¿El principio del fin? Johnson, cada vez más aislado, se enfrenta a una rebelión
El negociador británico del Brexit, David Frost, abandonó el gobierno el sábado, coronando una semana agitada para el primer ministro británico, Boris Johnson, tras una rebelión de su partido sobre los nuevos frenos al coronavirus y una humillación en las elecciones parciales.
Afp y Efe
Dos años después de su histórica victoria con la promesa de sacar al Reino Unido de la Unión Europea, el final de 2021 se convierte en pesadilla para Boris Johnson. Ahora, su primer ministro del Brexit, David Frost, presentó su renuncia. Todo esto en medio de una serie de escándalos y tras una derrota de su partido conservador en una elección local, que lo fragiliza aún más en pleno resurgimiento del covid-19.
¿Por qué la renuncia del ministro del Brexit?
En su misiva, Frost manifestó su inquietud por el “camino” que ha tomado el Ejecutivo conservador al aplicar nuevas restricciones en el Reino Unido para controlar el coronavirus, en particular la exigencia de presentar certificados covid para entrar en grandes eventos, como discotecas, así como el aumento de los impuestos.
“Usted conoce mis preocupaciones respecto al manejo actual de los asuntos”, escribió a Johnson, enfatizando que con el Brexit ya asegurado, “ahora el desafío para el gobierno es aprovechar las oportunidades”. La partida inmediata de Frost, de 56 años, deja un gran vacío del lado británico en las complejas negociaciones con la Unión Europea (UE) para implementar los acuerdos pos-Brexit.
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Ahora, la ministra británica de Exteriores, Liz Truss, se hará cargo de las negociaciones con la Unión Europea (UE) sobre la relación pos-Brexit, informó este domingo la residencia oficial de Downing Street. Truss retiene su cargo de Exteriores y, al mismo tiempo, encabezará las negociaciones con Bruselas sobre el polémico Protocolo para Irlanda del Norte, acordado para evitar levantar una frontera física en la isla de Irlanda a fin de no perjudicar el acuerdo de paz (1998).
“Momento decisivo”
En Radio Times, la exprimera ministra norirlandesa, Arlene Foster, presionada para dejar su puesto en abril pasado al ser considerada demasiado moderada, tildó la partida de David Frost como algo “muy, muy decepcionante”, puesto que él comprendía los problemas creados por los nuevos acuerdos pos-Brexit en Irlanda del Norte.
Por su parte, la número dos de la oposición laborista, Angela Rayner, tuiteó que el gobierno se encuentra “en un caos absoluto, precisamente cuando el país atraviesa semanas de incertidumbre”.
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“Boris Johnson no está a la altura de su cargo. Nos merecemos algo mejor que esta bufonada”, añadió.
En la bancada de la mayoría conservadora, el diputado Andrew Bridgen consideró la víspera que para Johnson se trata de un momento decisivo. “Debe cambiar o irse”, indicó a Radio Times. Este fervoroso ‘Brexiter’ además tuiteó que al primer ministro se le “está acabando el tiempo y los amigos para cumplir con sus promesas y la disciplina de un verdadero gobierno conservador”.
Partidario de una línea dura con la UE, David Frost lideró las negociaciones de Londres sobre el acuerdo del Brexit, así como su puesta en marcha, sobre todo en lo que respecta a la aplicación del controvertido protocolo para Irlanda del Norte. Este último instaura un nuevo régimen aduanero para la provincia británica, que ‘de facto’ la mantiene en el mercado único y la unión aduanera europea.
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El Reino Unido y la UE llevan desde hace meses intentando acordar cómo implementar el texto, en vigor desde comienzos de año. Si bien Frost había adoptado una posición inflexible, exigiendo que se soslaye todo recurso a la justicia europea para la solución de controversias, en cambio el gobierno últimamente parece haber suavizado su postura al respecto.
Diplomático de carrera, Frost trabajó en Bruselas en la década de 1990 y fue embajador ante Dinamarca entre 2006 y 2008. Además ha dirigido la Scotch Whisky Association (SWA).
Dos años después de su histórica victoria con la promesa de sacar al Reino Unido de la Unión Europea, el final de 2021 se convierte en pesadilla para Boris Johnson. Ahora, su primer ministro del Brexit, David Frost, presentó su renuncia. Todo esto en medio de una serie de escándalos y tras una derrota de su partido conservador en una elección local, que lo fragiliza aún más en pleno resurgimiento del covid-19.
¿Por qué la renuncia del ministro del Brexit?
En su misiva, Frost manifestó su inquietud por el “camino” que ha tomado el Ejecutivo conservador al aplicar nuevas restricciones en el Reino Unido para controlar el coronavirus, en particular la exigencia de presentar certificados covid para entrar en grandes eventos, como discotecas, así como el aumento de los impuestos.
“Usted conoce mis preocupaciones respecto al manejo actual de los asuntos”, escribió a Johnson, enfatizando que con el Brexit ya asegurado, “ahora el desafío para el gobierno es aprovechar las oportunidades”. La partida inmediata de Frost, de 56 años, deja un gran vacío del lado británico en las complejas negociaciones con la Unión Europea (UE) para implementar los acuerdos pos-Brexit.
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“Momento decisivo”
En Radio Times, la exprimera ministra norirlandesa, Arlene Foster, presionada para dejar su puesto en abril pasado al ser considerada demasiado moderada, tildó la partida de David Frost como algo “muy, muy decepcionante”, puesto que él comprendía los problemas creados por los nuevos acuerdos pos-Brexit en Irlanda del Norte.
Por su parte, la número dos de la oposición laborista, Angela Rayner, tuiteó que el gobierno se encuentra “en un caos absoluto, precisamente cuando el país atraviesa semanas de incertidumbre”.
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“Boris Johnson no está a la altura de su cargo. Nos merecemos algo mejor que esta bufonada”, añadió.
En la bancada de la mayoría conservadora, el diputado Andrew Bridgen consideró la víspera que para Johnson se trata de un momento decisivo. “Debe cambiar o irse”, indicó a Radio Times. Este fervoroso ‘Brexiter’ además tuiteó que al primer ministro se le “está acabando el tiempo y los amigos para cumplir con sus promesas y la disciplina de un verdadero gobierno conservador”.
Partidario de una línea dura con la UE, David Frost lideró las negociaciones de Londres sobre el acuerdo del Brexit, así como su puesta en marcha, sobre todo en lo que respecta a la aplicación del controvertido protocolo para Irlanda del Norte. Este último instaura un nuevo régimen aduanero para la provincia británica, que ‘de facto’ la mantiene en el mercado único y la unión aduanera europea.
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El Reino Unido y la UE llevan desde hace meses intentando acordar cómo implementar el texto, en vigor desde comienzos de año. Si bien Frost había adoptado una posición inflexible, exigiendo que se soslaye todo recurso a la justicia europea para la solución de controversias, en cambio el gobierno últimamente parece haber suavizado su postura al respecto.
Diplomático de carrera, Frost trabajó en Bruselas en la década de 1990 y fue embajador ante Dinamarca entre 2006 y 2008. Además ha dirigido la Scotch Whisky Association (SWA).