Carmela Longo, periodista de 59 años y especializada en farándula, fue excarcelada este lunes con régimen de presentación periódica y prohibición de salida del país, tras ser imputada por “terrorismo” e “incitación al odio”, informó el sindicato de la prensa.
Longo fue arrestada el domingo por la Policía Nacional en medio de la creciente persecución y represión poselectoral que vive Venezuela tras la cuestionada reelección del presidente Nicolás Maduro. Su vivienda fue allanada e incautadas computadoras de su propiedad.
“Excarcelada la periodista Carmela Longo. Fue presentada en audiencia telemática la mañana de este #26Ago, imputada por terrorismo e incitación al odio”, informó en la red social X el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP).
“Tiene prohibición de salida del país, régimen de presentación y prohibición de declarar y escribir sobre su caso”, añadió el SNTP que había reportado previamente el allanamiento de su casa en Caracas.
El SNTP divulgó un video del arresto en el que se ve a Longo y su hijo entrar a un vehículo policial sin oponer resistencia.
El de Longo, de cumpleaños este lunes 26, es el séptimo arresto de un reportero o editor que contabiliza el SNTP después de las elecciones del 28 de julio, en las que la autoridad electoral proclamó como ganador a Maduro entre denuncias de fraude de la oposición.
La detención de Longo se produjo poco después de que informara el pasado 20 de agosto sobre su despido del diario Últimas Noticias, de línea chavista, en el que trabajó por casi dos décadas. Antes de ser vendido, en 2013, era un medio crítico del gobierno.
Tras su liberación, quedan presos 12 periodistas (seis de ellos detenidos después de las elecciones del 28 de julio), de los cuales, al menos, cuatro (señala el SNTP han sido imputados por el delito de “terrorismo”, a los que se suma Longo.
En el mismo sentido, a través de X, la gremial ha alertado de un “uso ilegal y arbitrario de las leyes antiterrorismo (…), especialmente contra los periodistas y reporteros gráficos detenidos durante las protestas postelectorales”.
El SNTP también ha denunciado el despido de decenas de trabajadores de medios de comunicación estatales por interacciones en redes sociales a favor de la oposición.
La incertidumbre y la zozobra que este tipo de acciones han despertado en el gremio periodístico en Venezuela han llevado a los reporteros a tomar medidas de precaución extra, para salvaguardar su seguridad, e incluso a la autocensura.
El caso de Ana Guaita Barreto
Uno de los casos que más han conmocionado al gremio es el de Ana Carolina Guaita Barrero. Se trata de una reportera del portal La Patilla, crítico del gobierno, en La Guaira, e hija de padres opositores.
Fue detenida el pasado 20 de agosto y desde entonces su familia desconoce su paradero y estado de salud.
Hermano de la periodista Ana Carolina Guaita ofreció nuevos detalles sobre el caso (video) https://t.co/9LqFHPHkVo ⌨️🍉
— La Patilla (@la_patilla) August 27, 2024
“Tras seis días de su detención, aún no hemos podido saber nada de ella, tampoco a la defensa privada se le ha permitido acceso al expediente. No existe tampoco un juez que haya emitido una orden de captura en contra de mi hermana”, apuntó Carlos Guaita, hermano de la reportera, citado por La Patilla.
“Más que todo, lo que suponemos es que esto es una vil retaliación política en contra de mis padres, que anteriormente al día de las elecciones, desde el día 26, están siendo perseguidos por fuerzas del Estado para llevárselos detenidos solamente por pensar distinto”, agregó.
Guaita es hija del secretario general del tradicional partido Copei en La Guaira, Carlos Guaita, y de Xiomara Barreto, también dirigente de esa organización.
Entre sus cubrimientos recientes estuvo el derribo de una estatua del fallecido líder socialista Hugo Chávez en esa ciudad costera vecina de Caracas durante las protestas que estallaron tras el anuncio del resultado de las elecciones del 28 de julio y dejaron 25 muertos en todo el país.
Dos reporteros gráficos, Deisy Peña y Yousner Alvarado, así como el camarógrafo Paul León también se encontraban detenidos por motivos desconocidos. También Roland Carreño y José Gregorio Camero, periodistas de profesión pero más dedicados al activismo político.
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