publicado al respecto y con ellos construimos este boletín de resumen para contestar esas y otras preguntas. Comencemos.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Es miércoles, día de El Espectador le explica. ¿Por qué en todas las agencias de noticias internacionales llegan reportes sobre la delicada situación que se vive en Medio Oriente? ¿Cómo fue que el conflicto entre Israel y Hamás fue escalando desde ese lamentable 7 de octubre de 2023 cuando alzados en armas asesinaron y secuestraron ciudadanos israelitas en su propio territorio y luego el gobierno de Benjamin Netanyahu, en respuesta, no se ha detenido en el uso de todo su poder bélico en territorio palestino? ¿Quién es Hezbolá y qué tiene que ver con todo lo que allí está sucediendo? ¿Y en qué momento empezó a figurar Irán en todo esto? ¿Y el Líbano? Pues le pedimos a los colegas de la Redacción Mundo que nos enviaran todos los contenidos que han publicado al respecto y con ellos construimos este boletín de resumen para contestar esas y otras preguntas. Comencemos.
Antes de ir a los detalles de las últimas dos semanas, es preciso recordar tres publicaciones que analizan todo el contexto, incluso histórico, que hemos publicado en este espacio periodístico, pues allí explicamos en qué momento empezaron las diferencias entre Israel y Palestina, qué papel jugó Naciones Unidas; por qué en 1948, después de la retirada de los soldados británicos de Palestina (era de dominio inglés), se supo de la proclamación de independencia de Israel y acto seguido se produjeron acciones militares de los ejércitos regulares de Egipto, Jordania, Siria, Líbano e Irak. Contamos cómo la tragedia, un mes después de aquel 7 de octubre, dejaba lo que organizaciones internacionales llamaban “cementerio de niños”, se pedían “pausas humanitarias” y un freno a los bombardeos. Y también contamos, paso a paso, el deterioro de las relaciones entre Israel y Colombia, la posición del presidente Gustavo Petro y lo que respondía el cuerpo diplomático de ese país.
Con todo este contexto histórico, detallado en esos tres El Espectador le explica, vamos con lo que ha sucedido desde hace dos semanas. Primero, ¿quién es quién en medio de este conflicto que va más allá de dos actores armados y violentos? Sobre Hamás, los colegas de la redacción Mundo nos contaban que en 1987 grupos de palestinos se levantaron y crearon Hamás, “un movimiento islamista político y religioso que tiene un brazo armado, conocido como Brigadas Qassam. Esta organización desconoce los Acuerdos de Oslo y al Estado de Israel. En 2005, tras un segundo levantamiento, provocó la salida de las tropas israelíes y cerca de 7.000 colonos de la Franja de Gaza. Tras ganar en unas elecciones, y luego de un enfrentamiento violento con el partido Fatah, liderado por el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Hamás se asentó en el poder hasta hoy. Como consecuencia, Egipto e Israel instauraron un bloqueo total sobre Gaza”.
Por otro lado, está Hezbolá, quien para Teresita Aya, analista internacional y experta en Medio Oriente, “nace en el año 1982 como un grupo terrorista tras los ataques de Israel en el sur del Líbano ese año”. Y “para el año 1992 ya se convierte en un grupo político, pues lo uno no excluye lo otro para ellos, y empiezan a meterse en la política del Líbano”. Tienen 13 sillas en el Parlamento, han tenido presencia en el gabinete del gobierno, pero van más allá: “Su apoyo político, su base política, son los jóvenes y la gente que vive en el sur del país”, agrega la analista, quien señala la importancia del movimiento dentro de la política libanesa. “Si quisieran en algún momento podrían ser un gran obstáculo a las decisiones del gobierno generándoles contrapeso, podrían complicar la toma de decisiones […] Por eso se dice que lo que afecta a Hezbolá afecta a todo el Líbano”. Pero en medio de todo el conflicto entre Israel y Palestina, entre Israel y Hamás, Hezbolá está en contra de Israel. Y se dice que Hezbolá tiene en su inventario misiles guiados de presión y drones explosivos.
Israel es una potencia global con un poder económico muy sólido del pueblo judío, conocido por su capacidad financiera en los cinco continentes, son fuertes en la investigación y desarrollo de armas, exportadores de sistemas de inteligencia y de tecnología de primer nivel en todas las áreas posibles de la sociedad. Su modelo educativo, la forma de hacer empresa y su visión de ir más allá de sus propias fronteras ha dado resultados evidentes. Uno de sus socios más fieles es Estados Unidos. Su actual gobierno dice que no está en contra de Palestina sino en contra de Hamás. Que no está en contra del Líbano, pero sí de Hezbolá. Que ambos grupos armados están usando a los civiles como escudos humanos. Y que no se detendrá hasta que acabe con las dos facciones armadas.
Y, para sumar, ¿qué pasa con Irán? Este país, de acuerdo con estimaciones de reservas y exploración y explotación de petróleo, es considerado el tercer productor mundial de ese combustible y el primero es gas, según otras fuentes de información económica, y, en análisis de Aya, se le ha señalado, desde hace varios años, de financiar, armar y entrenar a Hezbolá. Su poder en la matriz energética incluye un capítulo nuclear, se dice que tras la revolución islámica de finales de los 70′s, es el principal enemigo de Israel, y Estados Unidos incluso lo ha catalogo como un protagonista del “eje del mal”, es decir, el grupo de los países que han decidido apoyar grupos terroristas, en donde también incluyeron, en varios momentos, a Irak y Corea del Norte, además de Libia, Cuba y Siria, junto con Bielorrusia, Myanmar y Zimbabue.
Con esto claro, vayamos al pasado mes de agosto, cuando el cruce de disparos era pan de cada día y la violencia iba creciendo. Eran varios los frentes de guerra. Por ejemplo, se reportaba “la muerte del jefe político del grupo islamista palestino Hamás, Ismail Haniyeh, y el asesinato en un bombardeo del mando militar de Hezbolá, Fuad Shukr, en Beirut, por cuenta de las tropas de Israel”. Se desataba, aún más, la tensión en la región:
Mundo
Hezbolá quiere vengarse de Israel, mientras líderes mundiales intentan mediar
Mundo
Israel afirmó haber frustrado un ataque a gran escala de Hezbolá desde el Líbano
Mundo
“Estamos preparados para una guerra de desgaste” con Israel: líder de Hamás
Mundo
Bombardeos israelíes en Siria, de los más violentos, mataron a decenas de personas
Y entonces se supo, el 17 de septiembre, de cientos de heridos por explosiones de bíperes en el Líbano. ¿De qué se trataba? Explicaba la agencia AFP que “una fuente cercana a Hezbolá atribuyó las explosiones a un pirateo “israelí” de las comunicaciones”. Y que este era “el primer incidente de este tipo desde que Hezbolá, aliado del grupo palestino Hamás, e Israel se enfrentan en duelos de artillería casi diarios, tras el estallido de la guerra en Gaza hace casi un año”.
Los bíperes o buscapersonas, que son dispositivos de comunicación para el envío de mensajes de texto y fueron los predecesores de los teléfonos celulares, estaban en manos de miembros de Hezbolá. La agencia oficial de noticias del Líbano (ANI) informó entonces de “un incidente de seguridad sin precedentes en los suburbios del sur de Beirut y en varias regiones libanesas”. Dijeron que el sistema “fue pirateado utilizando alta tecnología”.
Explicaba la agencia internacional de noticias, AFP, que “el movimiento Hezbolá había pedido a sus miembros que dejaran de utilizar teléfonos móviles para evitar el riesgo de intercepción de Israel. Entonces, instaló un sistema de bíper, que no requiere tarjetas SIM ni conexión a internet, para organizarse y llamar a sus miembros a unirse a sus unidades”. Pero quedó claro el resultado. En dichas explosiones también “resultó herido el embajador de Irán en Beirut, la capital del Líbano”. En la mitad de jornada, ya se contaban nueve muertos y 2.750 heridos. Se supo, poco a poco, que “antes de la explosión, los bíperes emitieron un sonido durante varios segundos, lo que llevó a que varios miembros los revisaran aumentando las heridas en el rostro y los ojos”.
Pero ¿cómo fue que hicieron explotar esos dispositivos? Al parecer fueron ‘cargados’ con un explosivo antes de que llegaran al Líbano, eso quiere decir que los manipularon entre la fabricación y la comercialización. Para el 18 de septiembre ya se contaban 26 personas muertas y no solo se reportaban explosiones en bíperes sino también en walkie-talkies. De acuerdo con los colegas de la redacción Mundo, “una fuente de seguridad libanesa de alto rango le dijo a Reuters que una pequeña cantidad de explosivos fue colocada dentro de un lote de 5.000 bíperes encargados por Hezbolá, y que dicho plan fue creado por Israel: “El Mossad (una de las agencias de inteligencia israelí) introdujo una placa dentro del dispositivo que contiene material explosivo que recibe un código. Es muy difícil detectarlo por cualquier medio, incluso con cualquier dispositivo o escáner””.
“Se está viviendo esta realidad cuando está por cumplirse un año del ataque del 7 de octubre, que cobró la vida de 1.200 personas en Israel y detonó la violenta arremetida ordenada desde Jerusalén contra el territorio palestino, la cual, a su vez, ha matado a más de 40.000 personas, según las autoridades del enclave controlado por Hamás”.
Y en medio de la especulación que surgió de este hecho, “se cree que en los aparatos se escondieron hasta 3 gramos de explosivos, que pasaron desapercibidos por el grupo islamista, proxie iraní, por meses. Otra fuente le dijo a la agencia de noticias que 3.000 de los bíperes explotaron cuando se les envió un mensaje codificado, activando simultáneamente las detonaciones. The New York Times, citando una fuente anónima, agregó que los bíperes recibieron un mensaje a las 3:30 p. m. hora local, que parecía proceder de los líderes del grupo. Se cree que eso activó los explosivos”.
El 19 de septiembre fue uno de los mismos líderes de Hezbolá, Hasán Nasrala, quien se refirió a las explosiones: “El martes, el enemigo israelí tuvo como objetivo miles de aparatos buscapersonas que fueron denotados al mismo tiempo. El enemigo superó en esta operación todos los límites, las leyes y las líneas rojas, no le importó nada en absoluto”, dijo durante un discurso televisado. “Algunas de las explosiones tuvieron lugar en hospitales, farmacias, mercados, tiendas, casas, coches, calles donde hay miles de civiles, de mujeres y niños. Querían atacar a los miembros de Hezbolá, pero también tuvo como objetivo a todo el entorno que les rodeaba”, agregó, no sin antes dejar una advertencia: “No nos importan las consecuencias, las pérdidas, las posibilidades, los resultados. La Resistencia en el Líbano no dejará de apoyar y ayudar al pueblo de Gaza, y Cisjordania y a todos lo que sufren injusticia en esta tierra sagrada”.
¿Qué podría venir? Respuesta armada, de parte y parte. Hezbolá decía que los más de 150 cohetes, misiles crucero y drones lanzados en contra de Israel eran “solo el principio” y que se abría una nueva etapa de confrontación. Israel decía que intensificaba sus ataques en contra del Líbano con foco en “miles de plataformas de lanzamiento” de cohetes, “listas para ser utilizadas”. Estados Unidos, aliado de Israel, movía sus tropas también:
Mundo
Israel intensificó los ataques contra Líbano, luego de sus bombardeos en Beirut
Mundo
“Es el principio. Entramos en una nueva fase”: Hezbolá atacó a Israel con misiles
Mundo
¿”Otra Gaza”?: preocupación por la escalada entre Israel y Hezbolá
Mundo
Por crisis en Oriente Medio, Estados Unidos va a enviar más tropas a la región
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, fue directo: “Si Hezbolá no ha entendido el mensaje, les prometo que lo entenderá. Ningún país puede tolerar que se dispare contra sus ciudadanos, contra sus ciudades, y nosotros –el Estado de Israel– no lo toleraremos. Haremos todo lo necesario para restablecer la seguridad”. John Kirby, portavoz de seguridad nacional del presidente Joe Biden, en el programa “This Week” de la cadena ABC, dijo: “Todos, por supuesto, reconocemos que las tensiones son mucho mayores ahora que hace apenas unos días”, y agregó: “Queremos asegurarnos de que podemos seguir haciendo todo lo posible para tratar de evitar que esto se convierta en una guerra total con Hezbolá al otro lado de la frontera libanesa”.
Ahora, ¿es posible que las imágenes que hemos visto de Israel atacando a Hamás en Gaza, con miles de muertos civiles, infraestructura destruida y con llamados internacionales para que cesen los ataques porque la población civil es la más afectada, se vea también en el Líbano en su guerra frontal contra Hezbolá? Ya van casi 12 meses de ataques constantes de los dos lados, tanto desde Hezbolá hacia Israel como de Israel sobre Hezbolá en territorio libanés. “Desde el año pasado el primero ha atacado el norte de Israel y el segundo ha hecho lo propio. Según cifras citadas por The New York Times, con corte de agosto, en Líbano, alrededor de 500 personas, con al menos 100 civiles entre ellas, fueron víctimas mortales de dichos bombardeos. Israel, por otro lado, sostiene que Hezbolá ha lanzado más de 7.500 cohetes en el último año y matado a medio centenar de personas en su suelo, la mayoría civiles”. Al final, como siempre, pierden los civiles.
Un análisis al respecto tanto de la redacción Mundo como de un experto consultado por ellos: “El Gobierno (de Israel) ha dicho que uno de los objetivos de la guerra es que la gente vuelva a vivir a sus casas en el norte, también en el sur, pero para eso tiene que erradicar una amenaza bélica seria”, comentó Gabriel Ben-Tasgal, especialista en Medio Oriente. Según él, la apuesta de debilitar a Hezbolá es un objetivo estratégico para Netanyahu y, con operaciones exitosas, el primer ministro puede ganar legitimidad entre los israelíes que quieren una respuesta más severa contra el enemigo; sin embargo, el rechazo al primer ministro (que ya venía lastrado por sus escándalos de corrupción e intentos de concentración del poder en el Ejecutivo) se ha hecho sentir en el último año con multitudinarias protestas, como la del más reciente sábado, que le exigen al Gobierno llegar a un acuerdo ya para la liberación de los rehenes en poder de Hamás: unas 100 personas, de las cuales al menos una tercera parte ya habría muerto”.
Hezbolá, Líbano e Israel: una guía rápida para entender la más reciente escalada
Muchas preguntas, desde este lado del mundo, iban surgiendo sobre ese conflicto en Medio Oriente. El Gobierno colombiano ha dejado clara su postura frente a Israel en el conflicto con Palestina y lo que sucede en Gaza, entonces desde la Cancillería “hizo un llamado a que cesen las hostilidades y a que se protejan la vida y los bienes de la población civil libanesa”, contaron los colegas que han seguido esta información: “El Ministerio de Relaciones Exteriores condena enérgicamente los bombardeos realizados por fuerzas del Estado de Israel en Líbano, los cuales han dejado cientos de inocentes muertos y heridos”. Entretanto, Colombia también anunciaba un avión para sacar a sus ciudadanos del Líbano.
¿Qué decían las Naciones Unidas? António Guterres, su secretario general, dijo que el mundo “no puede permitirse que Líbano se convierta en otra Gaza”. Netanyahu respondió asegurando que seguirá bombardeando posiciones de Hezbolá: “Seguiremos golpeándolo (...). Le digo al pueblo libanés: nuestra guerra no es contra ustedes, nuestra guerra es contra Hezbolá”.
El cese de hostilidades no estaba en el mapa de ninguno de todos estos actores y en medio de los ataques se supo de la muerte del comandante de Hezbolá, Sayyed Hasan Nasralá, quien lideró el grupo por más de 30 años, “fortaleciendo su existencia en Líbano y estrechando lazos con Irán”, escribía la agencia EFE:
Mundo
¿Cuál es la capacidad militar de Hezbolá? Esto es lo que sabemos
Mundo
Israel sigue su bombardeo en Beirut y avisa a sus habitantes que deben evacuar
Mundo
Este era Hasan Nasralá, el poderoso comandante de Hezbolá “eliminado” por Israel
Mundo
Estas son las principales figuras de Hezbolá que fueron blanco de Israel en el último año.
De acuerdo con la CIA, en Estados Unidos, Hezbolá es el grupo armado que posee el mayor arsenal del mundo, excluyendo a los gobiernos de dicha medición. Cuenta con ametralladoras, lanzagranadas y morteros, junto con unos 150.000 cohetes y misiles de diversos tipos. Se habla de 50.000 combatientes armados, pero no todos de tiempo completo. El recién asesinado líder del grupo decía que sumaban 100.000 combatientes entrenados.
Para el 28 de septiembre, las noticias que llegaban hablaban de una incursión terrestre de tropas israelitas en territorio libanés. Camilo Gómez Forero, de la redacción Mundo, contaba la noticia mirando también por el espejo retrovisor: “La última vez que los tanques israelíes entraron al Líbano por su frontera sur, las cosas no salieron nada bien para Israel. Era julio de 2006 y el grupo libanés Hezbolá había capturado a dos soldados israelíes y matado a otros tres, por lo que las fuerzas israelíes lanzaron una serie de ataques aéreos durante días, seguidos de una incursión terrestre y finalmente del despliegue de tanques. Una escena similar a la que se anticipa hoy en la región”.
“Estamos ganando”: Benjamin Netanyahu habla en la Asamblea General de la ONU
Los críticos de Israel dicen que lo que busca ese país es poder sobre el territorio en esa región del mundo. Los que lo defienden creen que el fin último es acabar con todos los grupos terroristas que han atacado a su población. Mientras unos culpaban y otros justificaban, el fin de semana pasaban tantas noticias que por eso los ojos del mundo giraban hacia Medio Oriente: Israel confirmaba que “la mayoría” de los altos dirigentes de Hezbolá habían muerto, el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei aseguraba que “el destino de esta región lo determinarán las fuerzas de la resistencia, con Hezbolá a la cabeza”; 50.000 libaneses y sirios que viven en Líbano cruzaban a Siria huyendo de los ataques aéreos israelíes; Irán cancelaba todos los vuelos a Beirut; el ministro de Salud Pública del Líbano, Firas Abiad, decía que desde el inicio del más reciente enfrentamiento entre Hezbolá e Israel (casi un año) ya han muerto 1.640 personas y los heridos llegan a los 8.400. Rusia hablaba y “condena(ba) firmemente” el asesinato de Nasralá. El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, acusaba a Israel de cometer un “genocidio” en Líbano.
Desde Norteamérica también hablaban, pues el secretario de Defensa de EE. UU. decía que “Israel tiene derecho a defenderse de grupos terroristas respaldados por Irán”; y desde Irán decretaban cinco días de duelo por la muerte del líder de Hezbolá. La Cámara de Representantes de EE. UU apoyaba el operativo que mató a Nasralá y Joe Biden decía que esa muerte era “una medida de justicia por sus numerosas víctimas, entre ellas miles de civiles estadounidenses, israelíes y libaneses”. Israel bombardeaba un depósito cerca del aeropuerto de Beirut, la ONU ya hablaba de 200.000 refugiados, Netanyahu decía que la eliminación de Nasralá hará “avanzar” la liberación de los rehenes en Gaza; un proyectil libanés provocaba incendios en Cisjordania, un grupo de Hutíes de Yemen lanzaban un misil contra Israel, Egipto decía en la ONU que el alto el fuego no llegaba a Gaza solo porque Israel lo frustraba, EE.UU. aseguraba que tras ataques hutíes a varios de sus barcos, estaba respondiendo en el Mar Rojo; el Ejército jordano declaraba que un cohete lanzado desde Líbano había caído cerca de Ammán; Irán pedía reunión con el Consejo de Seguridad de ONU. Una cascada de noticias más del lado de la guerra que de un posible cese de hostilidades.
Para el 29 de septiembre “Más de un millón de desplazados en Líbano huyen de la crisis”, escribía Juliana Castellanos Guevara y decía que “la frontera entre estos países ha sido escenario de intercambio de fuego casi diario desde que Hezbolá abrió un frente en apoyo de su aliado palestino Hamás tras el estallido de la guerra en Gaza, hace casi un año. Pero las hostilidades aumentaron el lunes, después de que Israel incluyera al movimiento libanés en sus objetivos de guerra en un intento por recuperar las zonas evacuadas del norte de Israel”.
Terminaba un septiembre sangriento, pero el inicio de octubre venía teñido del mismo color de la guerra:
Video
¿Cuál es el conflicto entre Israel y Hezbolá en Líbano?
Mundo
Hezbolá desmiente que Hashem Safi al Din es el nuevo secretario general del grupo
Mundo
“Una guerra más amplia en Oriente Medio no beneficiará a nadie”: presidente iraní
Mundo
Las tropas de Israel entraron en Líbano; Siria e Irak, escenarios de ataques
Este mes, octubre, comenzó con más y más ataques. Israel no ha soltado el botón de ataque desde aquel fatídico 7 de octubre de 2023, cuando Hamás entró a su territorio para asesinar a civiles y secuestrar a otros cientos, muchos de ellos todavía en cautiverio. Ayer, de acuerdo con los reportes, fueron lanzados unos 180 misiles desde Irán hasta Israel. Eso pasaba mientras se daba la “incursión terrestre selectiva” israelí en el Líbano. “Nadie sabe cómo terminará esto”, dice Hugh Lovatt, analista de Medio Oriente: “Estamos cerca del peor escenario. El problema es que en abril se intentó limitar la respuesta posterior de Israel, que funcionó. Ahora parece que le dio luz verde para responder enérgicamente y eso alimentará el ciclo catastrófico de escalada”.
María José Noriega Ramírez, de la redacción Mundo, nos contó que “el primer ministro Benjamin Netanyahu, que llegó de Estados Unidos tras participar en la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York, donde defendió sus acciones militares y dijo que “están ganando”, advirtió que “no hay ningún lugar en Oriente Medio al que Israel no pueda llegar”. Casi en paralelo, Irán comentó que “no dejará sin respuesta ninguna acción agresiva del régimen sionista que atente contra sus intereses” y que “no quedarán impunes los crímenes que ha cometido”. De hecho, la Guardia Revolucionaria confirmó este martes que la ráfaga de misiles fue lanzada en forma de represalia por los asesinatos de Nasralá (de Hezbolá) y de Ismail Haniyeh, líder de Hamás”.
La ONU ya ha sido clara y dice que se necesitarán US$400 millones para atender a los desplazados. Este primer día de octubre también se reportó que Hezbolá disparó cohetes contra una base militar israelí cerca de Tel Aviv. El Ejército de Israel llamaba a evacuar unas 30 localidades del sur de Líbano, también atacaba tres estaciones de radar antiaéreo en Siria. España pedía a sus ciudadanos abandonar Líbano. Turquía dijo que “nunca dejará solos a nuestros hermanos libaneses”.
Líbano acusa a Israel de violar su soberanía; Francia y EE. UU. buscan un cese
El ministro de Asuntos Exteriores francés dijo ante el Consejo de Seguridad de la ONU que junto a Washington está trabajando para negociar un alto al fuego temporal de 21 días entre Hezbolá e Israel, con el fin de ganar tiempo de cara a unas negociaciones más amplias.
Entretanto “Estados Unidos tiene indicios de que Irán se prepara para lanzar un ataque inminente con misiles balísticos contra Israel”, dijo un funcionario de ese país que pidió mantener el anonimato, Israel volvió a lanzar ataques en Beirut, se supo de un nuevo disparo de “cohetes de tipo Fadi 4 contra la base aérea de Sde Dov, por cuenta de Hezbolá en contra Israel, también se reportaron varios muertos en un “presunto ataque terrorista” en Tel Aviv; se habló de una segunda oleada de misiles desde Irán hacia Israel, incluso los autores dijeron que acertaron el 90 % de sus objetivos, sin embargo “casi todos los misiles fueron interceptados y pocos impactaron en territorio israelí”, aseguró el portavoz de las FDI, Daniel Hagari.
Hamás celebró el ataque de Irán contra Israel, la ONU condenó la escalada armada de todas las partes y dice que “esto debe parar”, Rusia opina que la situación en Oriente Medio es “fracaso total” de EE. UU.; Netanyahu sentenció que Irán “cometió un gran error y pagará por ello”; Estados Unidos fue enfático en que “apoya totalmente a Israel” y esto sigue y sigue y sigue, sin freno. Los colombianos que vivían en Líbano, ya llegaron al país en un vuelo humanitario. Vamos en que Israel declara persona “non grata” a Antonio Guterres, secretario general de ONU y que, de acuerdo con la información más reciente de este miércoles 2 de octubre, se reportan más de cien misiles de Hezbolá contra Israel y casi 2.000 muertes en Líbano.
Esto no para. La situación es más que delicada. No hay asomo de posibles negociaciones. Cada parte defiende su posición. Cada uno defiende sus muertos. No es un conflicto de hace un año. Esto es un asunto histórico. Estamos hablando de décadas. Los que pierden, como en todos los conflictos, todas las guerras, son los civiles. Los niños. Lo hemos vivido por más de 50 años en Colombia y no hemos logrado salir de ahí. No sabemos cómo. Seguimos embebidos en una guerra que lo único que ha dejado es muerte, familias separadas, desplazamiento, horror. Lo mismo que se está registrando, minuto a minuto, en Medio Oriente. Así que toda la información sobre lo que allí sucede, la seguiremos publicando en este enlace y, por supuesto, las innumerables consecuencias que va dejando esta estela de violencia que nos termina tocando a todos y todas.
Este es un hasta pronto con nuestro mensaje final: si les gustó este newsletter y el contenido que desarrollamos en El Espectador, invitados a disfrutar del contenido exclusivo que tenemos en nuestra página web. En esta labor de todos los días necesitamos compañía no solo para las críticas, que las recibimos con humildad, sino para que nos ayuden a construir un mejor país, denunciando, indagando, investigando, informando. Y no olviden dejar aquí abajo los temas que ustedes quisieran que investiguemos en la redacción de El Espectador. Nos vemos el próximo miércoles. Hasta pronto.
¿Qué tema le gustaría que tratáramos la próxima semana? Escríbanos a ebohorquez@elespectador.com