Andrei Morozov, un reconocido bloguero prorruso, dio a conocer en su canal de Telegram que 16.000 integrantes del Ejército de Rusia habían muerto en la captura de la ciudad de Avdiivka. Este martes, personas cercanas Morozov confirmaron su muerte y algunos afirman que se trató de un suicidio.
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Tras las declaraciones del ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, de que la ciudad de Avdiivka se encontraba completamente bajo control ruso, el bloguero publicó en su canal de Telegram, donde aparecía como “Murz”, que 16.000 efectivos militares rusos y 300 piezas de armamento se perdieron en la batalla para controlar la ciudad ucraniana. Al tener más de 120.000 seguidores, varios de sus colegas apuntaron que este estaba “calumniando al Ministerio de Defensa ruso”.
En la mañana del martes, Morozov anunció que había sido presionado por sus superiores para borrar los comentarios. En la noche varias personas cercanas al hombre anunciaron su muerte y algunos aseguraron que se trató de un suicidio, pues el bloguero había hecho algunos comentarios en su canal que indicaban que ese había sido el caso. Sin embargo, no hay confirmación por parte de las autoridades.
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Morozov era conocido por sus comentarios ultranacionalistas y por haber peleado junto con los separatistas apoyados por Rusia en la región este de Ucrania, en el 2014. Sin embargo, el Gobierno lo tenía entre ojos por varios comentarios que hizo criticando las acciones del Ejército en la guerra. El bloguero había hecho un llamado a movilizar más efectivos en los combates, criticando las medidas tomadas por Putin.
“La movilización es, digámoslo sin rodeos, nuestra única oportunidad de evitar una derrota aplastante”, dijo en el 2022.
En el pasado, comentarios como este no recibían tantas críticas como ahora. De acuerdo con Pavel Luzhin, un experto militar independiente de Rusia que habló con The Guardian, algunos de los blogueros que hacían estos señalamientos trabajaban con el Kremlin, por lo que tenían un “permiso tácito”.
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Sin embargo, la situación cambió con la rebelión de Wagner en medio de la guerra. Varios blogueros ultranacionalistas tomaron el lado dl grupo paramilitar y las críticas a la invasión de Ucrania se convirtieron en un problema mayor para el Kremlin. En ese entonces, Ian Garner, historiador e investigador de propaganda rusa, explicó a Wired que comenzó un “intento más amplio de poner esta red deshilachada y dispar de infoguerreros y tropas en el frente (...) bajo el control del Ministerio de Defensa y del Estado”.
Como Avdiivka había sido un “absoluto éxito” para el gobierno, que se cuida de no publicar las pérdidas en sus filas y esperaba que la captura de la ciudad ucraniana elevara el ánimo de sus tropas, las críticas a Morozov fueron aún mayores.
“El Estado Mayor logró llevar a cabo la operación para capturar Avdiivka con pérdidas mínimas”, había dicho el ministro de Defensa a Putin tras la captura de la ciudad.
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