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Las autoridades italianas detuvieron en la noche de este jueves al expresidente del Gobierno catalán Carles Puigdemont, prófugo de la Justicia española desde el 2017, en Cerdeña. Medios locales informan que la detención se dio en virtud de una orden de búsqueda y captura internacional emitida por el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llanera.
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El dirigente independentista llegó a Cerdeña para asistir a un encuentro, según informó El Español, y ahora permanece retenido en dependencias policiales del aerpouerto de Alguer. Ahora las autoridades italianas deberán determinar si van a acceder a entregarlo a la Justicia española, explicaron algunos abogados a el diario El Mundo.
La detención se dio luego de que el Tribunal General de la Unión Europea rechazó el 30 de julio la petición de medidas cautelares contra la suspensión de la inmunidad parlamentaria que plantearon Puigdemont y otros diputados independentistas, Toni Comín y Clara Ponsatí, explican periodistas de El País de España. Esta decisión dejó sin inmunidad parlamentaria a los tres políticos.
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Tras su captura, el líder del Partido Popular, Pablo Casado, dijo que Puigdemont debía ser juzgado en España.
Puigdemont debe ser juzgado en España por su golpe a la legalidad constitucional, y Sánchez debe comprometerse a respetar la sentencia de la Justicia sin indultos a cambio de permanecer en el poder.
— Pablo Casado Blanco (@pablocasado_) September 23, 2021
Sin embargo, no es la primera vez que lo detienen. Tras huir a Bélgica en 2017, el expresidente catalán fue detenido en Alemania cuando viajaba en carro de regreso a su residencia en Waterloo (Bélgica). En ese momento, entró a la prisión de Neumünster, pero quedó libre 12 días después. Luego, un tribunal alemán rechazó su entrega a España.
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La justicia española ordenó la captura de varios líderes catalanes que no acudieron a la citación de la Audiencia Nacional cuando la causa contra el ‘procés’ independentista unilateral arrancó. Desde entonces, Pablo Llarena ha reactivado varias órdenes internacionales y europeas.
¿Qué pasaría si lo entregan a las autoridades españolas?
Puigdemont tiene un juicio pendiente en el Tribunal Supremo. En 2018 fue procesado por rebelión y malversación, y si lo entregan será juzgado. “El escenario, eso sí, ha cambiado en los últimos años: la sentencia condenatoria del Supremo ha sido por un delito de sedición y no de rebelión tal y como había pedido la Fiscalía en un primer momento”, explicaron los periodistas Alberto Pozas y Pedro Águeda de El Diario de España.
Su último viaje a París
El expresidente regional catalán, residente en Bélgica, estuvo en París el viernes pasado, a donde llegó invitado por el Parlamento francés por diputados corsos del grupo Libertades y Territorios, quienes le expresaron su apoyo. La justicia española lo reclama para juzgarlo por el intento de secesión. En su viaje aseguró que ya se había acabado el tiempo para una negociación con Madrid.
“Perder el tiempo no es hacer política. Ya hubo tiempo suficiente para poner sobre la mesa elementos para una verdadera negociación con el Estado. No están”, dijo Puigdemont durante una reunión con diputados corsos en el Parlamento francés.
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Sus declaraciones llegan dos días después que el gobierno español del socialista Pedro Sánchez y el ejecutivo catalán, liderado por el independentista Pere Aragonès, reanudaran el diálogo sobre la crisis en Cataluña, tras el referéndum ilegal de independencia de 2017.
Sánchez rechazó de nuevo las dos principales reivindicaciones: acordar un referéndum de autodeterminación y una amnistía para los encausados por el intento de secesión de 2017. Aragonés, que las consideró clave, reconoció que el diálogo “requiere tiempo”.
Puigdemont, al frente del ejecutivo catalán cuando tuvo lugar la consulta, criticó que el gobierno español intente “resituar el conflicto como si fuera un desacuerdo entre dos gobiernos por asuntos de financiación o de competencias regionales”.
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