¿Qué es la ‘finlandización’ y por qué se habla de ella en la crisis de Ucrania?
El modelo que adoptó Finlandia para evitar una nueva invasión de los soviéticos ha sido citado como una salida para la crisis en Europa del Este, pero en el país no tienen un buen recuerdo sobre esta política.
Esta semana, el diario francés Le Figaro dijo que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, había señalado que la ‘finlandización’ era un modelo que podría servir para solucionar la crisis entre Rusia y Ucrania. Dicho término no sienta bien en Finlandia, por lo que Macron tuvo que salir a rectificar al medio y declarar que nunca usó esa palabra. ¿De qué trata y por qué se habla de este modelo ahora?
El pasado soviético de Finlandia
Vamos primero con la historia:
- Finlandia tuvo dos guerras con los soviéticos. La primera fue en 1939, cuando la Unión Soviética invadió el territorio finlandés. La segunda fue en junio de 1941, cuando los finlandeses combatieron al Ejército rojo al lado de la Alemania nazi.
- En 1944, luego de estas guerras, Finlandia y la URSS firmaron un armisticio y luego, en 1947, un acuerdo de paz en París en 1947. Un año más tarde, en el nuevo contexto de la Guerra fría y de la cortina de hierro, se firmó también un “tratado de amistad”.
Con este contexto, dicho “tratado de amsitad” es el que nos interesa para hablar de la ‘finlandización’.
En virtud de este tratado, los dirigentes finlandeses aceptaron quedarse fuera de la cooperación militar occidental, especialmente de la Alianza del Atlántico Norte (OTAN) creada en 1949.
Además, se aplicaron especialmente en los medios finlandeses políticas autoritarias que buscaban hacer desaparecer el sentimiento antisoviético en las esferas políticas y culturales finlandesas.
Entonces, ¿qué es la ‘finlandización’?
El término se refiere a la adopción de una posición de neutralidad con tintes muy negativos. Finlandia no haría parte de la OTAN con dicho tratado para no incomodar a la Unión Soviética y así preservar sus fronteras y evitar otra invasión. Pero con esta posición le estaba dando a su poderoso vecino el derecho de intervenir sobre sus asuntos estratégico.
📄 Te recomendamos: Los libros que los padres en EE. UU. no quieren que sus hijos lean
De esta manera, Rusia terminó ejerciendo un control sobre la política exterior y militar de Finlandia, impidiendo, por ejemplo, que Finlandia firmara acuerdos de protección mutua con Suecia y Noruega.
La “finlandización”, entonces, es mantener una neutralidad sobre una entidad para evitar que otra cause daño. No es precisamente un modelo muy positivo.
Una palabra “insultante”
Es por eso que el periodo de este tratado, que se adoptó para evitar otra invasión soviética y la entrada del país al bloque del Este, hoy no es recordado con gracia en el país.
Si bien hay quienes coinciden en que los dirigentes finlandeses no tenían otra opción para evitar una invasión soviética, el modelo es considerado como una “vergüenza”, pues Helsinki, más que adoptar una posición neutral, abusó de la autocensura para no molestar al Kremlin.
“En Finlandia, cuando se dice que alguien está ‘finlandizado’, es casi un insulto, pues significa que opta más del lado ruso que de Occidente”, subraya el ex Primer ministro Alexander Stubb, en una entrevista con la AFP.
Tras la caída de la URSS en 1991, Finlandia abandonó su neutralidad para adherir claramente al campo occidental, ingresando a la Unión Europea en 1995 y luego convirtiéndose en socio, aunque no miembro, de la OTAN.
“Éramos un pequeño país entre el yunque y el martillo”, subraya el profesor Teivo Teivainen de la Universidad de Helsinki.
“Mucha gente acepta que la ‘finlandización’ hace parte de nuestra historia”, considera. “Pero evocar el término ya sea en referencia a Finlandia o a Ucrania, es una ofensa” para muchos, dice el experto.
👀 Te puede interesar: Pasajera denuncia que su bebé fue golpeado por otra persona en vuelo de Avianca
¿Por qué se habla de la finlandización ahora?
Esta es una de las soluciones que ven algunos expertos para el conflicto ucraniano: que se firme sobre piedra que Ucrania no pueda entrar a la OTAN, como ocurrió con Finlandia tras el “tratado de amistad”. Pero, sobre todo, que haya un cambio de política en esta organización para que pueda coexistir con Rusia. Eso significaría adecuarse a las peticiones del Kremlin y permitir que otra nación decida sobre cómo Ucrania maneja sus asuntos en materia de seguridad.
La idea de que una “finlandización” de Ucrania pueda resolver las tensiones con Rusia e incluso solucionar el conflicto que dura desde la anexión de Crimea en 2014, provoca vivas reacciones del lado este del báltico.
Para el expresidente estonio Toomas Hendrik Ilves, “Finlandia no habría sido considerada una democracia” durante el periodo de ‘finlandización’.
“No era bueno ver eso”, añadió. Mencionó en especial el caso de Urho Kekkonen, poderoso presidente durante 26 años y cuyo mandato fue prolongado por una simple decisión parlamentaria.
📄 Te recomendamos: La razón por la que Putin y Macron se reunieron en esa larga mesa: una prueba PCR
“Las viejas palabras para situaciones nuevas funcionan poco”, dijo Stubb en Twitter.
El ex jefe de la diplomacia finlandesa, quien estuvo implicado en las mediaciones para el cese del fuego entre Rusia y Georgia en 2008, rechaza firmemente la idea de que la finlandización pueda representar una vía de salida al bloqueo del asunto ucraniano.
“Ninguna gran potencia, Rusia o cualquier otra, debe decidir sobre la línea a adoptar por Ucrania en materia de su propia seguridad”, agregó.
*Con información de AFP.
👀🌎📄 ¿Ya te enteraste de las últimas noticias en el mundo? Te invitamos a verlas en El Espectador.
Esta semana, el diario francés Le Figaro dijo que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, había señalado que la ‘finlandización’ era un modelo que podría servir para solucionar la crisis entre Rusia y Ucrania. Dicho término no sienta bien en Finlandia, por lo que Macron tuvo que salir a rectificar al medio y declarar que nunca usó esa palabra. ¿De qué trata y por qué se habla de este modelo ahora?
El pasado soviético de Finlandia
Vamos primero con la historia:
- Finlandia tuvo dos guerras con los soviéticos. La primera fue en 1939, cuando la Unión Soviética invadió el territorio finlandés. La segunda fue en junio de 1941, cuando los finlandeses combatieron al Ejército rojo al lado de la Alemania nazi.
- En 1944, luego de estas guerras, Finlandia y la URSS firmaron un armisticio y luego, en 1947, un acuerdo de paz en París en 1947. Un año más tarde, en el nuevo contexto de la Guerra fría y de la cortina de hierro, se firmó también un “tratado de amistad”.
Con este contexto, dicho “tratado de amsitad” es el que nos interesa para hablar de la ‘finlandización’.
En virtud de este tratado, los dirigentes finlandeses aceptaron quedarse fuera de la cooperación militar occidental, especialmente de la Alianza del Atlántico Norte (OTAN) creada en 1949.
Además, se aplicaron especialmente en los medios finlandeses políticas autoritarias que buscaban hacer desaparecer el sentimiento antisoviético en las esferas políticas y culturales finlandesas.
Entonces, ¿qué es la ‘finlandización’?
El término se refiere a la adopción de una posición de neutralidad con tintes muy negativos. Finlandia no haría parte de la OTAN con dicho tratado para no incomodar a la Unión Soviética y así preservar sus fronteras y evitar otra invasión. Pero con esta posición le estaba dando a su poderoso vecino el derecho de intervenir sobre sus asuntos estratégico.
📄 Te recomendamos: Los libros que los padres en EE. UU. no quieren que sus hijos lean
De esta manera, Rusia terminó ejerciendo un control sobre la política exterior y militar de Finlandia, impidiendo, por ejemplo, que Finlandia firmara acuerdos de protección mutua con Suecia y Noruega.
La “finlandización”, entonces, es mantener una neutralidad sobre una entidad para evitar que otra cause daño. No es precisamente un modelo muy positivo.
Una palabra “insultante”
Es por eso que el periodo de este tratado, que se adoptó para evitar otra invasión soviética y la entrada del país al bloque del Este, hoy no es recordado con gracia en el país.
Si bien hay quienes coinciden en que los dirigentes finlandeses no tenían otra opción para evitar una invasión soviética, el modelo es considerado como una “vergüenza”, pues Helsinki, más que adoptar una posición neutral, abusó de la autocensura para no molestar al Kremlin.
“En Finlandia, cuando se dice que alguien está ‘finlandizado’, es casi un insulto, pues significa que opta más del lado ruso que de Occidente”, subraya el ex Primer ministro Alexander Stubb, en una entrevista con la AFP.
Tras la caída de la URSS en 1991, Finlandia abandonó su neutralidad para adherir claramente al campo occidental, ingresando a la Unión Europea en 1995 y luego convirtiéndose en socio, aunque no miembro, de la OTAN.
“Éramos un pequeño país entre el yunque y el martillo”, subraya el profesor Teivo Teivainen de la Universidad de Helsinki.
“Mucha gente acepta que la ‘finlandización’ hace parte de nuestra historia”, considera. “Pero evocar el término ya sea en referencia a Finlandia o a Ucrania, es una ofensa” para muchos, dice el experto.
👀 Te puede interesar: Pasajera denuncia que su bebé fue golpeado por otra persona en vuelo de Avianca
¿Por qué se habla de la finlandización ahora?
Esta es una de las soluciones que ven algunos expertos para el conflicto ucraniano: que se firme sobre piedra que Ucrania no pueda entrar a la OTAN, como ocurrió con Finlandia tras el “tratado de amistad”. Pero, sobre todo, que haya un cambio de política en esta organización para que pueda coexistir con Rusia. Eso significaría adecuarse a las peticiones del Kremlin y permitir que otra nación decida sobre cómo Ucrania maneja sus asuntos en materia de seguridad.
La idea de que una “finlandización” de Ucrania pueda resolver las tensiones con Rusia e incluso solucionar el conflicto que dura desde la anexión de Crimea en 2014, provoca vivas reacciones del lado este del báltico.
Para el expresidente estonio Toomas Hendrik Ilves, “Finlandia no habría sido considerada una democracia” durante el periodo de ‘finlandización’.
“No era bueno ver eso”, añadió. Mencionó en especial el caso de Urho Kekkonen, poderoso presidente durante 26 años y cuyo mandato fue prolongado por una simple decisión parlamentaria.
📄 Te recomendamos: La razón por la que Putin y Macron se reunieron en esa larga mesa: una prueba PCR
“Las viejas palabras para situaciones nuevas funcionan poco”, dijo Stubb en Twitter.
El ex jefe de la diplomacia finlandesa, quien estuvo implicado en las mediaciones para el cese del fuego entre Rusia y Georgia en 2008, rechaza firmemente la idea de que la finlandización pueda representar una vía de salida al bloqueo del asunto ucraniano.
“Ninguna gran potencia, Rusia o cualquier otra, debe decidir sobre la línea a adoptar por Ucrania en materia de su propia seguridad”, agregó.
*Con información de AFP.
👀🌎📄 ¿Ya te enteraste de las últimas noticias en el mundo? Te invitamos a verlas en El Espectador.