Al ritmo de Beethoven y Chopin, el cuerpo de Isabel II llegó a Westminster
Luego de una breve ceremonia a cargo del arzobispo de Canterbury, comenzó el velorio de la reina Isabel, el cual finalizará la mañana del funeral de Estado, el 19 de septiembre.
La procesión real del ataúd de la reina Isabel comenzó su viaje desde el Palacio de Buckingham hasta Westminster Hall. Tirado en un carro de armas de la Artillería Real a Caballo de la Tropa del Rey, el ataúd estuvo cubierto con un Estandarte Real y la Corona del Estado Imperial reposó sobre él. El cuerpo de la monarca estuvo acompañado por el rey Carlos III y por los miembros de alto rango de la familia real, quienes caminaron detrás del ataúd.
Según lo documentó The Guardian, multitudes de personas permanecieron inmóviles con reverencia a lo largo de Mall Road, mientras la procesión se abrió paso desde el Palacio de Buckingham. En silencio, los niños se subieron a los hombros de sus padres, mientras otros desplegaron taburetes para ver por encima del mar de gente. Muchos sostuvieron sus teléfonos a la altura del brazo para captar la banda que pasó, algunos con las manos sobre el corazón.
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Así como el Big Ben sonó a intervalos de un minuto, la banda de la Guardia Escocesa y la banda de la Guardia de Granaderos realizaron una serie de marchas diferentes, incluida la Marcha fúnebre n.° 1, 2 y 3 de Beethoven, la Marcha fúnebre de Mendelssohn y la Marcha fúnebre de Chopin.
Tras llegar al Palacio de Westminster, el cuerpo de la monarca recibió en su honor un breve servicio a cargo del arzobispo de Canterbury. Con la ceremonia, que duró cerca de 20 minutos, se dio inicio al velorio, que finalizará la mañana del funeral de Estado, el 19 de septiembre.
Se sabe que el rey y la familia real salieron del Westminster Hall una vez finalizó el servicio en honor a Isabel II. El recinto estará cerrado aproximadamente una hora antes de que los miembros del público puedan ingresar para presentar sus respetos a la reina. La fila de dolientes que esperaban ver el funeral de la monarca se extendió más allá del puente Blackfriars y llegó a la galería Tate Modern.
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La procesión real del ataúd de la reina Isabel comenzó su viaje desde el Palacio de Buckingham hasta Westminster Hall. Tirado en un carro de armas de la Artillería Real a Caballo de la Tropa del Rey, el ataúd estuvo cubierto con un Estandarte Real y la Corona del Estado Imperial reposó sobre él. El cuerpo de la monarca estuvo acompañado por el rey Carlos III y por los miembros de alto rango de la familia real, quienes caminaron detrás del ataúd.
Según lo documentó The Guardian, multitudes de personas permanecieron inmóviles con reverencia a lo largo de Mall Road, mientras la procesión se abrió paso desde el Palacio de Buckingham. En silencio, los niños se subieron a los hombros de sus padres, mientras otros desplegaron taburetes para ver por encima del mar de gente. Muchos sostuvieron sus teléfonos a la altura del brazo para captar la banda que pasó, algunos con las manos sobre el corazón.
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Tras llegar al Palacio de Westminster, el cuerpo de la monarca recibió en su honor un breve servicio a cargo del arzobispo de Canterbury. Con la ceremonia, que duró cerca de 20 minutos, se dio inicio al velorio, que finalizará la mañana del funeral de Estado, el 19 de septiembre.
Se sabe que el rey y la familia real salieron del Westminster Hall una vez finalizó el servicio en honor a Isabel II. El recinto estará cerrado aproximadamente una hora antes de que los miembros del público puedan ingresar para presentar sus respetos a la reina. La fila de dolientes que esperaban ver el funeral de la monarca se extendió más allá del puente Blackfriars y llegó a la galería Tate Modern.
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