Para quienes viven con discapacidad, refugiarse en albergues tampoco es una opción, ya que, en su mayoría, están ubicados bajo tierra y no poseen una entrada accesible para usuarios en sillas de ruedas. Por otro lado, los refugios tampoco están equipados para satisfacer las necesidades de muchos de ellos, por ejemplo, de quienes presentan autismo.
Foto: William Niámpira