CNE de Venezuela “no cumplió” con medidas básicas para unas elecciones, según ONU
El informe de la ONU sobre las elecciones venezolanas del 28 de julio concluyó que la autoridad electoral “no cumplió con las medidas básicas de transparencia e integridad”. El sistema de votación electrónica estaba bien diseñado y era de confianza, pero la falta de pruebas del CNE sobre los resultados que dan la victoria a Nicolás Maduro impiden que sean unas “elecciones creíbles”.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela “no cumplió” las medidas básicas de “transparencia e integridad”, esenciales para la realización de unas elecciones creíbles, concluyó un informe preliminar del panel de expertos de la ONU que asistió a los comicios del 28 de julio, publicado este martes 13 de agosto.
Aunque el informe aclara que el objetivo de la misión era seguir e informar internamente al Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, sobre el proceso electoral y no emitir un juicio público sobre el resultado de las elecciones; el documento recalca que el CNE “no cumplió con las medidas básicas de transparencia e integridad que son esenciales para la realización de elecciones creíbles. Tampoco siguió las disposiciones legales y regulatorias nacionales, y todos los plazos establecidos fueron incumplidos”.
Horas antes, el portavoz Guterres, Farhan Haq, señaló, en su rueda de prensa diaria, que el informe provisional ya fue enviado al Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela y al secretario general de la ONU. El reporte señaló que el periodo preelectoral estuvo marcado por continuas restricciones del espacio cívico y político.
“La campaña gubernamental dominó los medios de comunicación estatales, con un acceso muy limitado para los candidatos de la oposición. Se mantuvieron una serie de restricciones al derecho de sufragio pasivo para varias figuras políticas destacadas”, informó la organización. A pesar de la falta de igualdad de condiciones, “la jornada electoral del domingo 28 de julio de 2024 se desarrolló en un ambiente mayoritariamente pacífico y estuvo bien organizada desde el punto de vista logístico”, detalló.
Hubo una participación del 59,97 % de los votantes inscritos, según cifras del CNE que coinciden con las de la oposición. Un “marcado aumento” con respecto a las elecciones presidenciales de 2018 (45,74 %).
Si bien el sistema de votación electrónica estaba bien diseñado y era de confianza, “y estaba previsto que funcionara en combinación con importantes procedimientos de auditoría y con los protocolos de difusión de resultados en el colegio electoral (...) Al parecer, la transmisión electrónica de los resultados funcionó bien al principio, pero se interrumpió bruscamente horas después del cierre de los colegios electorales”.
Por ello, los anuncios de la autoridad electoral no tienen pruebas. “El CNE no publicó, y aún no ha publicado ningún resultado (o resultados desglosados por mesa electoral), para apoyar sus anuncios orales, tal y como prevé el marco legal para las elecciones”, informó.
Nicolás Maduro fue proclamado con el 52 % de los votos, según el CNE, para un tercer mandato de seis años, hasta 2031. Pero la oposición liderada por María Corina Machado reivindica la victoria de su candidato Edmundo González Urrutia en los comicios del 28 de julio.
El CNE aplazó y posteriormente canceló tres auditorías postelectorales clave, detalló la ONU, incluida una sobre el sistema de comunicación que podría haber arrojado luz sobre la ocurrencia de ataques externos a la infraestructura de transmisión, la razón que da el chavismo para no entregar los resultados.
En resumen, “el proceso de gestión de resultados del CNE no cumplió las medidas básicas de transparencia e integridad que son esenciales para celebrar unas elecciones creíbles”.
Según la experiencia del Panel de la ONU, el anuncio de un resultado electoral sin la publicación de sus detalles o la entrega de los resultados tabulados a los candidatos no tiene precedentes en las elecciones democráticas contemporáneas. “Esto tuvo un impacto negativo en la confianza en el resultado anunciado por el CNE entre una gran parte del electorado venezolano”, se comentó en el informe.
Por su parte, el presidente del Parlamento de Venezuela, el chavista Jorge Rodríguez, tildó de “basura” al panel de expertos electorales ONU, que fue invitado a las presidenciales del 28 de julio, debido a la decisión del organismo multilateral de publicar su informe de veeduría de los comicios que, según habían asegurado, sería privado.
“Ese panel de expertos es un panel de basura sin palabras porque firmaron diciendo que el informe es privado, y que solamente lo conocería el poder electoral de Venezuela y el secretario general de las Naciones Unidas, pero hoy anuncian que lo harán público”, dijo el diputado, que fue apoyado con aplausos por la mayoría chavista que controla la Cámara.
“Van a seguir jodiendo y nosotros los vamos a seguir derrotando. Júrenlo, porque ha pasado una y otra vez”, prosiguió Rodríguez, entre gritos y aplausos, al término de una sesión en la que los diputados reiteraron su respaldo a la anunciada victoria de Nicolás Maduro en las recientes elecciones, cuyo resultado no es reconocido por numerosos países y organizaciones.
El jefe del Legislativo, que también es el principal portavoz del chavismo en temas electorales y de negociaciones políticas, propuso hacer una reforma a las leyes que rigen los comicios, a fin de vetar la observación internacional para que “ningún” foráneo pueda observar los procesos internos.
“Hagamos una reforma de las leyes electorales de este país para que nunca más ningún extranjero venga a tomar decisión sobre nada que tenga que ver con las elecciones de Venezuela. ¿Por qué tienen que venir, a cuenta de qué, qué tipo de capacidad tienen?”, sostuvo, pese a que tanto veedores, como observadores o acompañantes acuden en respuesta a una invitación del Estado receptor.
El Centro Carter, una de las organizaciones internacionales invitadas por el CNE, denunció que las elecciones del 28 de julio no pueden ser consideradas democráticas debido al incumplimiento de los estándares establecidos.
El CNE -que denunció un jaqueo el día de las votaciones, del que el Centro Carter no tiene evidencias- anunció el triunfo de Maduro, pero aún no ha publicado los resultados desagregados, como marca el reglamento, lo que ha desatado numerosos pedidos de transparencia dentro y fuera del país.
Por su parte, la mayor coalición opositora, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), insiste en la victoria de su abanderado, Edmundo González Urrutia, y creó una página web en la que publicó los resultados del “83,5 %” de las mesas de votación, que confirman —según la alianza— que Maduro perdió la Presidencia.
Consulte el informe completo aquí.
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El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela “no cumplió” las medidas básicas de “transparencia e integridad”, esenciales para la realización de unas elecciones creíbles, concluyó un informe preliminar del panel de expertos de la ONU que asistió a los comicios del 28 de julio, publicado este martes 13 de agosto.
Aunque el informe aclara que el objetivo de la misión era seguir e informar internamente al Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, sobre el proceso electoral y no emitir un juicio público sobre el resultado de las elecciones; el documento recalca que el CNE “no cumplió con las medidas básicas de transparencia e integridad que son esenciales para la realización de elecciones creíbles. Tampoco siguió las disposiciones legales y regulatorias nacionales, y todos los plazos establecidos fueron incumplidos”.
Horas antes, el portavoz Guterres, Farhan Haq, señaló, en su rueda de prensa diaria, que el informe provisional ya fue enviado al Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela y al secretario general de la ONU. El reporte señaló que el periodo preelectoral estuvo marcado por continuas restricciones del espacio cívico y político.
“La campaña gubernamental dominó los medios de comunicación estatales, con un acceso muy limitado para los candidatos de la oposición. Se mantuvieron una serie de restricciones al derecho de sufragio pasivo para varias figuras políticas destacadas”, informó la organización. A pesar de la falta de igualdad de condiciones, “la jornada electoral del domingo 28 de julio de 2024 se desarrolló en un ambiente mayoritariamente pacífico y estuvo bien organizada desde el punto de vista logístico”, detalló.
Hubo una participación del 59,97 % de los votantes inscritos, según cifras del CNE que coinciden con las de la oposición. Un “marcado aumento” con respecto a las elecciones presidenciales de 2018 (45,74 %).
Si bien el sistema de votación electrónica estaba bien diseñado y era de confianza, “y estaba previsto que funcionara en combinación con importantes procedimientos de auditoría y con los protocolos de difusión de resultados en el colegio electoral (...) Al parecer, la transmisión electrónica de los resultados funcionó bien al principio, pero se interrumpió bruscamente horas después del cierre de los colegios electorales”.
Por ello, los anuncios de la autoridad electoral no tienen pruebas. “El CNE no publicó, y aún no ha publicado ningún resultado (o resultados desglosados por mesa electoral), para apoyar sus anuncios orales, tal y como prevé el marco legal para las elecciones”, informó.
Nicolás Maduro fue proclamado con el 52 % de los votos, según el CNE, para un tercer mandato de seis años, hasta 2031. Pero la oposición liderada por María Corina Machado reivindica la victoria de su candidato Edmundo González Urrutia en los comicios del 28 de julio.
El CNE aplazó y posteriormente canceló tres auditorías postelectorales clave, detalló la ONU, incluida una sobre el sistema de comunicación que podría haber arrojado luz sobre la ocurrencia de ataques externos a la infraestructura de transmisión, la razón que da el chavismo para no entregar los resultados.
En resumen, “el proceso de gestión de resultados del CNE no cumplió las medidas básicas de transparencia e integridad que son esenciales para celebrar unas elecciones creíbles”.
Según la experiencia del Panel de la ONU, el anuncio de un resultado electoral sin la publicación de sus detalles o la entrega de los resultados tabulados a los candidatos no tiene precedentes en las elecciones democráticas contemporáneas. “Esto tuvo un impacto negativo en la confianza en el resultado anunciado por el CNE entre una gran parte del electorado venezolano”, se comentó en el informe.
Por su parte, el presidente del Parlamento de Venezuela, el chavista Jorge Rodríguez, tildó de “basura” al panel de expertos electorales ONU, que fue invitado a las presidenciales del 28 de julio, debido a la decisión del organismo multilateral de publicar su informe de veeduría de los comicios que, según habían asegurado, sería privado.
“Ese panel de expertos es un panel de basura sin palabras porque firmaron diciendo que el informe es privado, y que solamente lo conocería el poder electoral de Venezuela y el secretario general de las Naciones Unidas, pero hoy anuncian que lo harán público”, dijo el diputado, que fue apoyado con aplausos por la mayoría chavista que controla la Cámara.
“Van a seguir jodiendo y nosotros los vamos a seguir derrotando. Júrenlo, porque ha pasado una y otra vez”, prosiguió Rodríguez, entre gritos y aplausos, al término de una sesión en la que los diputados reiteraron su respaldo a la anunciada victoria de Nicolás Maduro en las recientes elecciones, cuyo resultado no es reconocido por numerosos países y organizaciones.
El jefe del Legislativo, que también es el principal portavoz del chavismo en temas electorales y de negociaciones políticas, propuso hacer una reforma a las leyes que rigen los comicios, a fin de vetar la observación internacional para que “ningún” foráneo pueda observar los procesos internos.
“Hagamos una reforma de las leyes electorales de este país para que nunca más ningún extranjero venga a tomar decisión sobre nada que tenga que ver con las elecciones de Venezuela. ¿Por qué tienen que venir, a cuenta de qué, qué tipo de capacidad tienen?”, sostuvo, pese a que tanto veedores, como observadores o acompañantes acuden en respuesta a una invitación del Estado receptor.
El Centro Carter, una de las organizaciones internacionales invitadas por el CNE, denunció que las elecciones del 28 de julio no pueden ser consideradas democráticas debido al incumplimiento de los estándares establecidos.
El CNE -que denunció un jaqueo el día de las votaciones, del que el Centro Carter no tiene evidencias- anunció el triunfo de Maduro, pero aún no ha publicado los resultados desagregados, como marca el reglamento, lo que ha desatado numerosos pedidos de transparencia dentro y fuera del país.
Por su parte, la mayor coalición opositora, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), insiste en la victoria de su abanderado, Edmundo González Urrutia, y creó una página web en la que publicó los resultados del “83,5 %” de las mesas de votación, que confirman —según la alianza— que Maduro perdió la Presidencia.
Consulte el informe completo aquí.
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