Colombianas víctimas de feminicidio en España: lo que se sabe del caso de Getafe

Carolina Vivas Castañeda tenía 39 años cuando fue asesinada en Getafe, España. Murió tras recibir varias puñaladas en la avenida de Arcas del Agua, pasado el mediodía del sábado 4 de noviembre. Una portavoz de la Policía Nacional, cuyo Grupo VI de Homicidios se hizo cargo de la investigación, dijo que la primera hipótesis indica un nuevo caso de violencia de género y que su pareja o expareja sería el autor del crimen. Algunas fuentes policiales, mencionadas por la prensa española, revelan que ella había presentado denuncias por maltrato. De hecho, varias de sus heridas en los brazos, según los primeros reportes, fueron defensivas.

Carolina Vivas Castañeda tenía 39 años cuando fue asesinada en Getafe, España. Murió tras recibir varias puñaladas en la avenida de Arcas del Agua, pasado el mediodía del sábado 4 de noviembre. Una portavoz de la Policía Nacional, cuyo Grupo VI de Homicidios se hizo cargo de la investigación, dijo que la primera hipótesis indica un nuevo caso de violencia de género y que su pareja o expareja sería el autor del crimen. Algunas fuentes policiales, mencionadas por la prensa española, revelan que ella había presentado denuncias por maltrato. De hecho, varias de sus heridas en los brazos, según los primeros reportes, fueron defensivas.

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Vivas Castañeda se había asentado en el municipio español con la intención de huir de un hombre que la maltrataba en Azuqueca de Henares, en la provincia de Guadalajara. Hasta abril de este año tuvo protección de la Policía Nacional, pues figuraba en el sistema Viogen, tras haber sufrido violencia de género por parte de Daniel, su pareja, de 50 años. Según algunos medios, es español y empezó a ser buscado por la Policía como sospechoso del asesinato.

El domingo en la mañana, la alcaldesa de Getafe, Sara Hernández, a través de redes sociales, aseguró: “Acaban de informarme que el Cuerpo Nacional de Policía ha detenido al sospechoso del asesinato machista de ayer en plena calle. Espero que todo el peso de la justicia aclare este terrible suceso y tome las medidas contundentes y necesarias”. El sospechoso se entregó a la Policía, pero quedó en libertad. Supuestamente demostró que no estaba en el lugar de los hechos cuando se cometió el crimen, según los informes. Las autoridades dicen que la “investigación sigue abierta”, que la hipótesis principal sigue siendo la misma y que continúan “recabando indicios para identificar al presunto autor”.

La Fundación Justicia Para Todas, que tiene en sus líneas de acción la observación de la violencia feminicida, realiza #ElConteoQueNoQueremosHacer, registrando año tras año los feminicidios de colombianas cometidos en el territorio nacional y en el exterior. En las bases de datos de la organización, que tiene información desde 2018, se han registrado 12 feminicidios de colombianas en el extranjero, específicamente en España. Sin embargo, en declaraciones a este diario, la entidad hizo una advertencia: “Hacemos especial hincapié en la existencia de un subregistro que, cuando hablamos de mujeres en el exterior, aumenta”.

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A partir de su análisis, la fundación ha identificado que, en general, dichos crímenes ocurren, entre otras cosas, por “la idea de la hipersexualización de las mujeres colombianas y la proyección de aquellas como objetos que deben permitir la transacción. Se les observa, además, como inferiores por ser mujeres y latinas, luego las relaciones son abusivas y se encuentran atravesadas por una asimetría de poder, en la que el hombre se vale de la vulnerabilidad que conlleva el hecho de ser mujer y migrante”. Sumado a esto, la organización menciona la explotación sexual, que, con lo anterior, hace que la probabilidad del feminicidio aumente en un 84 %. En palabras de la entidad, “se infravalora la vida de las mujeres, asumiendo posturas sociales en las cuales se piensa que la muerte de una mujer víctima de explotación es irrelevante”. Aunque por el momento no han mencionado indicios de que el más reciente caso de Getafe responda a una situación como esta, varias fuentes coinciden en que esos estereotipos asociados a la nacionalidad pueden incidir negativamente en la administración de justicia, como se ha documentado en contextos como el mexicano.

A principios de este año, en enero, se supo que una colombiana de 46 años, reportada como desaparecida, fue hallada muerta, luego de que su expareja, de la misma nacionalidad y que aceptó haberla asesinado, la decapitara y lanzara sus restos al mar de Marbella, en la provincia de Málaga, en Andalucía. El hombre habría cometido el crimen en complicidad con un amigo.

Con la muerte de Vivas Castañeda, si se confirma la hipótesis de violencia de género, serían 52 mujeres asesinadas en España por sus parejas o exparejas en lo que va de 2023. Así, de acuerdo con datos registrados a partir de 2003, cuando se comenzaron a recopilar, el número ascendería a 1.237. A escala local, serían cinco los crímenes de violencia de género registrados este año en la Comunidad de Madrid: dos en Móstoles, dos en la capital (en Moratalaz y Villaverde) y este último en Getafe.

Las alertas están encendidas, además, sobre el hecho de que en Viogen, destinado al seguimiento y protección de las mujeres víctimas de violencia de género, figura que había cesado la orden de protección para Vivas Castañeda el pasado 21 de abril, quien estaba en el sistema con un riesgo bajo. Además de eso, en Getafe, el Partido Popular (PP) y los sindicatos CPPM y CSIT-UP denunciaron que la alcaldesa Hernández había desmantelado la unidad de la Policía local de protección a las víctimas de violencia de género. Según lo documentó El Mundo, la funcionaria retiró a la mitad de la plantilla especializada en esta materia, aunque defendió que lo había hecho tras acordar que esa tarea la podían hacer todas las unidades y patrullas.

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