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Boris Johnson renunció como líder del Partido Conservador británico y, en consecuencia, dejará su cargo de primer ministro en octubre, mientras que su colectividad elige a un nuevo dirigente. Ahora bien, aunque su salida del poder sonaba desde hace tiempo, e incluso logró salir victorioso de un voto de censura en junio pasado, el tono que usó en la alocución en la que hizo pública su dimisión no fue del agrado de sus colegas políticos. Además, algunos expresaron su preocupación con respecto a la idea de que permanezca en el cargo por tres meses más, como lo hizo saber el ex primer ministro conservador John Major.
Recordando que fue elegido con la mayor mayoría desde 1987 y la mayor parte de los votos desde 1979, además de mencionar su contribución al Brexit y su apoyo a Ucrania en medio de la guerra, Johnson le dijo a los británicos que “está orgulloso del trabajo que ha hecho”. Argumentó que aunque trató de persuadir a sus colegas conservadores de que cambiar de líder sería “excéntrico”, no lo logró, a pesar de recalcar que el partido tiene un “gran mandato” y está solo “un puñado de puntos por detrás en las encuestas”.
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Lo cierto es que el tono que usó en su discurso no gustó mucho. Si bien aseguró que “nadie es remotamente indispensable”, Johnson reclamó disimuladamente que los conservadores lo orillaran a renunciar, acusándolos de adoptar una mentalidad de “rebaño” e ignorar su mandato electoral y la ventaja relativamente pequeña de los laboristas en las encuestas. Esto fue lo que dijo:
“En los últimos días, traté de persuadir a mis colegas de que sería excéntrico cambiar de gobierno cuando estamos entregando tanto y cuando tenemos un mandato tan amplio, y cuando en realidad estamos solo unos pocos puntos por detrás en las encuestas y el panorama económico es tan difícil a nivel nacional como internacional. Lamento no haber tenido éxito en esos argumentos y, por supuesto, es doloroso no poder ver a través de tantas ideas y proyectos. Pero, como hemos visto, en Westminster el instinto de rebaño es poderoso: cuando el rebaño se mueve, se mueve”.
Así fue la reacción de algunos periodistas y comentaristas políticos en Twitter ante dicha intervención:
Wow. @BorisJohnson blames the herd instinct of the Conservative Party in Westminster for his demise. No attempt at self reflection for the problems and travails that have led to this
— Jon Sopel (@jonsopel) July 7, 2022
Listening to that, I suspect Johnson believes (or hopes) deep down that the new Tory leader will lose the next election and the party may yet come back to him again...
— Tom McTague (@TomMcTague) July 7, 2022
Algunos parlamentarios conservadores también reaccionaron negativamente ante lo dicho por Johnson. Según se lee en The Guardian, algunos dijeron: “Repugnante, sin humildad. Los disparos contra el partido parlamentario solo resumen que teníamos razón”. “Ridículo, sin autorreflexión”. “La ausencia de afecto o lealtad al Partido Conservador”.
A lot of Tory MPs riled after that Johnson resignation speech:
— Aubrey Allegretti (@breeallegretti) July 7, 2022
- “Revolting No humility, shots fired at the parliamentary party, just sums up we were right.”
- “Ridiculous. No self reflection at all.”
- “An absence of any affection for, or loyalty to, the Conservative party.”
Por su parte, John Major, ex primer ministro conservador, envió una carta al Comité de 1922, como se le conoce al grupo parlamentario del Partido Conservador en la Cámara de los Comunes, expresando su preocupación frente a la idea de que Johnson permanezca como primer ministro hasta el otoño. Su escrito dice:
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“La propuesta de que el primer ministro permanezca en el cargo (hasta tres meses), aunque perdió el apoyo de su gabinete, su gobierno y su partido parlamentario, es imprudente y puede resultar insostenible. En tal circunstancia, el primer ministro mantiene el patrocinio y, lo que es aún más preocupante, el poder de tomar decisiones que afectarán la vida de las personas dentro de las cuatro naciones del Reino Unido y más allá. Algunos argumentarán que su nuevo gabinete lo restringirá. Me limito a señalar que su gabinete anterior no lo hizo, o no pudo hacerlo. Por el bienestar general del país, Johnson no debe permanecer en Downing Street más tiempo del necesario para lograr la transición sin problemas del gobierno”.
El ex primer ministro cree que una solución es que Dominic Raab, viceprimer ministro, asuma el cargo de primer ministro interino (hasta que se elija un nuevo líder del partido), o cambiar las reglas para que solo los parlamentarios elijan al líder del partido. Según él, ninguna solución es ideal, pero dice que con tantos problemas críticos que enfrenta el país, “una respuesta imaginativa, incluso a riesgo de herir algunos sentimientos dentro del partido, es definitivamente de interés público”.
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