Elecciones en Turquía: entre la Unión Europea, la OTAN y Rusia
El enfrentamiento electoral entre el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y el líder opositor, Kemal Kilicdaroglu, tendrá repercusiones en la arena internacional. Aunque la plataforma disidente plantea alejarse del Kremlin y acercarse hacia los países occidentales, algo contrario a la postura actual, ni la cercanía a ellos ni la distancia con Rusia son un tema fácil para Ankara.
“Queridos amigos rusos, ustedes están detrás de los montajes, conspiraciones, contenidos deepfake y cintas que fueron expuestos en este país ayer. Si desean la continuación de nuestra amistad después del 15 de mayo, quiten sus manos del Estado turco. Seguimos estando a favor de la cooperación y la amistad”, escribió el jueves pasado Kemal Kilicdaroglu, el líder opositor turco que se enfrentó a Recep Tayyip Erdogan, actual mandatario, en las urnas. Solo tres días antes de que se realizaran los comicios, que se llevaron a cabo el pasado 14 de mayo, el candidato al frente de una coalición de seis partidos, que logró el 44,9 % de los apoyos, mostró en Twitter el tono de lo que podría ser la política exterior bajo un gobierno suyo. De hecho, se cree que de llegar a ganar en la segunda vuelta, prevista para el 28 de mayo, Turquía se alejaría de Moscú y se trataría de acercar a la Unión Europea y a la OTAN.
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“Queridos amigos rusos, ustedes están detrás de los montajes, conspiraciones, contenidos deepfake y cintas que fueron expuestos en este país ayer. Si desean la continuación de nuestra amistad después del 15 de mayo, quiten sus manos del Estado turco. Seguimos estando a favor de la cooperación y la amistad”, escribió el jueves pasado Kemal Kilicdaroglu, el líder opositor turco que se enfrentó a Recep Tayyip Erdogan, actual mandatario, en las urnas. Solo tres días antes de que se realizaran los comicios, que se llevaron a cabo el pasado 14 de mayo, el candidato al frente de una coalición de seis partidos, que logró el 44,9 % de los apoyos, mostró en Twitter el tono de lo que podría ser la política exterior bajo un gobierno suyo. De hecho, se cree que de llegar a ganar en la segunda vuelta, prevista para el 28 de mayo, Turquía se alejaría de Moscú y se trataría de acercar a la Unión Europea y a la OTAN.
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Ahora bien, esto no es del todo sencillo. Como se lee en un análisis de Jeffrey Mankoff, publicado en Foreing Policy, Rusia y Turquía han sido rivales geopolíticos en los Balcanes, el Cáucaso, el mar Negro y Asia Central. Eso ha motivado a Ankara a buscar apoyos en Gran Bretaña y Francia, como sucedió en la Guerra de Crimea; en Alemania, durante la Primera Guerra Mundial, y en la OTAN, durante la Guerra Fría. Sin embargo, Moscú ha sido un importante aliado económico y comercial: llegó a recibir de ella su mayor parte del gas natural y firmó un acuerdo con la empresa estatal Rosatom para construir la primera planta de energía nuclear en Akkuyu. Además, en cuestión de armamento, al no alcanzar un acuerdo con Estados Unidos para obtener el sistema Patriot, Erdogan optó por comprar el sistema de defensa aérea S-400 de fabricación rusa. Turquía también tiene lazos importantes con Ucrania: en 2021, el comercio alcanzó los US$7.400 millones y, en vísperas de la invasión rusa, los dos Estados firmaron un acuerdo de libre comercio.
Un artículo del Instituto Kennan, publicado en la página web del Wilson Center, dice que Turquía ha sabido jugar un triángulo en su política exterior. Aquello “fue vital para el éxito del acuerdo de cereales de 2022, que permitió exportar cereales y maíz ucranianos desde los puertos del mar Negro (...). Además, Ankara pudo explotar su posición neutral para preservar los lazos comerciales y económicos con Rusia”. Sin embargo, la presión alrededor de la guerra, que se ha extendido por más de un año, plantea la pregunta sobre “si la oposición unida de Turquía se rendirá y romperá con las políticas de Erdogan, o hará cambios retóricos más bien modestos, mientras mantiene el papel de intermediario diplomático”.
En declaraciones a la BBC, Kilicdaroglu aseguró que, de ganar la Presidencia, reorientaría a Turquía y priorizaría las relaciones con Occidente, no con el Kremlin. No obstante, su asesor de política exterior, Unal Cevikoz, le dijo al canal estatal ruso RT que “no habría cambios serios en la política exterior” hacia Rusia y que cree que Kilicdaroglu “tendría buenas relaciones” con Vladimir Putin. En medio de esta vaivén, lo que sí se sabe es que el líder opositor prometió volver a encaminar a Turquía para unirse a la Unión Europea y se comprometió a cumplir con las sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, lo que significaría la liberación inmediata de dos disidentes que los tribunales consideran como presos políticos: el colíder del Partido Democrático de los Pueblos pro kurdo, Selahattin Demirtaş, y Osman Kavala, defensor de derechos humanos.
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En entrevista en marzo pasado con el medio Politico, Cevikoz, a quien se le preguntó sobre los miembros de la Unión Europea que tradicionalmente han sido hostiles hacia la adhesión de Turquía al bloque de países, como Francia y Austria, enfatizó en la importancia de reanudar el proceso diplomático. “Esto no significa que Turquía se convertirá en un miembro inmediato, sin embargo, es una cuestión de proceso, y es el proceso lo que cuenta, porque queremos que nuestro país se convierta en un país democrático, como miembro de la comunidad de las naciones civilizadas”.
Con respecto a la OTAN, el asesor del candidato de la oposición dijo que no ponen freno a la ampliación de la Alianza Atlántica. “Creo que la membresía de Suecia (aún pendiente) y Finlandia (que ya tiene el visto bueno de Ankara y fue recibida en la organización) aumentará y fortalecerá la seguridad de una organización de defensa colectiva”, y aprovechó para afirmar que, “actualmente, las relaciones entre Turquía y Rusia son bastante asimétricas, pues Turquía depende mucho de las importaciones de energía de Rusia (...). Enfatizaremos en el hecho de que Turquía es miembro de la OTAN. En nuestras discusiones con Rusia, buscaremos una relación entre iguales, pero también le recordaremos que Turquía es miembro de la OTAN”.
Mientras se define el rumbo que tomará la política turca, el Kremlin negó las acusaciones de injerencia en los asuntos internos de Ankara y afirmó, a través de Dmitry Peskov, su portavoz, que Rusia “valora mucho” sus relaciones con Turquía. Por otro lado, y aunque se predice que con el triunfo de la oposición haya un mayor acercamiento hacia Occidente, el tema tiene sus espinas. De hecho, Merve Tahiroglu, del proyecto sobre la democracia en Oriente Medio con sede en Washington, le señaló a Responsible Statecraft que, a pesar del enfoque en la democracia liberal, Kilicdaroglu sigue siendo un ferviente nacionalista con poca inclinación a ceder en temas que son “ampliamente aceptados por la población turca, como los intereses nacionales genuinos de Turquía”. Por ello se espera que, de salir elegido, él no abandonará la oposición al apoyo estadounidense a los grupos kurdos en el norte de Siria, ni abandonará los esfuerzos para extraditar a Fethullah Gulen, presunto autor intelectual del intento de golpe de Estado de 2016, que ha vivido exiliado en Pensilvania desde 1999.
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