¿En qué va el conflicto Rusia-Ucrania y qué papel juegan EE. UU. y la OTAN?
Han sido muchos los titulares que hablan de guerra, pero la diplomacia ha prevalecido. Recuento de este conflicto que tiene la atención mundial.
Edwin Bohórquez Aya
¿Por qué hay tanta tensión entre Estados Unidos y Rusia por Ucrania? ¿Qué es la OTAN y qué papel juega en todo esto? ¿Cuál es la razón por la que, literalmente, Ucrania está en el medio de la situación y muchos de sus habitantes incluso ya están tomando clases para aprender a usar armas sin ser policías o militares? ¿Por qué hemos visto noticias que retratan la movilización de tropas en esta zona fronteriza de Europa y Asia Central? ¿Cómo podemos leer la historia de esta parte del mundo para tratar de entender lo que estamos viviendo hoy? ¿Esto se trata, como muchos de los conflictos globales, de un tema con profundos intereses económicos? ¿Es posible que, como se ha advertido, estalle una guerra entre potencias? Como estas hay muchas preguntas que incluso nos han llegado por correo (“Como docente Universitario, sería de gran utilidad para mis estudiantes la descripción con lujo de detalles como lo hacen siempre ustedes sobre qué está pasando en Ucrania”, nos escribió Santiago Trujillo Echeverry, docente universitario) y por eso en este boletín de El Espectador le explica y tras recibir todos los links que desde la sección Internacional y de Video se han generado al respecto, les contaremos qué es lo que está pasando y por qué los ojos del mundo, a pesar de tantas noticias que tenemos que registrar, están puestos en el desenlace de una tensión global a la que se acaba de sumar el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y hasta el canciller alemán Olaf Scholz. A, ¿y cómo queda Colombia en medio de todo este escenario? Recuerden que todas las noticias de lo que está pasando en Colombia y el mundo están aquí, y que a lo largo de este texto dejaremos una serie de links a los que les recomendamos entrar para poder entender mejor toda la situación. Comencemos.
Gracias por ser nuestro usuario. Apreciado lector, te invitamos a suscribirte a uno de nuestros planes para continuar disfrutando de este contenido exclusivo.El Espectador, el valor de la información.
¿Por qué hay tanta tensión entre Estados Unidos y Rusia por Ucrania? ¿Qué es la OTAN y qué papel juega en todo esto? ¿Cuál es la razón por la que, literalmente, Ucrania está en el medio de la situación y muchos de sus habitantes incluso ya están tomando clases para aprender a usar armas sin ser policías o militares? ¿Por qué hemos visto noticias que retratan la movilización de tropas en esta zona fronteriza de Europa y Asia Central? ¿Cómo podemos leer la historia de esta parte del mundo para tratar de entender lo que estamos viviendo hoy? ¿Esto se trata, como muchos de los conflictos globales, de un tema con profundos intereses económicos? ¿Es posible que, como se ha advertido, estalle una guerra entre potencias? Como estas hay muchas preguntas que incluso nos han llegado por correo (“Como docente Universitario, sería de gran utilidad para mis estudiantes la descripción con lujo de detalles como lo hacen siempre ustedes sobre qué está pasando en Ucrania”, nos escribió Santiago Trujillo Echeverry, docente universitario) y por eso en este boletín de El Espectador le explica y tras recibir todos los links que desde la sección Internacional y de Video se han generado al respecto, les contaremos qué es lo que está pasando y por qué los ojos del mundo, a pesar de tantas noticias que tenemos que registrar, están puestos en el desenlace de una tensión global a la que se acaba de sumar el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y hasta el canciller alemán Olaf Scholz. A, ¿y cómo queda Colombia en medio de todo este escenario? Recuerden que todas las noticias de lo que está pasando en Colombia y el mundo están aquí, y que a lo largo de este texto dejaremos una serie de links a los que les recomendamos entrar para poder entender mejor toda la situación. Comencemos.
El 6 de abril de 2021 nos dijeron lo siguiente: “La relación entre Ucrania y Rusia pasa por uno de sus peores momentos. Tanto así que algunos países europeos temen que el conflicto fronterizo termine en una guerra internacional”. Lo escribía el equipo encargado de la sección Internacional quien luego nos explicó este conflicto con un poco de historia, un tanto de coyuntura y algo de interpretación: “El pasado 25 de marzo el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, firmó un decreto inédito para el país que sustituye la anterior doctrina militar titulado ‘Sobre la estrategia de seguridad militar en Ucrania’. El documento tiene dos objetivos: blindarse militarmente ante su vecino, Rusia, poniendo fin a la presunta “ocupación ilegal”, y acelerar su proceso de ingreso a la Organización del Tratado del Atlántico Norte, mejor conocida como la OTAN. A poco más de un mes de la entrada en vigor del decreto, parece que el gobierno local llegó a donde quería; es decir, al borde de una guerra contra el Kremlin (Rusia) para poner contra las cuerdas a la comunidad internacional y generar una reacción de su parte”.
Los dos, tanto Rusia como Ucrania, fueron parte de la Unión Soviética, pero cuando se disolvió, Ucrania se hizo a un lado y Rusia quiso mantener su influencia sobre el vecino controlando el suministro de gas a bajo precio. Pero la estrategia de Ucrania estaba para el otro lado de Europa y quería mirar hacia ‘occidente’, algo que nunca le ha gustado a Rusia. Ucrania quería ser parte de la OTAN, teniendo en cuenta que Estados Unidos es el principal jugador de esta organización. Entonces en dos ocasiones, 2006 y 2009, Rusia le cerró la llave del combustible a Ucrania. En el 2014 Rusia se hizo a Crimea y ocupó esta parte del territorio ucraniano. Desde Kiev, la capital, dijeron en su momento que Crimea había pasado de ser “un centro turístico a una cabeza de puente militar para la expansión de la influencia de la Federación de Rusia”. Se desató el conflicto, la conocida guerra de trincheras de lado y lado. Incluso, en el marco de la celebración de los 70 años del día D de Normandía, nació el Cuarteto de Normandía, compuesto por Rusia, Francia, Alemania y Ucrania, para tratar de limar asperezas. Aunque supuestamente se hablaba del Acuerdo de paz Minks, solo hasta el 2019 hubo retirada de tropas. Se cree que este conflicto ya deja 14.000 muertos, existía una tregua y se rompió tras la muerte de cuatro soldados ucranianos. Y así llegamos a finales de 2021, cuando Rusia exigía a EE.UU. que no incluyan a Ucrania en la OTAN, pues esto la abriría la puerta a Kiev para recibir ayuda militar.
¿Planeaba Rusia una agresión contra Ucrania? Se preguntaban nuestros colegas de la sección Internacional el pasado 2 de diciembre de 2021, cuando empezaron a llegar muchos cables sobre la tensión expresada por Antony Blinken, el secretario de Estado de Estados Unidos, en declaraciones a medios de comunicación de todo el mundo en medio del Consejo Ministerial de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) en Suecia. Para ese momento, según Blinken, tropas de Rusia estaban llegando a su frontera con Ucrania y pedía respeto por la soberanía ucraniana al tiempo que exigía el retiro de las tropas. Rusia, casi que de inmediato, respondió por medio de la portavoz del ministerio ruso de Relaciones Exteriores, Maria Zajarova: “El ejército ucraniano está fortaleciendo sus capacidades militares, trayendo equipos pesados y personal”.
El presidente ruso, Vladimir Putin, de manera directa, aseguró que “ellos hablan de una posible intervención militar rusa en Ucrania desde comienzos del año. Pero como pueden ver, tal cosa no sucedió”, y cerró con la siguiente frase: “No se trata de intervenir o no, combatir o no. Se trata de restablecer los vínculos”, y que lo más importante era tener en cuenta los intereses en materia de seguridad de todas las partes. Blinken hizo lo propio: “Si Rusia sigue el camino de la confrontación en Ucrania responderemos con resolución, incluyendo medidas de impacto económico que hemos evitado usar en el pasado”.
Cinco días después estaba citado un encuentro entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el de Rusia, Vladimir Putin, vía telefónica, para tratar de calmar la situación, aunque se decía de entrada que Putin llevaba la delantera tras volver al escenario de la geopolítica mundial dominado por la rivalidad entre Estados Unidos y la superpotencia China. Prevalecía la diplomacia, por supuesto, mientras que Putin tenía que atender otro llamado, el de Kazajistan encendido en las protestas. También analizamos la conversación que tuvo el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, tras su reunión con representantes de Alemania, Francia y Rusia en Kiev para dialogar sobre la crisis en la frontera:
Mundo
Claves de la tensa cumbre virtual entre Joe Biden y Vladimir Putin
Mundo
En llamada con Putin, Biden insiste en que responderá si Rusia invade Ucrania
Mundo
El conflicto en Kazajistán le está dando dolores de cabeza a Putin, ¿por qué?
Mundo
Ucrania, la obsesión de Putin, ¿por qué es tan importante?
Para el 19 de enero, en la previa del balance del primer año de Joe Biden, el presidente de Estados Unidos dio una declaraciones y tocó el delicado tema de Ucrania y Rusia: “No creo que Putin quiera una guerra a gran escala”. Y, para completar: “¿Que si creo que va a poner a prueba a occidente, a Estados Unidos y la OTAN tanto como puede? Sí, creo que lo hará”. La misma semana, durante una reunión en Ginebra, se sentaron para tener una conversación catalogada como “franca” el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov. Palabras más, palabras menos, dijeron que “es necesario un diálogo razonable” para que “se calmen las emociones”. El representante ruso apuntó que su país: “jamás de los jamases, en ningún lugar, ha amenazado al pueblo ucraniano”. Rusia mantenía su posición unilateral sobre la retirada de la OTAN de Europa y pidieron para la semana que llegaba una respuesta, por escrito, de Estados Unidos frente a esa postura.
¿Pero todo esto tiene algún tipo de implicaciones para Colombia? Pues muchos titulares hablaron de que tropas rusas estarían llegando a Cuba y a Venezuela, elevando la temperatura en este lado del mundo, y más teniendo en cuenta que Colombia es una aliado de Estados Unidos. Pero, más allá de tratar de meterle leña al fuego, ¿eso tenía sentido? Entrevistamos a Rafael Piñeros, profesor de relaciones internacionales de la Universidad Externado de Colombia y experto en la materia, para que nos ofreciera una explicación. Camilo Gómez, redactor de la sección Internacional, nos recordaba que aunque hay presencia militar de rusos y estadounidenses en estos dos países, fue Piñeros quien soltó el análisis: “es significativamente exagerado decir que los militares que hay en Estados Unidos en Colombia están porque están fraguando un ataque sobre Caracas, eso también es exagerado, pero sirve para justificar o legitimar los comportamientos que los gobiernos tanto de Bogotá como de Caracas toman respecto a la situación”.
- “A veces mostrar los dientes sirve para retomar el cauce de la diplomacia”: Rafael Piñeros, profesor de relaciones internacionales de la Universidad Externado de Colombia.
Para la semana del 24 de enero la tensión parecía más generada por los titulares de -sí, que sirve de algo la autocrítica- los medios de comunicación que por la realidad misma. Por ejemplo más allá de las especulaciones, había que ir a la fuente: “A día de hoy no hay ningún motivo para el pánico y pediría a todos que estén tranquilos”, dijo el propio secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Oleksiy Danílov. El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, también se pronunció: “nada nuevo que pueda incrementar el sentimiento de miedo sobre un ataque inminente”. Incluso el mismo Danílov le pidió a los medios de comunicación explícitamente “reducir la retórica bélica”.
Al día siguiente se mantenían los infinitivos y era desde Estados Unidos donde se ponía en alerta a 8.500 soldados que podrían desplegarse a Europa del Este. Y mientras tanto, Alemania y España también entraban al ruedo. Por el lado del primero, está “el futuro del controvertido gasoducto Nord Stream 2. Una descripción general sobre este controvertido proyecto: tiene como objetivo llevar el gas ruso directamente a Alemania por el mar Báltico sin tener que pasar por el corredor que hay actualmente en territorio ucraniano, el cual Kiev ha usado como su ‘póliza de seguro’ para influir tanto en Bruselas (Unión Europea) como en Moscú”, nos contaba Camilo Gómez. “La clave para entender esto es que el gasoducto que atraviesa Ucrania vuelve dependientes a Europa y a Rusia de Kiev. Si hay otra alternativa, Kiev pierde su poliza de seguro y comienza a quedar más marginada de la conciencia europea”, agregaba Camilo en esta texto. Alemania entonces está entre la espada y la pared, porque quiere tener contentos a los estadounidenses (OTAN), pero por el otro lado está el negocio del gas con Rusia. ¿Y cómo aparece España? Aquí, una vez más, no explicaba Camilo Gómez: “El gobierno de Pedro Sánchez envió barcos y aviones al mar Negro, epicentro de la tensión, lo cual tiene dos razones de fondo: Madrid será la sede de la cumbre de la OTAN en junio, por lo que debe dar ejemplo frente a la alianza y mostrar que está comprometido con sus posiciones. A la vez, es una manera de quedar bien con Washington, con quien las relaciones no son las mejores hace años”.
Pero no podemos seguir sin tocar el tema de las sanciones económicas que podría poner Estados Unidos a Rusia, tampoco sin explicar en detalle qué es la OTAN y por qué su papel protagónico en todo este conflicto, qué es lo que tenía en mente Antony Blinken y su ‘principio de la puerta abierta en la OTAN’, además del por qué se habla que Crimea y la invasión de este territorio como la mayor apropiación de tierras en Europa desde la Segunda Guerra Mundial:
Mundo
Tecnología y gas, claves en sanciones que EE.UU. pondría a Rusia si invade Ucrania
Mundo
¿Qué es la OTAN y qué tiene que ver en la tensión entre Rusia y Ucrania?
Mundo
Estados Unidos respondió ante las exigencias de Rusia, ¿qué propone?
Mundo
¿Qué pasó en Crimea en 2014 y qué tiene que ver con la crisis de Rusia y Ucrania?
Hay mucho en juego: historia, geopolítica, economía y, un tema no menos importante: seguridad. Para Rusia no es estratégico tener en el territorio de su vecino, de darse una entrada de Ucrania a la OTAN, a los Estados Unidos y toda la fuerza de Occidente. Ahí es cuando cobra sentido aquello de querer tener bajo control esta zona fronteriza, pero también cobra mucho sentido el interés del gobierno de Biden y de la OTAN por tener presencia en esta zona. Alemania, cumpliendo su tarea, se ha concentrado en ser mediador. Desde Ucrania se habla de la ambigüedad rusa, pues aunque tienen a sus tropas desplegadas en la frontera, dicen no saber si se producirá un ataque. El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, volvió a sentar posición: “No habrá guerra. No queremos guerras. Pero tampoco vamos a permitir que nuestros intereses sean burdamente ultrajados, ignorados”.
El 31 de enero, en medio del Consejo de Seguridad de la ONU, se volvieron a enfrentar los representantes de Estados Unidos y Rusia. ¿Qué dijo el mismo Biden? “Si Rusia es sincera en el abordaje de nuestras respectivas preocupaciones de seguridad a través del diálogo, Estados Unidos y nuestros aliados y socios continuarán participando de buena fe”. Y agregó: “Si, en cambio, Rusia elige alejarse de la diplomacia y atacar a Ucrania, Rusia asumirá la responsabilidad y enfrentará rápidas y severas consecuencias”.
Al día siguiente, tras una llamada con carácter diplomático entre los dos países, fue Putin el que contestó tras una reunión con el primer ministro húngaro y quien hace parte de la OTAN: “El principal objetivo de Estados Unidos es contener a Rusia, Ucrania es su instrumento para arrastrarnos a un conflicto armado y golpearnos con las más duras sanciones”. Aunque luego apeló a la ya conocida diplomacia: “Espero que al final encontremos una solución, aunque no sea fácil”. Estados Unidos seguía pidiendo el retiro de las tropas rusas que permanecen en la frontera con Ucrania. Rusia seguía alegando motivos de seguridad. Ese es, precisamente, el punto físico en el que ninguno quiere ceder. ¿Qué hay en el fondo? Como ya lo dijimos, se trata de un tema de seguridad, de parte y parte.
- China “entiende y apoya las propuestas presentadas por la Federación Rusa sobre la formación de garantías de seguridad legalmente vinculantes a largo plazo en Europa”: declaración del gobierno de China, liderado por Xi Jinping.
El 2 de febrero El País de España tuvo acceso a documentos clasificados de las conversaciones entre Estados Unidos y Rusia. ¿Qué pide Rusia? Que la OTAN cierre la puerta a la futura incorporación de Ucrania. Y que Estados Unidos y la OTAN firmen un acuerdo bilateral con Rusia sobre la seguridad en Europa. ¿Qué pide el gobierno de Biden? Que Rusia inicie de inmediato una desescalada de las acciones amenazantes hacia Ucrania. “Le ofrecen a Putin negociar acuerdos de desarme en diferentes foros, como el de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y el Consejo Otan-Rusia”, nos cuentan nuestros colegas de la sección Internacional. También buscan que ambas naciones se abstendrán de desplegar misiles ofensivos basados en tierra y fuerzas de combate en territorio ucraniano.
La semana no terminaba y el mapa político global se agitaba más que nunca. “Los mandatarios de China y Rusia le pidieron a la OTAN que descarte la expansión en Europa del Este, denunciaron la formación de bloques de seguridad en la región de Asia-Pacífico y criticaron el pacto de seguridad trilateral formado entre Estados Unidos, Reino Unido y Australia”, esto después de una reunión entre Xi Jinping y Vladimir Putin.
Entonces el presidente de Francia y el de canciller alemán tuvieron que entrar en escena para calmar las aguas. El equipo de video preparó un buen recursos para explicar este conflicto donde además juega un papel fundamental la Unión Europea, registramos las declaraciones de Estados Unidos que hablaban de una inminente invasión mientras las de Rusia restaban importancia a lo que llamaron, criticando a los estadounidenses, “predicciones apocalípticas”:
Mundo
Macron y Scholz viajarán a Rusia para tratar de calmar a Putin, ¿de qué hablarán?
Mundo
¿Y por qué Rusia, la Unión Europea y EE. UU. viven peleando por Ucrania?
Mundo
Las voces desde Estados Unidos que dicen que Rusia invadirá esta semana a Ucrania
Mundo
Macron le dice a Putin que espera “iniciar una desescalada” en la crisis ucraniana
Y esta semana todo se ha concentrado en las movidas diplomáticas para reducir las tensiones en Ucrania. El presidente Joe Biden se reunió con el canciller alemán Olaf Scholz, al tiempo que Emmanuel Macron visitó a su homólogo ruso, Vladimir Putin, en Moscú antes de viajar a Ucrania. Macron se aprestó a decir que “es posible hacer avanzar las negociaciones. Por mi parte, creo que hay soluciones concretas y prácticas que nos permiten avanzar. No podemos resolver esta crisis en unas horas de conversaciones, serán el día, las semanas y los meses venideros los que nos permitan avanzar”. Pero no fue así la lectura que le dieron los rusos al resultado de dichas reuniones. El portavoz de Putin, Dmitri S. Peskov, aseguró que “hasta ahora, no vemos ni sentimos la disposición de nuestros homólogos occidentales para tener en cuenta nuestras preocupaciones”.
Este martes, mientras el mundo sigue con los ojos puestos en Ucrania, Rusia enviaba buques de guerra hacia el Mar Negro. ¿Qué buscan con esa movida? Por ahora se sabe que desde hace dos semanas “un total de 60 batallones del ejército ruso se posicionaron al norte, este y sur de Ucrania, particularmente en la península de Crimea, que Rusia anexó después de una invasión en 2014. Pero el viernes ya había 80 batallones y 14 más estaban en camino desde otras partes de Rusia”, nos contaban nuestros compañeros de la sección Internacional, tras publicar reportes de funcionarios estadounidenses. Y ya se sumaron 1.500 soldados de las fuerzas especiales rusas conocidas como Spetsnaz. Al parecer los buques están destinados una serie de ejercicios militares pues incluso Aljazeera informó que Rusia ya había manifestado que su armada organizaría estos movimientos y que involucrarían a todas sus flotas en enero y febrero.
La tensión se mantiene, no hay muchos avances, para ser realistas, aunque la diplomacia siga haciendo lo suyo. Ahora Rusia está poniendo sus ojos en África, un continente que ha sido, históricamente, influenciado por el poder de los franceses. Camilo Gómez, de la redacción Internacional, nos recordaba en este texto muy bien documentado esta cita: Joseph Sany, vicepresidente del Centro de África del Instituto de la paz de EE. UU., en conversación con Vox, dijo: “si quieres saber a dónde irá Rusia a continuación, busca inestabilidad”. Y luego nos recordó: África Occidental resulta particularmente inestable: sus siete golpes o intentos de golpes en los últimos 18 meses lo prueban. Por esto, era una zona propicia para la estrategia de Moscú. Y, a la par, ahora es Estados Unidos el que se reunirá con India, Australia y Japón, considerados sus aliados claves en la región, en un intento por contrarrestar la injerencia de China en la zona. Una pelea de potencias, de poder político, de recursos económicos, de geopolítica, de historia y futuro pero sobre todo, de seguridad. Una pelea que, por ahora, no tiene punto final.
Si les gustó este newsletter y el contenido que desarrollamos en El Espectador, invitados a formar parte de la comunidad de suscriptores. Tenemos el plan digital prémium para escuchar miles de audiolibros con Storytel. En esta labor de todos los días necesitamos compañía no solo para las críticas, que las recibimos con humildad, sino para que nos ayuden a construir un mejor país, denunciando, indagando, investigando, informando. Y no olviden dejar aquí abajo los temas que ustedes quisieran que desarrollemos en la redacción de El Espectador. Nos vemos el próximo miércoles. Hasta pronto.