En una rueda de prensa con medios de comunicación de distintas partes del mundo, entre ellos El Espectador, María Corina Machado habló sobre la situación que vive Venezuela un mes después de las elecciones presidenciales, teniendo de fondo la certificación por parte de las autoridades chavistas de la reelección de Nicolás Maduro, la orden de detención de Edmundo González Urrutia y el aumento de la represión, así como los esfuerzos internacionales que se han gestado alrededor del país vecino.
De acuerdo a lo dicho en el encuentro virtual, llevado a cabo a través de Zoom, algunas personas dentro del régimen se han acercado al círculo de la oposición, pues, según ella, “han entendido que esto no es sostenible”. Esa respuesta la dio cuando desde este diario se le preguntó sobre las personas que rodean a Maduro y lo que se les puede ofrecer para ocasionar un quiebre que lleve eventualmente a una transición en Venezuela.
“También están los actores internacionales que están usando sus conexiones para tratar de mostrarle que la mejor opción es negociar. Algunas iniciativas, como la de Lula y Petro, tienen ese objetivo. ¿Qué tan efectivas han sido? Tal vez no lo que esperábamos, pero el mensaje ha sido enviado”, agregó la líder opositora, quien recalcó que existe una voluntad para dar incentivos y garantías a quienes opten por la vía de la negociación, además de que aseguró que Colombia y Brasil deben al menos lograr que el mandatario venezolano les conteste el teléfono.
Durante la videoconferencia, Machado recordó la detención de Perkins Rocha, una de sus personas más cercanas y de mayor confianza, y aprovechó para decir que “todos los que públicamente o de forma directa se asociaron a las elecciones del 28 de julio se escondieron, huyeron del país, están bajo asilo o permanecen presos. Maduro ordenó la más fuerte y brutal represión en las horas posteriores a los comicios. Alrededor de 2.500 venezolanos han sido arrestados, sobre todo gente joven y pobre. Muchos han sido maltratados, torturados, y uno 150 menores de 18 años fueron llevados a cárceles, acusados de terrorismo, además de que 200 mujeres permanecen en prisión”.
Machado fue enfática en decir que lo que le queda a Nicolás Maduro es el uso de la fuerza, tanto del Ejército como de los grupos paramilitares, y que la decisión suya de incrementar la represión no se traduce en tener una mayor lealtad por parte de los venezolanos, al contrario, dice que lo aisla cada vez más: “Él tiene que rendir cuentas y hay mecanismos internacionales para hacerlo. Créanme, este mensaje llega a los sectores que aún hoy lo apoyan y es absolutamente riesgoso. Ustedes me preguntan si estoy en riesgo de muerte o de caer presa. Claramente lo estoy. Nos están buscando intensamente”.
Con referencia a Estados Unidos, dijo que la administración de Joe Biden todavía puede hacer mucho más por Venezuela y confirmó que ha estado en contacto con los equipos de campaña de Donald Trump y Kamala Harris. Mencionó que el apoyo a su país es bipartidista, que es un asunto de prioridad y de seguridad nacional, que es algo urgente. Sobre las sanciones y el petróleo dijo: “La idea de que no era posible derrotar a Maduro se creó en todo el mundo y ciertos sectores financieros, como el energético, tenían interés en eso mismo. Esto fue algo miope porque creo que se ha demostrado que la naturaleza de este régimen no da la oportunidad de desarrollo. Eso depende del país, de si tenemos una transición hacia la democracia”. Machado dijo que ambos enfoques se necesitan: el de la presión y la negociación.
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