Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Después de una semana en el mar mediterráneo el buque humanitario Aquarius zarpó hoy del puerto español de Valencia hacia aguas internacionales del Mediterráneo central para continuar con el salvamento de migrantes frente a las costas de Libia. El barco, de la ONG francesa SOS Méditerranée, había rescatado a 630 personas en esa zona hace once días, que fueron acogidas por España después de que Italia y Malta se negaran a que desembarcaran en su territorio.
Los migrantes llegaron a Valencia el domingo pasado a bordo del Aquarius y de otros dos barcos de la Marina italiana, que también partieron hoy. "El Aquarius va a navegar a la zona de rescate de Libia, que es donde se nos necesita más que nunca", manifestó antes de salir el coordinador de rastreo y rescate de SOS Méditerranée, Nicolas Stalla. A su paso destapó un profundo problema político, pues la ruta que siguió para llegar a España fue una excepción que no se puede repetir.
(Le puede interesar: El infierno que viven los que tienen que migrar)
De hecho, Stalla fue el que añadió que la posibilidad de volver a Valencia "no es el plan" y "no se debería repetir porque lo suyo es ir al puerto más cercano". Las aseveraciones hacen referencia al rechazo que sufrió el buque por parte de Italia, que, por las políticas del nuevo gobierno, dirigido por los partidos antisistema La Liga Norte y el Movimiento 5 Estrellas, decidió cerrar las puertas a los migrantes. El gesto fue, en parte, protestando contra la indiferencia y la poca ayuda por parte de la comunidad europea con respecto al tema.
El ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini, de la ultraderechista Liga, invitó hoy a España a acoger las cuatro próximas embarcaciones de inmigrantes que naveguen en el Mediterráneo porque, aseguró, no ha cumplido con sus compromisos. "De acuerdo con el proyecto de reubicación España tendría que haber acogido a 3.265 solicitantes de asilo de Italia, pero hasta ahora sólo ha recibido a 235, por lo que puede acoger los próximos cuatro barcos", dijo Salvini, que también es vicepresidente del Gobierno.
(Puede leer: El llanto desesperado de niños inmigrantes separados de sus padres en la frontera de EEUU)
El ministro italiano se reunió en Roma con su homólogo Austria, Herbert Kickl (FPO, nacionalistas), y ambos comparecieron después en una rueda de prensa. Salvini criticó a España y Francia por haber exigido en los últimos días solidaridad con las personas rescatadas en el Mediterráneo y haber rechazado las medidas duras que el político populista italiano está llevando a cabo para frenar la inmigración, entre ellas impedir, el pasado 10 de junio, al barco Aquarius.