“El problema no es que gane Edmundo o Maduro, sino que acepten si pierden”
Luis Vicente León, economista, profesor universitario y analista político, habla sobre los riesgos de las elecciones de este domingo en Venezuela. Afirma que lo realmente importante es que el sector que resulte derrotado, ya sea la oposición o el gobierno, esté dispuesto a reconocer el triunfo del rival y sentarse a negociar. Entrevista.
Angélica Lagos Camargo
A pocas horas de que los venezolanos vayan a las urnas para elegir presidente, la tensión crece y el ruido se hace más fuerte. ¿Habrá fraude? ¿Ya ganó la oposición? ¿Maduro aceptará una derrota? Todas son dudas válidas en este proceso electoral, ya que es innegable que es la primera vez en 25 años de revolución bolivariana y 11 de gobierno de Nicolás Maduro que la oposición tiene opciones reales de lograr un triunfo; uno que también contempla el gobierno actual, pues si viera una derrota inminente no habría llegado hasta este punto electoral. Ya hemos visto en otras ocasiones cómo Maduro usa todo el aparato estatal para sus fines.
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A pocas horas de que los venezolanos vayan a las urnas para elegir presidente, la tensión crece y el ruido se hace más fuerte. ¿Habrá fraude? ¿Ya ganó la oposición? ¿Maduro aceptará una derrota? Todas son dudas válidas en este proceso electoral, ya que es innegable que es la primera vez en 25 años de revolución bolivariana y 11 de gobierno de Nicolás Maduro que la oposición tiene opciones reales de lograr un triunfo; uno que también contempla el gobierno actual, pues si viera una derrota inminente no habría llegado hasta este punto electoral. Ya hemos visto en otras ocasiones cómo Maduro usa todo el aparato estatal para sus fines.
“Estamos en este punto porque Maduro cree que puede ganar, en las condiciones obviamente semicompetitivas en las que le permitió participar al adversario. Si no fuera así, ya habríamos visto acciones adicionales de inhabilitación, como las que muchos esperaban”, dice desde Caracas Luis Vicente León, economista, profesor universitario, analista político y presidente de Datanálisis, empresa de análisis de riesgos y mercados. “Hay cansancio, agotamiento de años de lo mismo, de un gobierno que no resuelve los problemas y esto juega a favor de la oposición, pero cuidado, no es tan simple; el oficialismo tiene el resto (gente, capacidad de movilizar, recursos, el control de todo) lo que abre un escenario incierto”, explica. Entrevista.
¿Qué va a pasar este domingo en Venezuela?
Todo es incertidumbre. Ningún escenario se puede dar por hecho. No podemos hacer una interpretación simplista porque en Venezuela existe un gobierno autoritario que ha hecho de todo para mantenerse en el poder, y, por otro lado, hay una oposición que hoy sí tiene una mayoría. Sin embargo, no podemos asumir que eso significa que Edmundo González ya ganó. Ambas partes creen que van a ganar, lo cual es positivo para garantizar que la elección ocurra, pero ninguna acepta la posibilidad de que el otro gane. Esto implica un gran riesgo, ya que alguno podría equivocarse y no estar dispuesto a reconocer su derrota. No debemos olvidar que fue una campaña desigual, en la que Maduro contó con recursos, movilización, control institucional, y muchos otros factores que pueden influir en el resultado.
¿Por qué esta vez la oposición sí tiene esperanza de ganar?
Fue una estrategia hiperexitosa de María Corina Machado. Su trabajo fue impecable, ella calculó todo y logró que, por primera vez, los opositores se unieran en torno a un candidato, fueran unidos y mostraran que son mayoría. Es lo más importante que ha ocurrido en los últimos 25 años. Este es el peor momento para Maduro.
¿Se puede confiar en las encuestas? En la mayoría gana Edmundo González...
Si las encuestas definieran los resultados, Antanas Mockus habría sido presidente de Colombia. La teoría y la evidencia indican que cualquier elección representa oportunidad y riesgo para ambas partes, y es absurdo pensar que el análisis de las variables previas es suficiente para garantizar lo que ocurrirá el día de la elección. Hubo ventajismo del gobierno en términos de organización, maquinaria electoral, información, movilización, recursos, control, presencia y auditoría en las mesas, entre otros factores. Sin embargo, el candidato de la oposición es el favorito, sin duda. Tiene opciones para ganar, pero no sabemos si logrará concretar el triunfo el domingo.
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¿Cree que habrá fraude?
Esto no es un partido de fútbol, es un juego largo en el que la oposición entró con desventaja. La hora loca comenzará temprano, con informes parciales de ambos bandos, cada uno adjudicándose el triunfo, redes sociales alborotadas y llamados a salir a las calles. Si el gobierno pierde y no reconoce la derrota, podríamos estar en el escenario de un megafraude. Pero si gana y la oposición no lo reconoce, ¿volveremos a las trampas del pasado, cantar fraude y regresar a los conciertos en Cúcuta? No, la oposición debe demostrar su fuerza y su mayoría, respaldada por el enorme deseo de cambio de los venezolanos. Es un fraude si el gobierno no permite revisar las actas, no es transparente con los datos, no permite la verificación de datos, suspende la transmisión de datos o anula mesas. Eso sí, sería fraude.
¿Se puede confiar en las máquinas de votación? ¿Son confiables?
El sistema electoral es confiable; lo que sucede es que toda la campaña fue desequilibrada, y el gobierno entró ganando porque siempre tuvo la ventaja.
¿Qué pasa si Maduro gana?
Lo ideal sería que la oposición reconociera ese triunfo para no repetir los errores del pasado. El éxito o fracaso de esta elección se mide en términos de reconocer la victoria del rival. Son las elecciones más inciertas desde 2013.
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¿Qué pasa si gana la oposición y Maduro no reconoce ese triunfo?
Estamos hablando de supuestos, porque no hay nada claro. Esperar que la presión internacional sea tal que se vea obligado a reconocer a su rival político. Es que en este escenario no es tan fácil simplemente perder. Todo es muy complejo; puede pasar como en Perú, que Fujimori se robó las elecciones de Toledo, pero no pudo mantener la gobernabilidad; o como en Chile, cuando Pinochet intentó desconocer el plebiscito y fue un sector militar el que lo obligó a aceptar… Estamos ante un escenario desconocido.
Habla de los militares, ¿qué harán si Maduro pierde?
Es muy difícil de proyectar, desde hace años el sector militar salió de los cuarteles y se involucró totalmente en la revolución: hoy tienen gobernaciones, ministerios, negocios. ¿Estarían dispuestos a volver a los cuarteles? Un cambio de gobierno traería una transición difícil. Si Edmundo González gana tendrá que enfrentar seis meses de Maduro como presidente y todas las instituciones permeadas por el chavismo, incluso para juramentarse tendría que pedir permiso al chavismo. Deben hablar y garantizar la permanencia de los derechos de participación política del chavismo en el futuro, sería un proceso muy complejo.
Con ese deseo de cambio de los venezolanos, ¿por qué se dice que habrá alto abstencionismo?
La abstención será alta y no por falta de interés, sino porque hubo muchas trabas. Mira, el Gobierno prende las máquinas de votación y ya tiene el 25% de abstención, que son los venezolanos en el exterior que no pudieron inscribirse para votar, solo pudo inscribirse el 1%. Y luego tienes los obstáculos del día de la votación: que hay lluvia, que no puedes ir lejos a votar, que no hay gasolina para tanquear el carro y llegar al puesto, que hay mucha cola.
¿Habrá una nueva ola migratoria?
No necesariamente. La migración venezolana tuvo picos ya hace muchos años y la parte más sensible de la sociedad ya se fue. Los que se quedan es porque no pueden irse, por edad o se quieren quedar. Resulta que hoy la gente está mejor que en 2018. No es que Maduro gane, y todo el mundo se vaya. La gente arranca si se deteriora la situación económica. Ejemplo, en 2018, una señora del servicio ganaba US$20 al mes, apenas tenía para comer; hoy gana US$25 diarios… ¿Será que se va a pasar trabajos, enfrentar discriminación y xenofobia en otro país? Yo no creo ni que salgan millones ni que se regresen miles. Pasa como con los colombianos, aquí viven todavía millones de migrantes colombianos, que no se devolvieron cuando la crisis estuvo más dura, por una razón, porque el migrante desarrolla arraigo y se queda. Eso pasa con todos.
¿A qué hora habrá resultados?
Hay una hora oficial, pero ambas partes están listas para celebrar el triunfo antes de que se produzca el primer informe oficial. Ojalá que no porque eso crea confusión y caos.
¿Sirve la presión de la comunidad internacional?
Tienen que esperar los resultados oficiales, ver las pruebas y reconocer el gobierno que surja de la votación. No se puede solo comprar la teoría de la parte perdedora que cante fraude. La comunidad internacional puede exigir auditorías. Si el gobierno va ganando desde temprano, los resultados saldrán rápido; si no, creo que puede haber demora porque habría que negociar para adentro para ver cómo harán, estás hablando de una derrota de una revolución de 25 años… la salida no será fácil.
¿Ve un diálogo real posible tras las elecciones?
La presión de Estados Unidos y otros países puede empujar esa opción, de esto solo se puede salir negociando. Tienen que sentarse chavismo y oposición a revisar qué hacer. No será nada fácil.
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