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                                                                                                                                Carlos III, el príncipe incómodo que asume el papel para el que nació

                                                                                                                                Quizás nunca ha habido un heredero más preparado para la corona. El que fuera un joven torpe e inseguro llega al trono canoso y seguro de sí mismo.

                                                                                                                                Mark Landler - The New York Times

                                                                                                                                Este sábado, Carlos III será proclamado como rey de Inglaterra, un cargo para el que se preparó toda su vida. La reina, consorte, Camila, estará con él. / AFP
                                                                                                                                Foto: AFP - BEN STANSALL
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Al madurar pasó de ser un joven torpe y dubitativo —y un infeliz esposo de mediana edad— a convertirse, a los 73 años, en una eminencia canosa y segura de sí misma, empapada de causas como el cambio climático y la protección del medioambiente, que antes eran extravagantes pero que ahora parecen estar en sintonía con los tiempos. Otro tema es si Carlos gozará alguna vez del respeto o el afecto que recibía su madre. Llegada al trono a los 25 años, Isabel reinó durante más tiempo del que la mayoría de los británicos han vivido, anclando a su país con una dignidad estoica mientras hacía un turbulento paso de imperio de alcance mundial a miembro reacio de la Unión Europea y a su futuro incierto tras el brexit.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Nada, por supuesto, comparado con su matrimonio con Diana. Las sórdidas historias de los tabloides, las entrevistas televisivas (“Éramos tres en este matrimonio”, dijo Diana a la BBC, refiriéndose a su esposo y a Camila Parker-Bowles, con quien él se casó más tarde), el amargo divorcio y la muerte de Diana en un accidente de auto en París en 1997, todo ello cristalizó la imagen que muchos tenían de Carlos como un canalla torpe y de su familia como suegros insensibles.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                También ha presionado durante mucho tiempo para racionalizar la monarquía, en parte para reducir su gasto en el erario. Como rey, podrá poner en práctica ese plan. El final de la segunda era isabelina promete ser una transición trascendental, no solamente por el fallecimiento de una reina muy querida, sino también porque Carlos aportará sus propias ideas en un trabajo para el que se ha preparado toda su vida.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Le puede interesar: Las últimas horas de la reina Isabel II: no todos pudieron despedirse de ella

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                                                                                                                                Carlos tampoco ha dudado en meterse en asuntos políticos delicados. Se ha pronunciado regularmente a favor de la tolerancia religiosa y en contra de la islamofobia, y algunos le atribuyen el mérito de haber contribuido a silenciar una posible reacción contra los musulmanes tras una serie de mortíferos atentados terroristas perpetrados por extremistas islámicos en Londres en 2005.

                                                                                                                                “Podría haber pasado su tiempo en clubes nocturnos o sin hacer nada, pero ha encontrado un papel”, dijo Bogdanor.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Carlos ganó una sentencia judicial contra el editor de The Mail por violar su derecho a la privacidad.

                                                                                                                                Le puede interesar: Video: La vez que Isabel II rechazó un abrazo de Hugo Chávez

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                                                                                                                                No está claro si Carlos continuará con su extensa labor de filantropía. Es patrono o presidente de más de 400 organizaciones benéficas, además del Prince’s Trust. Pero su obra filantrópica no ha estado exenta de problemas: el director ejecutivo de otra de las organizaciones benéficas de Carlos, Michael Fawcett, renunció después de ser acusado de prometer un título de caballero para un donante saudita multimillonario.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Para Carlos, el mayor reto personal puede ser sanar la ruptura con su hijo. Enrique dijo a Winfrey que su padre había dejado de contestar sus llamadas durante un tiempo. “Ha habido mucho dolor”, dijo Enrique. Hay pocas señales de reconciliación, y Enrique está escribiendo unas memorias que personas cercanas al Palacio de Buckingham temen que reabrirán las heridas de la ruptura de la pareja con la familia.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Este sábado, Carlos III será proclamado como rey de Inglaterra, un cargo para el que se preparó toda su vida. La reina, consorte, Camila, estará con él. / AFP
                                                                                                                                Foto: AFP - BEN STANSALL
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Al madurar pasó de ser un joven torpe y dubitativo —y un infeliz esposo de mediana edad— a convertirse, a los 73 años, en una eminencia canosa y segura de sí misma, empapada de causas como el cambio climático y la protección del medioambiente, que antes eran extravagantes pero que ahora parecen estar en sintonía con los tiempos. Otro tema es si Carlos gozará alguna vez del respeto o el afecto que recibía su madre. Llegada al trono a los 25 años, Isabel reinó durante más tiempo del que la mayoría de los británicos han vivido, anclando a su país con una dignidad estoica mientras hacía un turbulento paso de imperio de alcance mundial a miembro reacio de la Unión Europea y a su futuro incierto tras el brexit.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Nada, por supuesto, comparado con su matrimonio con Diana. Las sórdidas historias de los tabloides, las entrevistas televisivas (“Éramos tres en este matrimonio”, dijo Diana a la BBC, refiriéndose a su esposo y a Camila Parker-Bowles, con quien él se casó más tarde), el amargo divorcio y la muerte de Diana en un accidente de auto en París en 1997, todo ello cristalizó la imagen que muchos tenían de Carlos como un canalla torpe y de su familia como suegros insensibles.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                También ha presionado durante mucho tiempo para racionalizar la monarquía, en parte para reducir su gasto en el erario. Como rey, podrá poner en práctica ese plan. El final de la segunda era isabelina promete ser una transición trascendental, no solamente por el fallecimiento de una reina muy querida, sino también porque Carlos aportará sus propias ideas en un trabajo para el que se ha preparado toda su vida.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Le puede interesar: Las últimas horas de la reina Isabel II: no todos pudieron despedirse de ella

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                                                                                                                                Carlos tampoco ha dudado en meterse en asuntos políticos delicados. Se ha pronunciado regularmente a favor de la tolerancia religiosa y en contra de la islamofobia, y algunos le atribuyen el mérito de haber contribuido a silenciar una posible reacción contra los musulmanes tras una serie de mortíferos atentados terroristas perpetrados por extremistas islámicos en Londres en 2005.

                                                                                                                                “Podría haber pasado su tiempo en clubes nocturnos o sin hacer nada, pero ha encontrado un papel”, dijo Bogdanor.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Carlos ganó una sentencia judicial contra el editor de The Mail por violar su derecho a la privacidad.

                                                                                                                                Le puede interesar: Video: La vez que Isabel II rechazó un abrazo de Hugo Chávez

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                                                                                                                                No está claro si Carlos continuará con su extensa labor de filantropía. Es patrono o presidente de más de 400 organizaciones benéficas, además del Prince’s Trust. Pero su obra filantrópica no ha estado exenta de problemas: el director ejecutivo de otra de las organizaciones benéficas de Carlos, Michael Fawcett, renunció después de ser acusado de prometer un título de caballero para un donante saudita multimillonario.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Para algunos, el escándalo dejó al descubierto una de las mayores debilidades de Carlos: la falta de criterio sobre quienes lo rodean. Los asesores habían cuestionado durante mucho tiempo la conducta de Fawcett, que había servido como ayuda de cámara del príncipe antes de ascender a puestos de poder en su red de caridad. Pero Carlos, cuyo portavoz dijo que no estaba al tanto de la acusación de intercambio de dinero por honores, se aferró a Fawcett obstinadamente. Carlos sigue sin ser muy popular. El año pasado, fue elegido como el miembro favorito de la familia real por solo el 11 por ciento de los encuestados, según Ipsos MORI, por detrás de la reina; Guillermo y su esposa, Kate; Enrique y Meghan; la princesa Ana; el príncipe Felipe; y cualquiera de los bisnietos de la reina. Por ahora, el futuro de la monarquía parece seguro: el 43 por ciento de la gente dijo que el país estaría peor sin ella, mientras que solo el 19 por ciento dijo que estaría mejor y el 31 por ciento dijo que no habría ninguna diferencia. Esas cifras apenas se movieron incluso después de que Enrique y Meghan concedieran una sensacional entrevista a Oprah Winfrey en la que acusaron a la familia real de trato insensible y racista.

                                                                                                                                Para Carlos, el mayor reto personal puede ser sanar la ruptura con su hijo. Enrique dijo a Winfrey que su padre había dejado de contestar sus llamadas durante un tiempo. “Ha habido mucho dolor”, dijo Enrique. Hay pocas señales de reconciliación, y Enrique está escribiendo unas memorias que personas cercanas al Palacio de Buckingham temen que reabrirán las heridas de la ruptura de la pareja con la familia.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Carlos también debe hacer frente a las consecuencias legales de la relación de su hermano Andrés con Epstein. “Ha crecido en estatura en los últimos años”, dijo Penny Junor, historiadora de la realeza. “Parece un personaje mucho más seguro de sí mismo, más feliz en su propia piel”.

                                                                                                                                Por Mark Landler - The New York Times

                                                                                                                                Ver todas las noticias
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