Boris Johnson se salvó: moción de censura en su contra no pasó
Dado el resultado favorable, Johnson no podrá ser sometido a otro proceso como este durante un año.
Boris Johnson se salvó de perder el poder como primer ministro en el Reino Unido. Fueron 211 parlamentarios los que votaron de manera afirmativa frente la pregunta de si confiaban en Boris Johnson como líder del Partido Conservador, frente a 148 votos en contra. Así ocurrió este lunes en el proceso conocido como voto de confianza, que consiste en una moción de censura donde votan los miembros del partido.
De haber resultado desfavorable, el partido habría tenido que celebrar elecciones internas en las próximas semanas para designar a un nuevo líder, que se convertiría automáticamente en el nuevo primer ministro.
El voto de confianza ocurre luego de que se destapara el escándalo “partygate” por una serie de fiestas en las que el primer ministro participó en 2020, cuando ese tipo de reuniones estaban prohibidas por cuenta de los confinamientos por el COVID-19. Johnson en un primer momento negó que tales fiestas hubieran ocurrido, pero un informe publicado el 25 de mayo, entre otras evidencias, terminó de demostrar lo contrario.
Dado el resultado favorable, Johnson no podrá ser sometido a otro proceso como este durante un año.
Para lanzar la votación, al menos 15 % de los 359 diputados de la mayoría conservadora, es decir 54, debían solicitarla por carta. Unos 40 habían pedido públicamente la dimisión la semana pasada, pero el procedimiento es secreto hasta que se alcanza el número necesario. Johnson fue informado el domingo por la noche de que el voto había sido activado.
Algunos de los diputados, según fuentes citadas por la AFP, decidieron retrasar sus cartas hasta que terminar el “jubileo de platino”, los cuatro días de celebraciones nacionales con motivo de los 70 años de la reina Isabel II en el trono, que concluyeron este domingo.
Recomendamos: Johnson, quien se niega a renunciar, de nuevo en apuros por el “partygate”
El partygate
El pasado 25 de mayo se divulgó el informe detallado elaborado por la funcionaria Sue Gray sobre el denominado “partygate”, un escándalo por cuenta de reuniones sociales en las que el mandatario participó en el 10 de Downing Street, la sede de gobierno, entre mayo de 2020 y abril de 2021, en medio de órdenes de estricto confinamiento por la COVID-19.
El informe incluyó nueve fotografías de dos de las reuniones. En ellas se ve a Johnson en las oficinas de la residencia oficial brindando y celebrando con miembros de su gabinete. Previo a la publicación, una de estas imágenes se filtró al medio ITV News. La foto, donde el primer ministro está alzando una copa y frente a él hay una mesa con botellas de alcohol, es de una despedida a un colega en noviembre de 2020. En ese entonces había un pico de casos de COVID y estaban prohibidos los encuentros sociales en espacios cerrados.
El escándalo, a instancias del Parlamento, generó numerosos reclamos de dimisión hacia el primer ministro, quien ha asumido su responsabilidad y se ha disculpado por su participación en las parrandas durante el confinamiento estricto.
El primer ministro se ha negado a dar un paso al costado argumentando que su responsabilidad es seguir adelante con “prioridades” como la guerra de Ucrania y la crisis por el costo de vida, en medio de la inflación más alta en 25 años.
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Boris Johnson se salvó de perder el poder como primer ministro en el Reino Unido. Fueron 211 parlamentarios los que votaron de manera afirmativa frente la pregunta de si confiaban en Boris Johnson como líder del Partido Conservador, frente a 148 votos en contra. Así ocurrió este lunes en el proceso conocido como voto de confianza, que consiste en una moción de censura donde votan los miembros del partido.
De haber resultado desfavorable, el partido habría tenido que celebrar elecciones internas en las próximas semanas para designar a un nuevo líder, que se convertiría automáticamente en el nuevo primer ministro.
El voto de confianza ocurre luego de que se destapara el escándalo “partygate” por una serie de fiestas en las que el primer ministro participó en 2020, cuando ese tipo de reuniones estaban prohibidas por cuenta de los confinamientos por el COVID-19. Johnson en un primer momento negó que tales fiestas hubieran ocurrido, pero un informe publicado el 25 de mayo, entre otras evidencias, terminó de demostrar lo contrario.
Dado el resultado favorable, Johnson no podrá ser sometido a otro proceso como este durante un año.
Para lanzar la votación, al menos 15 % de los 359 diputados de la mayoría conservadora, es decir 54, debían solicitarla por carta. Unos 40 habían pedido públicamente la dimisión la semana pasada, pero el procedimiento es secreto hasta que se alcanza el número necesario. Johnson fue informado el domingo por la noche de que el voto había sido activado.
Algunos de los diputados, según fuentes citadas por la AFP, decidieron retrasar sus cartas hasta que terminar el “jubileo de platino”, los cuatro días de celebraciones nacionales con motivo de los 70 años de la reina Isabel II en el trono, que concluyeron este domingo.
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El partygate
El pasado 25 de mayo se divulgó el informe detallado elaborado por la funcionaria Sue Gray sobre el denominado “partygate”, un escándalo por cuenta de reuniones sociales en las que el mandatario participó en el 10 de Downing Street, la sede de gobierno, entre mayo de 2020 y abril de 2021, en medio de órdenes de estricto confinamiento por la COVID-19.
El informe incluyó nueve fotografías de dos de las reuniones. En ellas se ve a Johnson en las oficinas de la residencia oficial brindando y celebrando con miembros de su gabinete. Previo a la publicación, una de estas imágenes se filtró al medio ITV News. La foto, donde el primer ministro está alzando una copa y frente a él hay una mesa con botellas de alcohol, es de una despedida a un colega en noviembre de 2020. En ese entonces había un pico de casos de COVID y estaban prohibidos los encuentros sociales en espacios cerrados.
El escándalo, a instancias del Parlamento, generó numerosos reclamos de dimisión hacia el primer ministro, quien ha asumido su responsabilidad y se ha disculpado por su participación en las parrandas durante el confinamiento estricto.
El primer ministro se ha negado a dar un paso al costado argumentando que su responsabilidad es seguir adelante con “prioridades” como la guerra de Ucrania y la crisis por el costo de vida, en medio de la inflación más alta en 25 años.
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