El papa Francisco estuvo en peligro de muerte, según una fuente cercana del Vaticano
Michele Ferri, una figura cercana al papa, dijo que Francisco estaba inconsciente cuando lo llevaron de urgencia al hospital y aseguró que pudo haber fallecido. Confesó que en su última conversación con él, ocurrida el sábado pasado, lo sintió mejor que cuando conversaron en enero.
A finales de marzo, coincidiendo con el inicio de la Semana Santa, se supo que el papa Francisco fue hospitalizado. Aunque en un principio el Vaticano había comunicado que el sumo pontífice había ingresado al hospital Agostino Gemelli, en Roma, “para controles programados anteriormente”, luego informó que “sufría de una infección respiratoria que requerirá unos días de tratamiento médico hospitalario adecuado”. Recientemente, una fuente cercana de la institución religiosa dijo que el jerarca de la Iglesia católica estuvo en peligro de muerte.
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Michele Ferri, que es una figura cercana al papa, dijo que Francisco estaba inconsciente cuando lo llevaron de urgencia al hospital con bronquitis y aseguró que pudo haber fallecido. Según cuenta, el pontífice le comentó que “unas pocas horas más y no estoy seguro de que hubiera estado presente para contarlo”. En respuesta, Ferri le dijo: “¡Nos diste un susto!”.
El hombre es frecuentemente mencionado en los medios de comunicación italianos como alguien que habla con el papa regularmente, desde que Francisco lo llamó por primera vez para consolarlo tras la muerte de su hermano, asesinado en un robo hace una década. En medio de los recientes quebrantos de salud del pontífice, y luego de su más reciente conversación con él, ocurrida el sábado pasado, Ferri agregó: “Lo escuché mejor que la última vez que hablamos en enero”.
Frente al argumento del Vaticano de que la visita de su líder al hospital estaba programada, el Corriere della Sera explicó que se trataría de “problemas cardíacos y de dificultad respiratoria”, pero no despertó las alarmas. Al contrario, informó que la situación “no era preocupante”. Después de tres días de hospitalización, el papa salió de la clínica. “Aún estoy vivo”, dijo ante los fieles y periodistas que se congregaron a su salida del recinto. Al día siguiente, presidió la misa de Ramos en la plaza de San Pedro.
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A finales de marzo, coincidiendo con el inicio de la Semana Santa, se supo que el papa Francisco fue hospitalizado. Aunque en un principio el Vaticano había comunicado que el sumo pontífice había ingresado al hospital Agostino Gemelli, en Roma, “para controles programados anteriormente”, luego informó que “sufría de una infección respiratoria que requerirá unos días de tratamiento médico hospitalario adecuado”. Recientemente, una fuente cercana de la institución religiosa dijo que el jerarca de la Iglesia católica estuvo en peligro de muerte.
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Michele Ferri, que es una figura cercana al papa, dijo que Francisco estaba inconsciente cuando lo llevaron de urgencia al hospital con bronquitis y aseguró que pudo haber fallecido. Según cuenta, el pontífice le comentó que “unas pocas horas más y no estoy seguro de que hubiera estado presente para contarlo”. En respuesta, Ferri le dijo: “¡Nos diste un susto!”.
El hombre es frecuentemente mencionado en los medios de comunicación italianos como alguien que habla con el papa regularmente, desde que Francisco lo llamó por primera vez para consolarlo tras la muerte de su hermano, asesinado en un robo hace una década. En medio de los recientes quebrantos de salud del pontífice, y luego de su más reciente conversación con él, ocurrida el sábado pasado, Ferri agregó: “Lo escuché mejor que la última vez que hablamos en enero”.
Frente al argumento del Vaticano de que la visita de su líder al hospital estaba programada, el Corriere della Sera explicó que se trataría de “problemas cardíacos y de dificultad respiratoria”, pero no despertó las alarmas. Al contrario, informó que la situación “no era preocupante”. Después de tres días de hospitalización, el papa salió de la clínica. “Aún estoy vivo”, dijo ante los fieles y periodistas que se congregaron a su salida del recinto. Al día siguiente, presidió la misa de Ramos en la plaza de San Pedro.
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