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Líderes mundiales de cerca de un centenar de países se reúnen este sábado en Suiza con el presidente ucraniano, Volodimir Zeleneski, en la cumbre por la paz en Ucrania, que, debido a la ausencia rusa, es vista como un mero primer paso de un largo proceso.
De hecho, el presidente colombiano, Gustavo Petro, canceló su participación al considerar que es “básicamente un alinderamiento al lado de la guerra y nosotros no estamos de acuerdo con eso”.
La cumbre, sin embargo, contará con una nutrida representación latinoamericana, con los presidentes argentino Javier Milei, el chileno Gabriel Boric y el ecuatoriano Daniel Noboa.
El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva declinó asistir y en su lugar participará su embajador en Berna. Otros aliados de Rusia en el grupo de los BRICS como Sudáfrica e India mandarán a cargos de segunda fila y China rechazó participar, precisamente por la ausencia de Rusia.
En diálogo con El Espectador en mayo pasado, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, había comentado sobre la esperada participación de Petro en la conferencia: “Estar presente en la conferencia es la postura de un líder independiente, creo yo. Para nosotros es fundamental que el presidente de Colombia esté allí y, si dispone de la posibilidad, sería un placer encontrarme con él para hablar sobre las relaciones bilaterales.
Estaba previsto que ambos líderes se reunieran por primera vez, lo que no sucederá, pues Petro anunció su regreso inmediato desde Suecia, donde ya concluyó su agenda.
¿Qué busca la conferencia por la paz en Ucrania?
El encuentro de dos días se celebra en el lujoso complejo hotelero de Burgenstock y juntará a Zelenski con más de 50 jefes de Estado y de gobierno.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, declaró este sábado que espera lograr “una paz justa lo antes posible”, al inicio de la cumbre. “Todo lo que será acordado [en esta cumbre] formará parte del proceso de restablecimiento de la paz que todos necesitamos”, dijo Zelenski. “Durante esta cumbre, veremos cómo se hace historia”, añadió.
El objetivo, según el país anfitrión, es abrir camino hacia una hoja de ruta para la paz que, posteriormente, involucre también a Rusia. El presidente ruso, Vladimir Putin, sin embargo, tachó la cumbre de “truco para desviar la atención”.
La cita, por cierto, se produce un día después de que Putin exigiera la rendición de Kiev antes de cualquier negociación. En un discurso televisado, el dirigente del Kremlin dijo que ordenará un alto el fuego e iniciará negociaciones “tan pronto” como Kiev comience la retirada de tropas de las zonas del este y el sur de Ucrania en disputa y renuncie a entrar en la OTAN.
Zelenski rechazó el “ultimátum” de Putin y aseguró que le recordaba al estilo de Adolf Hitler. La OTAN y Estados Unidos también repudiaron las condiciones de Moscú para terminar la guerra iniciada con la invasión de Ucrania en febrero de 2022.
El jefe de Gobierno alemán, Olaf Scholz, aseguró por su parte que las reivindicaciones rusas equivalen a “dictar” la paz.
“Lo que necesitamos no es una paz dictada, sino una paz justa y equitativa que tenga en cuenta la integridad y la soberanía de Ucrania”, insistió en la cadena alemana ARD.
Más ayuda de EE. UU. a Ucrania
Después de cerca de un año de estancamiento, Ucrania tuvo que abandonar decenas de posiciones en el frente en los últimos meses ante la ofensiva de las tropas rusas, más numerosas y mejor equipadas.
Pero desde mediados de mayo, el avance ruso se ralentizó y Zelenski confía en invertir la tendencia a partir de esta cumbre de paz y la previa del G7 en Italia, que se cerró con un préstamo de 50.000 millones de dólares a Kiev financiado con los rendimiento de los activos rusos congelados en el exterior.
Zelenski, presente en esa reunión, dijo que el préstamo se destinaría “tanto a la defensa como a la reconstrucción”. De su parte, Putin calificó esta medida de “robo” y avisó que “no quedará sin castigo”.
Este sábado, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, anunció más de 1.500 millones de dólares en ayuda para Ucrania, principalmente para su sector energético y en asistencia humanitaria. Harris, quien asistió en lugar de Joe Biden (el único líder del G7 que no fue al encuentro en Suiza) indicó que la ayuda incluye 500 millones de dólares en nuevos fondos para la asistencia energética.
Otros 324 millones de dólares de fondos previamente anunciados por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) también se redirigirán para hacer frente a las necesidades energéticas de emergencia. “Esta financiación reparará la infraestructura energética dañada en la guerra, ampliará la generación de energía, fomentará la inversión del sector privado y protegerá la infraestructura energética”, dijo Harris en un comunicado.
“Estos esfuerzos ayudarán a Ucrania a responder a los últimos ataques de Rusia contra la infraestructura energética de Ucrania apoyando la reparación y recuperación, mejorando la resiliencia de Ucrania ante las interrupciones del suministro de energía y sentando las bases para reparar y expandir el sistema energético de Ucrania”.
El nuevo paquete, de USAID y el Departamento de Estado, también incluye más de 379 millones de dólares en asistencia humanitaria. Esto “ayudará a abordar las necesidades urgentes de los refugiados, los desplazados internos y las comunidades afectadas por el conflicto impactadas por la brutal guerra de Rusia contra el pueblo ucraniano”, dijo Harris.
El Departamento de Estado, con el apoyo del Congreso, proporcionará otros 300 millones de dólares en ayuda para la seguridad civil de Ucrania, añadió. “Este apoyo les ayudará a operar de forma segura en el frente de la guerra para defender el territorio de Ucrania, rescatar a los civiles objetivo de los ataques del Kremlin, proteger la infraestructura crítica e investigar los más de 120.000 casos registrados de crímenes de guerra y otras atrocidades”, declaró la vicepresidenta estadounidense.
El día anterior, en el foro del G7, Zelenski firmó con su homólogo estadounidense, Joe Biden, un acuerdo bilateral de seguridad que comportará el suministro de ayuda militar y entrenamiento a las tropas de Kiev.
¿Qué esperar?
Los principios básicos se extraerán del plan de paz en diez puntos presentado por Zelenski a finales de 2022 y de resoluciones aprobadas por la ONU que contaron con amplio apoyo. Pero los expertos desaconsejan mantener altas expectativas del encuentro.
“Unas negociaciones significativas que puedan terminar de verdad la devastadora guerra en Ucrania están fuera de alcance mientras Kiev y Moscú se aferren a teorías de una victoria que implique imponerse al otro”, señaló el centro de reflexión International Crisis Group.
Este sábado tiene lugar una sesión plenaria con todas las delegaciones y el domingo se formarán grupos de trabajo específicos para tres cuestiones prioritarias: seguridad nuclear, libertad de navegación y seguridad alimentaria y aspectos humanitarias.
El contenido de estos grupos incluye la navegación en el mar Negro, el destino de los prisioneros de guerra y los civiles detenidos o el regreso de los niños deportados.
El jefe del equipo presidencial de Zelenski, Andriy Yermak, señaló que habrá una segunda conferencia de paz en la que Rusia podría asistir y recibir un “plan conjunto” elaborado por los participantes de esta primera cumbre.
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