Alemania alerta sobre una pandemia de los “no vacunados”
Las alertas vuelven a saltar: Alemania se ve afectada por una “pandemia de los no vacunados”, alertó el ministro de Salud, Jens Spahn, el miércoles, pidiendo reforzar las medidas para frenar el resurgimiento de casos de COVID-19 en el país.
Lo que está pasando en Alemania con el COVID-19 hace saltar las alarmas sobre la urgencia de vacunarse. “Actualmente, estamos viviendo una pandemia esencialmente de no vacunados, y es masiva”, dijo el ministro de Salud, Jens Spahn, señalando que las camas de cuidados intensivos vuelven a escasear.
Desde hace varios días la preocupación entre las autoridades sanitarias de ese país crece por el nuevo repunte de casos de COVID-19, con contagios en aumento, brotes en las residencias de jubilados, y una campaña de vacunación estancada.
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La canciller saliente Angela Merkel, que gestiona los asuntos corrientes del país hasta que el socialdemócrata Olaf Scholz forme un nuevo gobierno, dio la voz de alarma el pasado domingo: “Me preocupa mucho la evolución actual en los hospitales, y el número de fallecidos (...) debería preocuparnos a todos”, declaró durante la cumbre del G20 en Roma.
Merkel lamentó que la relajación de muchas de las restricciones estos últimos meses hayan llevado de nuevo “a cierta dejadez”.
Más casos
La epidemia vuelve a golpear a este país que tanto sufrió las anteriores olas, el otoño e invierno (boreales) pasados, con 9.658 casos de contagio este lunes, 3.085 más que hace una semana. Además, la tasa de incidencia de los últimos siete días se sitúa en 154,8 por 100.000 habitantes, cuando era de 110,1 el lunes pasado, según el instituto de vigilancia sanitaria Robert Koch.
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Las hospitalizaciones de pacientes graves de COVID-19 aumentaron un 40% en siete días, según la Sociedad de hospitales alemanes, la mayoría, personas no vacunadas. Respecto a los cuidados intensivos, el aumento de casos es del 15%.
Y han aparecido focos de contaminación, en concreto en residencias de jubilados.
En un establecimiento de la región de Mecklemburgo-Pomerania, 66 de los 83 residentes se contagiaron, y 14 han muerto, después de que se diera una ola de contagios, seguramente a raíz de una fiesta organizada a principios de octubre,
Solo el 6% de los residentes no estaba vacunado, pero uno de cada tres trabajadores no había recibido la dosis, lo que sin duda aceleró las contaminaciones.
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Frente a este pico de casos, la canciller Merkel advirtió que habría que tomar medidas rápidamente. El gobierno se dice “listo a dialogar” con las regiones, que controlan los sistemas sanitarios de este país federal, afirmó el lunes una portavoz del equipo de Merkel.
Además, estos casos relanzan el debate sobre la vacunación obligatoria del personal sanitario, algo que defiende el 72% de la población, según un sondeo de la cadena pública ZDF, pero que las autoridades temen imponer por razones históricas: el miedo a que les acusen de obstruir las libertades públicas.
Cerca del 85% de los mayores de 60 años en Alemania completaron el proceso de vacunación, pero la eficacia de las vacunas tiende a diluirse con el tiempo.
Lo que está pasando en Alemania con el COVID-19 hace saltar las alarmas sobre la urgencia de vacunarse. “Actualmente, estamos viviendo una pandemia esencialmente de no vacunados, y es masiva”, dijo el ministro de Salud, Jens Spahn, señalando que las camas de cuidados intensivos vuelven a escasear.
Desde hace varios días la preocupación entre las autoridades sanitarias de ese país crece por el nuevo repunte de casos de COVID-19, con contagios en aumento, brotes en las residencias de jubilados, y una campaña de vacunación estancada.
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Merkel lamentó que la relajación de muchas de las restricciones estos últimos meses hayan llevado de nuevo “a cierta dejadez”.
Más casos
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Y han aparecido focos de contaminación, en concreto en residencias de jubilados.
En un establecimiento de la región de Mecklemburgo-Pomerania, 66 de los 83 residentes se contagiaron, y 14 han muerto, después de que se diera una ola de contagios, seguramente a raíz de una fiesta organizada a principios de octubre,
Solo el 6% de los residentes no estaba vacunado, pero uno de cada tres trabajadores no había recibido la dosis, lo que sin duda aceleró las contaminaciones.
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Además, estos casos relanzan el debate sobre la vacunación obligatoria del personal sanitario, algo que defiende el 72% de la población, según un sondeo de la cadena pública ZDF, pero que las autoridades temen imponer por razones históricas: el miedo a que les acusen de obstruir las libertades públicas.
Cerca del 85% de los mayores de 60 años en Alemania completaron el proceso de vacunación, pero la eficacia de las vacunas tiende a diluirse con el tiempo.