“Si Chávez estuviera vivo, estaríamos acusados de traición”: Rafael Ramírez
El exministro de Petróleo de Venezuela, exiliado en Italia, reflexiona sobre la crisis política que vive el país tras las elecciones del 28 de julio. Acusa a Nicolás Maduro de haber dado un golpe de Estado. Entrevista.
María Alejandra Medina
Me imagino que no pudo votar.
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Me imagino que no pudo votar.
No, no pudimos votar. De 7,7 millones que estamos en el exterior y cinco millones con edad de votar, solo permitieron votar a 69.000. Es un número terrible de cómo se negó el derecho voto.
Y teniendo en cuenta su condición de pedido en extradición, no sé hasta qué punto tenga acceso a servicios consulares…
No es porque tenga nada de extradición, que, por cierto, eso ha sido derrotado aquí en Italia, sino que el Gobierno ha cerrado los consulados y las embajadas a los venezolanos porque saben que estamos contra Maduro.
¿En Italia no hay ningún consulado abierto?
Sí, está el de Milán y la embajada.
¿Cuál ha sido su impresión desde el día de las elecciones y sobre las estrategias tanto de la oposición como del oficialismo hasta el momento?
En todos mis escritos antes de las elecciones preveía que iba a haber un fraude, porque eso no se produce solo el día de la votación. Con bastante anticipación, el Gobierno ha venido violentando el sistema electoral: confiscaron 10 partidos políticos con sus tarjetas electorales; inhabilitaron no solamente a María Corina Machado, que es el caso más notable, sino que a todos nos inhabilitaron; impidieron el Registro Electoral, impidieron observación internacional, cambiaron los centros de votación... Hicieron todo lo posible para restringir a los venezolanos el ejercicio de su derecho al voto. Y el día de la votación, increíblemente, a partir de las 4 de la tarde, comenzaron a cerrar los centros electorales porque se dieron cuenta de que las actas de votación indicaban que la derrota de Maduro era abrumadora.
Habiendo designado a Elvis Amoroso [del CNE], un aliado incondicional de Nicolás Maduro, y habiendo designado a una nueva presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, Maduro estaba asegurándose el fraude. Eso fue lo que hicieron el mismo 28: fue un fraude inmenso. Él se autojuramentó el 29, al día siguiente, o sea, no dieron tiempo de que la gente reaccionara. Se estaba consolidando un golpe de Estado. En Venezuela, a las cosas hay que llamarlas como son: Maduro dio un golpe de Estado y ahorita se sostiene por la trampa y la violencia.
Sencillamente el país se ha convertido en un escenario de represión policial; hay cientos detenidos y han restringido todas las posibilidades de que la gente ejerza su derecho al voto y sus derechos políticos.
¿Qué escenarios ve a futuro?
Creo que Maduro está decidido a mantenerse en el golpe de Estado porque ellos no tienen muchas opciones de a dónde irse porque han cometido muchos crímenes y muchas fechorías. Van a aguantar ahí, es un grupo que lo sostienen con las armas dentro del ejército. El alto mando, por lo menos, está sosteniendo a Maduro con las armas.
Sobre la presión internacional, quisiera referirme al esfuerzo del presidente Petro, Lula y el presidente de México. Eso está muy bien porque Maduro tiene ahora las cosas muy complicadas. Adelantó las elecciones, porque debieron ser en diciembre, pero él las adelantó al 28 de julio porque estaba urgido de darse un baño de legalidad y legitimidad, y ha salido con las tablas en la cabeza. No solo no obtuvo lo que quería en relación con los votos, sino que está más aislado que nunca en el ámbito internacional.
Quisiera hacer referencia a la diputada Jennifer Pedraza que hizo una reflexión muy interesante en Colombia: Maduro no es un gobierno de izquierda ni chavista, lo que está haciendo no tiene nada que ver con la política y los principios del chavismo. Todo el país, oposición y chavistas, estamos contra Maduro. Él recibió en contra más del 70 % de los votos, ahí están los votos chavistas. El 29, quienes salieron a protestar en los barrios fueron los mismos que salieron a protestar cuando el golpe de Estado de Carmona: los sectores chavistas de la ciudad, no fue el este; fueron los pobres pobres, los que siempre han votado por Chávez.
Todo esto tiene patas cortas, es decir, hay que seguir exigiendo que se muestren las actas, que se cumpla la voluntad popular. Yo no veo que nadie vaya a negociar este punto fundamental de que Maduro perdió las elecciones. Hay un rechazo extendido en todos los sectores hacia Maduro o cualquiera que represente el madurismo. Entonces creo que él no va a tener muchas opciones y la gente se mantiene en la calle. Las cosas van a cambiar en el país.
¿Cuál sería el punto de inflexión para perder el apoyo de las Fuerzas Armadas?
Un problema que tiene la dirección de la oposición es que hay mucho rechazo a la figura de María Corina por su permanente narrativa en contra del chavismo y la Fuerza Armada. Entonces aquí no se trata de darles garantías a los jefes militares para que cojan un avión y se vayan; aquí lo que la gente está pidiendo es garantías para que se mantenga la Constitución, la soberanía petrolera, las conquistas sociales y la institucionalidad de las Fuerza. Eso hay que entenderlo si se quiere llegar a un punto donde las Fuerzas Armadas hagan un quiebre.
Ahora, fíjese que Maduro no está utilizando la Fuerza Armada para reprimir. Maduro ha convertido al gobierno en un gobierno policiaco, han incrementado la capacidad y el número de guardias nacionales, que son los que están utilizando para la represión, y una cantidad de fuerzas parapoliciales y policiales que están haciendo mucho daño. Eso a las Fuerzas Armadas les molesta porque ellos tienen que cumplir su responsabilidad constitucional de defender las garantías constitucionales, y la policía, el madurismo, está arremetiendo. Eso nunca había sucedido en el país, una represión de este tipo. A la gente se la están llevando por cualquier razón. Se están llevando presos a los más de 30.000 testigos de mesa que estuvieron representando a la oposición; se están llevando preso a cualquiera que emita una opinión distinta a la de Maduro. Es una represión abierta y es un estado policiaco que en algún momento va a hacer que la Fuerza Armada reaccione en contra de esta situación. Yo confío mucho en las Fuerzas Armadas. Aunque hay un generalato que está corrompido, pero creo que dentro hay un importante componente bolivariano y chavista, y en algún momento esos muchachos tienen que responder a los principios de Chávez.
Yo confío mucho en las Fuerzas Armadas. Aunque hay un generalato que está corrompido, pero creo que dentro hay un importante componente bolivariano y chavista, y en algún momento esos muchachos tienen que responder a los principios de Chávez.
Rafael Ramírez
¿Cómo evalúa el rol de María Corina Machado, quien siempre fue muy crítica con Chávez, y a Edmundo González como candidato?
Ha estado en el momento y en el sitio adecuado. Ella fue la única a la que Maduro dejó participar. A todos nosotros nos ha reprimido de una manera terrible: nos han encarcelado o nos han exiliado. Ella tomó su oportunidad y lo hizo muy bien, al estar en la calle. Pero aquí no hay que confundirse: la gente no está votando por el programa de María Corina, está votando en contra de Maduro. Esto es un enorme plebiscito en contra de él. La gente está buscando desesperadamente alguna forma constitucional y legal de salir de Maduro. Nuestro pueblo hace tiempo dejó los atajos golpistas, quiere que Maduro salga por medio de lo que está establecido en la Constitución, con los votos. Si algún milagro ha hecho Maduro ha sido el de unir a todos los sectores políticos y sociales del país en el solo propósito de salir de la dictadura.
¿Cómo cree que Maduro está reconfigurando su círculo de confianza, del que por cierto usted salió hace varios años ya, para evitar cualquier riesgo contra él?
Yo nunca fui del círculo de confianza de Maduro, yo fui del círculo de confianza de Chávez. Fui su discípulo durante 12 años. Cuando Chávez muere y sube Maduro, lo primero que hizo fue hacernos de lado a todos los de Chávez. Maduro comenzó a construir su cuestionado círculo de confianza, que se está desmoronando porque no ha sido capaz de conducir el país. Lo han acabado. Ahí en Colombia hay millones de venezolanos, y eso va a seguir. Tenemos una profunda crisis económica: acabaron con la industria petrolera, con las empresas del Estado, se endeudaron, acabaron con los programas sociales, y eso destruyó el país.
El círculo político de los que estábamos con Chávez tenía base ideológica, o si uno piensa en el Partido Comunista de Cuba o de China, hay un compromiso político. Aquí lo que hay son intereses. Por ejemplo, Tareck El Aissami, su operador por excelencia, estaba formando su propio grupo y entró en conflicto con los otros grupos de los hermanos Rodríguez, por ejemplo, y Diosdado, y se llevó 21.000 millones de dólares de petróleo que no cobraron, petróleo que le dieron a la gente de ellos. Ellos hacían grandes restaurantes en Caracas, y Maduro hablaba del milagro del madurismo. No, era como cuando el narcotráfico lava dinero: era dinero robado a la Nación. Eso se va cayendo y Maduro está más solo que nunca, tiene un cuadro cerrado con los hermanos Rodríguez, con su esposa, Cilia Flórez, que es un agente político tremendamente importante, y Diosdado Cabello. Padrino López está ahí por conveniencia, y se ha conformado con las migajas que le dan de participación en la economía, que es una cosa vergonzosa. Todo esto es un retroceso terrible para América Latina.
¿Cómo ha visto la respuesta de la comunidad internacional?
Son los países de América Latina los que están encabezando la acción internacional en relación con Venezuela, es decir, nosotros mismos tenemos la postura. En Estados Unidos, Biden va de salida, tiene el problema de Ucrania, está sosteniendo a Israel... América Latina ha levantado la voz, liderada por el presidente Lula y los países latinoamericanos que no han reconocido lo que ha pasado en Venezuela. La posición del presidente Boric ha sido más clara y más atada a principios en el sentido de ni siquiera reconocer al gobierno Nicolás Maduro porque se juramentó a un dictador; eso no se puede reconocer.
En otra entrevista dije que a Maduro no se le puede dar un cheque en blanco, ese es un dictador que va a tratar de utilizar lo poco que queda de petróleo para manipular a Colombia y su proceso político, y al final no nos conviene a nadie. Un retroceso como lo que sucedió en Venezuela con este fraude y este golpe de Estado es muy malo para Colombia, para Brasil y para todos. La presión internacional tiene que continuar.
A la izquierda latinoamericana habría que decirle lo que dice el presidente Boric: independientemente de nuestra postura política en relación con la oposición o lo que sea, hay un tema de principios. Nosotros, los chavistas, los revolucionarios, no podemos transigir con un golpe de Estado y una dictadura. Este es el momento de levantar la voz, pase lo que pase. A mí me han caído todas las plagas posibles de la persecución madurista. Me han exiliado, han metido preso a un hermano, me han puesto órdenes de captura, me han hecho la vida imposible, pero uno tiene que decir las cosas en su momento. Este no es un gobierno chavista, ni izquierda ni democrático, y los países de la región, sobre todo los países progresistas, tienen que negarse a aceptar una dictadura como esta en nuestra propia región.
Las denuncias por corrupción en PDVSA no vienen solo de Venezuela, sino también de otros países como Estados Unidos. ¿Cuál sería su expectativa sobre sus casos si en Venezuela pudiera darse una restauración democrática, con organismos de control y judiciales con garantías?, ¿volvería al país o estaría dispuesto a afrontar este tipo de procesos si hubiera garantías?
Fuera de Venezuela yo no tengo ningún proceso abierto por nada; de hecho, cuando Maduro solicitó mi extradición a Italia, la justicia italiana abrió la investigación sobre mi caso y no encontró ningún elemento para extraditarme; al contrario, me otorgaron el estatus de refugiado político. Todo el mundo sabe en Venezuela que la justicia de Maduro actúa como un brazo represor. Nada de esas acusaciones tiene un fundamento. Hasta el día anterior a mi renuncia yo era un héroe en el país. Inmediatamente después de que me separé de Maduro comenzaron todas estas acusaciones. Por supuesto que en nuestro país se va a restablecer la justicia y voy a volver a mi país. En 2015 hubo una sentencia del Tribunal Supremo de Justicia a favor mío, esa sentencia está ahí, donde deniegan todas esas acusaciones que se me han hecho. Maduro ha utilizado las acusaciones de corrupción como un elemento de persecución; para él, todo el que se le opone es corrupto, pero los corruptos son ellos.
Ellos quieren destruir la imagen política, te ponen la chapa, todos los periodistas te preguntan lo mismo, como tú me estás preguntando, porque, bueno, están obligados a preguntarlo, pero eso no tiene asidero, y el tiempo me ha venido dando la razón. Yo he dicho lo que iba a pasar en el país, y ha venido sucediendo. Yo he podido ser parte de esa cúpula que tú dices, haberme quedado en el gobierno de Maduro y estaría feliz, sería un héroe, pero no: ellos han acabado con el país, han destruido la industria petrolera, han destruido nuestro futuro y yo tenía que estar del lado correcto de la historia, del lado de Chávez. Si Chávez estuviera vivo capaz que estuviera acusado de corrupto, porque él era mi jefe, yo no hacía nada sin que me autorizara, entonces seríamos dos corruptos, y estaríamos acusados de traidores de la patria. No hay que hacer eco de la campaña del madurismo contra todos nosotros porque estás haciendo una injusticia; vamos a luchar para restablecer la democracia y el Estado de derecho en nuestro país. Cuando salga ese fiscal criminal, cuando salga ese Tribunal Justicia, esos jueces que han puesto, muchas cosas se van a aclarar en nuestro país. Podremos volver a hacer hombres y mujeres libres.
Por eso en mi pregunta estaba claro que en Venezuela no hay garantías judiciales, pero también hay registros de otras investigaciones, en Estados Unidos y España por ejemplo, sobre el desfalco a PDVSA.
En contra mía no hay.
Contra su círculo cercano sí.
Gente que estuvo trabajando en la industria, que son 100.000 trabajadores, con 327 empresas. Cualquier irregularidad que haya ocurrido, ellos tendrán que responder por sus acciones, pero tiene nada que ver conmigo; todo lo han orientado a mí con el objetivo preciso de afectarme políticamente, pero que hagan lo que quieran. Al final el país sabe lo que está ocurriendo y mis perseguidores, mis verdugos, son unos corruptos inmensos, y ahí está lo que han hecho con Venezuela, con el país y en particular con la industria petrolera. Pero qué interesante lo que mencionas: en esos medios que mencionas, donde el madurismo tiene palangristas, gente y campaña, no mencionan a Tareck El Aissami, por ejemplo. Es increíble, el que tiene dinero puede manejar la información en un sentido o en otro.
¿Qué incidencia política está pudiendo tener desde Italia para tratar de sacar a Venezuela de esta crisis?
La tecnología nos permite hablar, estar en dos continentes distintos e interactuar. Eso es lo que yo hago. Mi único interés y objetivo, a lo que le dedico todo mi tiempo, es a restablecer la Constitución y la democracia en mi país. Estoy muy activo con el sector chavista, en orientar a los sectores políticos del país para tener una mejor comprensión de lo que sucede. Muy activo escribiendo y denunciando todo lo que ha sucedido, lo que están haciendo, porque en Venezuela hay mucha restricción a la información. Para los que fuimos ministros de Chávez es muy importante mantener una posición firme de alerta y de principios. Es muy triste ver a esos dirigentes chavistas que sencillamente se lavaron las manos, cogieron una embajada y se fueron. La situación del país requiere que todos desde los distintos sectores políticos trabajemos con el objetivo común de restablecer la Constitución y el imperio de la ley de nuestro país.
¿Ha estado en contacto con otros candidatos en el tarjetón o con miembros de la Plataforma Unitaria?
Todo el tiempo, y con los chavistas, orientándolos para saber cómo nos vamos a mover. Pero en el país hay mucho miedo, esta entrevista no la puedo tener en Venezuela. Quien diga que se reúne conmigo va preso o es sospechoso. Creo que fue contigo misma que me preguntaste si iba a ir de candidato, porque había un grupo de chavistas que querían que yo fuera el candidato de izquierda y tan pronto hice el anuncio vinieron otra vez las acusaciones en mi contra. Fíjate cómo las fabrican de un día para otro, y tienen preso a mi hermano Fidel Ramírez desde hace dos años, en un calabozo de 2 metros por 1,5, sin ventanas. Eso es para que nos callemos, para que ellos se impongan por el miedo, y eso no lo vamos a hacer.
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