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Días después de que una moción de censura tumbara al gobierno del ex primer ministro francés, Michel Barnier, el presidente Emmanuel Macron designó a François Bayrou, líder del partido centrista MoDem, en dicho cargo. El dirigente de esta agrupación, que es una aliada del mandatario, fue recibido en la mañana de este viernes por el jefe de Estado y poco después, a través de un comunicado emitido por el Elíseo, se supo que será “el responsable de formar un gobierno”.
Bayrou es la cuarta persona en ocupar dicho cargo en la administración de Macron, que estuvo días llevando a cabo negociaciones para lograr un acuerdo de no censura alrededor de una figura que no fuera a caer tan pronto como su antecesor y que creara algo de estabilidad en el país, al menos hasta el próximo verano, cuando se podría volver a convocar a elecciones legislativas, y si es posible hasta 2027, cuando acaba este nuevo período presidencial.
Este nombramiento ha causado diversas reacciones en la política. Gabriel Attal, ex primer ministro de Macron, escribió en X, antes Twitter, que “en el momento tan difícil que atraviesa nuestro país, sé que tiene las cualidades para defender el interés general y construir la estabilidad esencial que los franceses esperan”. Agregó que los diputados del grupo presidencial “comparten estos objetivos y estarán a su lado”.
Sin embargo, también se han escuchado voces de rechazo. Por ejemplo, François Ruffin, diputado de Somme, adscrito al grupo ecologista en la Asamblea Nacional, comentó que Macron “se está burlando de los franceses (...). ¡Exigen un cambio, él ha elegido a su aliado desde hace siete años! ¡El guardián de su balance! Es una locura para el país, para su democracia”. Desde ya, él anunció su intención de censurar el gobierno de Bayrou, como también lo hizo la diputada Mathilde Panot, de Francia Insumisa: “El país dispone de dos opciones claras: la continuidad de las políticas de desgracia con François Bayrou o la ruptura”.
Y es que este excandidato presidencial, pero también exministro de Educación Nacional y de Justicia, aunque a esta oficina renunció un mes después de su nombramiento, no tiene el camino fácil. Su misión es construir una mayoría relativa estable en la Asamblea Nacional para evitar posibles censuras y aprobar proyectos de ley. Para ello, a priori, cuenta con el respaldo de los grupos que apoyan al gobierno de Macron: los 36 diputados del MoDem, los 93 cargos electos del Ensemble pour la République y los 34 del grupo Horizontes. La duda está en los miembros de la derecha republicana y en los grupos de izquierda.
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