Cuando no llega el correo: alemanes en Colombia en espera de votar
Angela Merkel, favorita de las elecciones legislativas del domingo, y su rival socialdemócrata Martin Schulz intentaron a sus seguidores a votar. ¿Cómo votan los alemanes en el extranjero?
Stephan Kroener
La Oficina Federal de Estadística de Alemania publicó el mes pasado que 61,5 millones de alemanes están llamados al derecho de voto el 24 de septiembre. Pero este número solo se refiere a las personas que actualmente viven en Alemania. A estos se suman miles y miles de ciudadanos regados por todo el mundo cuyo pasaporte los habilita para votar. Pero este derecho no los salva de esperar el correo que les trae los documentos necesarios para hacerlo.
Y más de uno de los alemanes en Colombia se debe sentir como el famoso Coronel que no tiene quien le escriba y que espera y espera un correo que no le llega. Hasta la figura literaria de García Márquez sabía que un avión “puede llegar a Europa en una noche”. Pero parece que el correo aéreo hace parte del Realismo Mágico. Ayer se acabó el plazo de mandar los documentos de vuelta, y así también se acabó la posibilidad de los alemanes en Colombia de participar en las próximas elecciones.
La comunidad alemana en Colombia es relativamente pequeña, en comparación con las colonias teutónicas en México, Argentina, Brasil o hasta Paraguay. Son unos 11.000 alemanes que viven silenciosos entre los 48 millones colombianos. Así lo evalúa Monika Noy, de la embajada alemana, en respuesta escrita. “Muchos de ellos son segunda, tercera o cuarta generación y nunca vivieron en Alemania”.
Por eso tampoco tienen el derecho de voto según la jurisdicción alemana. Noy estima que entre 800 y 1.500 de ellos tienen este derecho democrático, pero no es claro cuántos lo ejercen. En un sondeo por los diferentes grupos de Facebook de alemanes radicados en Colombia, varios participantes confirmaron que solicitaron los papeles hace meses para votar por correo, pero todavía no saben nada de ellos.
La embajada alemana explica que los que quieren votar deben informarse y actuar por su propia cuenta. Sin embargo, Noy, encargada del departamento consular, subraya que la delegación hizo este año un enorme esfuerzo para apoyar las elecciones. No solamente informó a todos ciudadanos que se inscribieron en la “lista de los alemanes” sobre el proceso de participación en las elecciones, sino que puso a la disposición por primera vez el transporte de los documentos por el correo diplomático.
Noy admite que solo 49 solicitaron esta ayuda de la embajada. Por Facebook se nota que muchos no se enteraron y se quejan por la ausencia de organización y ayuda de la delegación diplomática. Johannes Mayer, portavoz de prensa de la oficina de voto en Múnich —una de las 299 en toda Alemania—, afirma que ellos enviaron los documentos a mediados de agosto por correo aéreo. “Terminamos primero las solicitudes de los alemanes residentes en el extranjero porque sabemos que el correo necesita más tiempo hasta llegar a su destino”.
Los alemanes en Colombia saben que una carta enviada por correo ordinario (como lo confirmó el encargado en Múnich) puede necesitar semanas y hasta meses hasta llegar a su destino en el país. Un comentario en Facebook se queja fuertemente sobre la entrega de correos en Colombia: “Se demoran meses, si no se pierden en el camino”. No es claro, por qué el gobierno alemán no utiliza los servicios de correo preferencial, el cual cuesta más pero llega con más seguridad. Mayer asegura que “el reglamento define que debe ser enviado por aéreo. Nosotros entregamos las cartas a la Deutsche Post AG, no sabemos quién utilizan ellos para repartir en el país. El riesgo asume el solicitante del voto por correo”.
En el sondeo por Facebook, muchos se quejan de que ellos solicitaron los documentos en marzo o abril de este año y que, entonces, había suficiente tiempo, incluso para el correo ordinario. Svetlana Lust, de la oficina del presidente federal de la mesa electoral, explica que no se pueden mandar los documentos mucho antes, porque se tiene que esperar hasta que los candidatos estén decididos y las papeletas de votación estén impresas. “La demora es culpa del transporte de correo”.
Para subsanar la falla, muchos piden la posibilidad de votar directamente en Colombia, pero el derecho de voto alemán no permite hacerlo en la embajada. Lust explica que no será probable registrar a los votantes en el país extranjero por la rápida fluctuación de los nacionales. Además la posibilidad de votar en la embajada contravendría el precepto de igualdad, porque personas que viven lejos de ella no tendrían este privilegio.
Los datos de la Oficina Federal de Estadística muestran que en las últimas elecciones en 2013 se inscribieron solo 62 alemanes residentes en Colombia (lo que no significa que lograron votar y no existe una estadística al respecto). Un número insignificante en comparación con los entre 800 y 1.500 posibles votantes mencionados arriba. Noy y Lust esperan que estas cifras suban considerablemente en estas elecciones. De un lado, porque cada vez más alemanes viven en el país y porque la crisis de refugiados y el surgimiento de partidos populistas politizaron a la población. El DAAD (Servicio Alemán de Intercambio Académico) en Colombia confirma que en los últimos dos años la cantidad de estudiantes alemanes (que deben tener el derecho de voto si son mayores de edad), casi se duplicó, al pasar de 200 en 2014 a 383 en 2016.
El vocero de prensa de la embajada, Dr. Daniel Alscher, expresa que el personal diplomático ya votó hace tiempo, información desconcertante cuando muchos alemanes en el país todavía esperan sus papeles. La embajada y la Oficina de la Mesa Electoral se ven consternadas por los problemas del correo, lo que muestra que las quejas no se deben quedar en Facebook y que los anuncios de la embajada deben estar más presentes en las redes sociales.
De los resultados del sondeo, se puede resumir que muchos alemanes enraizados en Colombia no están bien informados sobre cómo pueden participar en las elecciones de su país de origen. Por otro lado, el hecho que muchos documentos para votar todavía no han llegado a los solicitantes muestra que el envío de ellos por el correo ordinario no es una buena opción para papeles tan importantes para ejercer un derecho fundamental en una democracia. Es por eso que varios integrantes de la comunidad alemana en Colombia expresaron que se sienten como ciudadanos de segunda y decepcionados por no poder votar.
Al final, los votos de los alemanes en Colombia no cambiarían el resultado de las elecciones. Pero el ejemplo de los problemas con los cuales se enfrentan en Colombia es un llamado para que Alemania asegure el derecho de voto de todos sus ciudadanos en todo el mundo y no culpe a los correos que no llegan.
* Estudiante de doctorado en la cátedra de Historia de Latinoamérica en la Universidad Católica de Eichstätt-Ingolstadt, Alemania.
La Oficina Federal de Estadística de Alemania publicó el mes pasado que 61,5 millones de alemanes están llamados al derecho de voto el 24 de septiembre. Pero este número solo se refiere a las personas que actualmente viven en Alemania. A estos se suman miles y miles de ciudadanos regados por todo el mundo cuyo pasaporte los habilita para votar. Pero este derecho no los salva de esperar el correo que les trae los documentos necesarios para hacerlo.
Y más de uno de los alemanes en Colombia se debe sentir como el famoso Coronel que no tiene quien le escriba y que espera y espera un correo que no le llega. Hasta la figura literaria de García Márquez sabía que un avión “puede llegar a Europa en una noche”. Pero parece que el correo aéreo hace parte del Realismo Mágico. Ayer se acabó el plazo de mandar los documentos de vuelta, y así también se acabó la posibilidad de los alemanes en Colombia de participar en las próximas elecciones.
La comunidad alemana en Colombia es relativamente pequeña, en comparación con las colonias teutónicas en México, Argentina, Brasil o hasta Paraguay. Son unos 11.000 alemanes que viven silenciosos entre los 48 millones colombianos. Así lo evalúa Monika Noy, de la embajada alemana, en respuesta escrita. “Muchos de ellos son segunda, tercera o cuarta generación y nunca vivieron en Alemania”.
Por eso tampoco tienen el derecho de voto según la jurisdicción alemana. Noy estima que entre 800 y 1.500 de ellos tienen este derecho democrático, pero no es claro cuántos lo ejercen. En un sondeo por los diferentes grupos de Facebook de alemanes radicados en Colombia, varios participantes confirmaron que solicitaron los papeles hace meses para votar por correo, pero todavía no saben nada de ellos.
La embajada alemana explica que los que quieren votar deben informarse y actuar por su propia cuenta. Sin embargo, Noy, encargada del departamento consular, subraya que la delegación hizo este año un enorme esfuerzo para apoyar las elecciones. No solamente informó a todos ciudadanos que se inscribieron en la “lista de los alemanes” sobre el proceso de participación en las elecciones, sino que puso a la disposición por primera vez el transporte de los documentos por el correo diplomático.
Noy admite que solo 49 solicitaron esta ayuda de la embajada. Por Facebook se nota que muchos no se enteraron y se quejan por la ausencia de organización y ayuda de la delegación diplomática. Johannes Mayer, portavoz de prensa de la oficina de voto en Múnich —una de las 299 en toda Alemania—, afirma que ellos enviaron los documentos a mediados de agosto por correo aéreo. “Terminamos primero las solicitudes de los alemanes residentes en el extranjero porque sabemos que el correo necesita más tiempo hasta llegar a su destino”.
Los alemanes en Colombia saben que una carta enviada por correo ordinario (como lo confirmó el encargado en Múnich) puede necesitar semanas y hasta meses hasta llegar a su destino en el país. Un comentario en Facebook se queja fuertemente sobre la entrega de correos en Colombia: “Se demoran meses, si no se pierden en el camino”. No es claro, por qué el gobierno alemán no utiliza los servicios de correo preferencial, el cual cuesta más pero llega con más seguridad. Mayer asegura que “el reglamento define que debe ser enviado por aéreo. Nosotros entregamos las cartas a la Deutsche Post AG, no sabemos quién utilizan ellos para repartir en el país. El riesgo asume el solicitante del voto por correo”.
En el sondeo por Facebook, muchos se quejan de que ellos solicitaron los documentos en marzo o abril de este año y que, entonces, había suficiente tiempo, incluso para el correo ordinario. Svetlana Lust, de la oficina del presidente federal de la mesa electoral, explica que no se pueden mandar los documentos mucho antes, porque se tiene que esperar hasta que los candidatos estén decididos y las papeletas de votación estén impresas. “La demora es culpa del transporte de correo”.
Para subsanar la falla, muchos piden la posibilidad de votar directamente en Colombia, pero el derecho de voto alemán no permite hacerlo en la embajada. Lust explica que no será probable registrar a los votantes en el país extranjero por la rápida fluctuación de los nacionales. Además la posibilidad de votar en la embajada contravendría el precepto de igualdad, porque personas que viven lejos de ella no tendrían este privilegio.
Los datos de la Oficina Federal de Estadística muestran que en las últimas elecciones en 2013 se inscribieron solo 62 alemanes residentes en Colombia (lo que no significa que lograron votar y no existe una estadística al respecto). Un número insignificante en comparación con los entre 800 y 1.500 posibles votantes mencionados arriba. Noy y Lust esperan que estas cifras suban considerablemente en estas elecciones. De un lado, porque cada vez más alemanes viven en el país y porque la crisis de refugiados y el surgimiento de partidos populistas politizaron a la población. El DAAD (Servicio Alemán de Intercambio Académico) en Colombia confirma que en los últimos dos años la cantidad de estudiantes alemanes (que deben tener el derecho de voto si son mayores de edad), casi se duplicó, al pasar de 200 en 2014 a 383 en 2016.
El vocero de prensa de la embajada, Dr. Daniel Alscher, expresa que el personal diplomático ya votó hace tiempo, información desconcertante cuando muchos alemanes en el país todavía esperan sus papeles. La embajada y la Oficina de la Mesa Electoral se ven consternadas por los problemas del correo, lo que muestra que las quejas no se deben quedar en Facebook y que los anuncios de la embajada deben estar más presentes en las redes sociales.
De los resultados del sondeo, se puede resumir que muchos alemanes enraizados en Colombia no están bien informados sobre cómo pueden participar en las elecciones de su país de origen. Por otro lado, el hecho que muchos documentos para votar todavía no han llegado a los solicitantes muestra que el envío de ellos por el correo ordinario no es una buena opción para papeles tan importantes para ejercer un derecho fundamental en una democracia. Es por eso que varios integrantes de la comunidad alemana en Colombia expresaron que se sienten como ciudadanos de segunda y decepcionados por no poder votar.
Al final, los votos de los alemanes en Colombia no cambiarían el resultado de las elecciones. Pero el ejemplo de los problemas con los cuales se enfrentan en Colombia es un llamado para que Alemania asegure el derecho de voto de todos sus ciudadanos en todo el mundo y no culpe a los correos que no llegan.
* Estudiante de doctorado en la cátedra de Historia de Latinoamérica en la Universidad Católica de Eichstätt-Ingolstadt, Alemania.