El mundo no es como lo pintan: los que no pueden huir de Ucrania

El mundo no es como lo pintan: los que no pueden huir de Ucrania.

En medio de la huida de más de 4,2 millones de personas de Ucrania a otros países en medio de la guerra, muchos ciudadanos no han podido salir, pese a las terribles condiciones que enfrentan. Entre esos, se encuentran a las personas con pocos recursos económicos, con discapacidad y de la tercera edad, entre otros.

Para quienes viven con discapacidad, refugiarse en albergues tampoco es una opción, ya que, en su mayoría, están ubicados bajo tierra y no poseen una entrada accesible para usuarios en sillas de ruedas. Por otro lado, los refugios tampoco están equipados para satisfacer las necesidades de muchos de ellos, por ejemplo, de quienes presentan autismo.

Antes de la guerra, Ucrania contaba con una población con discapacidad de aproximadamente 2,7 millones de personas. Aunque no se sabe con exactitud cuántos de ellos aún continúan en el país, existen varios reportes de que las tropas rusas han atacado centros que albergan a personas con discapacidad.

Por otro lado, tampoco existen rutas seguras de evacuación. Quienes no puedan huir corren peligro de ser abandonados. A su vez, quienes dependan de dispositivos electrónicos como respiradores o quienes necesiten refrigerar sus medicamentos corren peligro.

Otro de los problemas que esta población enfrenta es la falta de información accesible sobre seguridad y evacuación, ya que, al no ser inclusiva, no está diseñada en formatos diferentes, como panfletos en braille o videos en lengua de señas. Esto les dificulta que puedan comprender sus opciones y decidir.

Por otro lado, quienes pueden escapar se encuentran con que los refugios y el transporte fronterizo no son accesibles. A su vez, los hombres ucranianos con edades entre 18 y 60 años, a quienes les prohíben salir del país para que se unan al ejército, no pueden huir de la guerra, aunque por su discapacidad estén exentos.

Los guardias ucranianos ubicados en la frontera del país les han impedido a varios hombres con discapacidad salir del país, argumentando que sus discapacidades no son graves, a pesar a contar con documentos oficiales que los eximen de presentar el servicio militar.

Por otro lado, quienes pueden escapar se encuentran con que los refugios y el transporte fronterizo no son accesibles. A su vez, los hombres ucranianos con edades entre 18 y 60 años, a quienes les prohíben salir del país para que se unan al ejército, no pueden huir de la guerra, aunque por su discapacidad estén exentos.

Mientras cerca de 500.000 personas han regresado al país desde que estalló la guerra, muchos ancianos se encuentran solos y no cuentan con ayuda externa para poder llegar a los albergues o poder caminar hacia las ciudades fronterizas. Así que se encuentran a su suerte, aislados y seguramente asustados.