¿En qué consiste la preocupante expansión de la extrema derecha en Europa?
La organización de Naciones Unidas (ONU) teme la propagación del racismo y la xenofobia en Europa. Estos son los países que han dado un giro a la derecha.
Alfred Davies
En su informe anual, Zeid R’aad al Hussein, el alto comisionado del Consejo de Derechos Humanos de la ONU evocó la preocupante propagación del discurso de racismo y xenofobia que llega a “dominar” el panorama político en Europa.
El último ejemplo de ese giro a la derecha se vio en las elecciones legislativas de Italia, el pasado 4 de marzo, en las que la coalición de derecha fue la más votada. Matteo Salvini, líder del partido xenófobo la Liga Norte podría ser el próximo primer ministro de Italia, y el primer líder ultraderechista en Europa occidental desde 1945. ¿Pero qué otros países europeos han visto la expansión de discursos racistas y xenófobos?
Alemania
Las elecciones alemanas de septiembre 2017 resultaron un gran éxito para el partido ultraderechista Alternativa para Alemania (en alemán: Alternative für Deutschland, AfD), cuando se posicionó como la tercera fuerza política del país con 12,6% del voto general.
La AfD aprovechó la impopularidad de la política migratoria de la canciller alemana, Angela Merkel, con un manifiesto de extrema derecha, antiinmigrante y anti-islam. Su buen resultado en las urnas, por cuenta de este discurso, cambió el panorama político alemán.
Algo que se ve reflejado en el aumento de ataques xenófobos en el país. Este 7 de marzo Alemania condenó a prisión a ocho ultraderechistas por ataques considerados “terroristas” contra refugiados en 2015, en medio de la crisis migratoria. Según un tribunal de Dresde (este de Alemania), los ocho acusados eran miembros del Grupo Freital, “una organización terrorista”, según determinó el Tribunal. Afortunadamente solo un refugiado fue herido en los ataques.
Ver más: ¿Quién hizo caer el castillo de naipes de Merkel?
A pesar del avance del discurso de extrema derecha, el domingo 4 de marzo el Partido Social Demócrata (SPD) votó favor de una nueva coalición de gobierno que permitirá a Merkel iniciar su cuarto mandato el próximo 14 de marzo, después de cinco meses de incertidumbre.
La canciller se enfrentará al grupo más fuerte de la oposición, el partido nacionalista AfD, durante este mandato.
Austria
En las elecciones legislativas de octubre de 2017 el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ) de extrema derecha ganó 32% del voto total, y en diciembre llegó a un acuerdo de coalición con el Partido Popular Austríaco (ÖVP), el partido del canciller Sebastian Kurz.El partido FPÖ se convirtió en el único de extrema derecha en el gobierno en Europa occidental (quedamos pendiente de la formación del gobierno italiano). El partido cuenta con varios ministros claves, incluidos los de Interior, de Asuntos Exteriores y de Defensa.
El FPÖ fue creado por exnazis en Austria en los años 50. Hoy en día, el partido niega cualquier asociación con esta ideología, aunque llegó al poder con una postura ultranacionalista y un discurso claramente antiinmigrante.
El 25 de enero de este año, la comunidad judía de Austria (IKG) boicoteó un acto oficial del Parlamento austriaco para conmemorar las víctimas del Holocausto, a causa de la presencia del partido FPÖ en el gobierno. La IKG estima que un 40% de los diputados del partido pertenecen a fraternidades de extrema derecha, según Reuters.
Ver más: El millennial que gobierna Austria
No obstante, en la provincia de Carintia, en el sur del país, el FPÖ sufrió un golpe importante el domingo 4 de marzo. En las elecciones regionales en la zona considerada su bastión político, el FPÖ no alcanzó su objetivo de “mucho más de 25% del voto total”.
Ocurrió lo mismo en otras dos elecciones regionales, los ultraderechistas no lograron igualar su éxito en las legislativas del 2017. Un rayo de esperanza para las miles de personas que han protestado contra la nueva coalición austriaca.
Hungría
El alto comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, Zeid Ra’ad al Hussein, hizo referencia a Hungría y su primer ministro como uno de los países que le preocupan más en Europa. Zeid criticó, el lunes 26 de febrero, ante el Consejo de Derechos Humanos a Viktor Orbán, quien ha dicho: “No queremos que nuestro color se mezcle con otros’”.Efectivamente, el Gobierno de Orbán se opone rotundamente a la inmigración, y sigue rechazando la acogida de personas que solicitan asilo en su país. Viktor Orbán sigue en disputa con la UE sobre su postura antiinmigrante.
El discurso de Orbán se centra en un mensaje alarmante sobre una supuesta orquestada ‘invasión’ de inmigrantes con el objetivo de destruir la cultura europea, una cultura según Orbán basada en ‘valores cristianos’, escribió el líder húngaro en el diario alemán el Frankfurter Allgemeine en 2015. Este discurso antiislam de Orbán va en la misma línea que el mensaje de la mayoría del populismo de extrema derecha en Europa.
El debate tóxico sobre la inmigración dominará las elecciones legislativas convocadas en Hungría para el 8 de abril, y los sondeos apuntan a un tercer mandato para Viktor Orbán. Sin embargo, el Fidesz, su partido gobernante, sufrió una derrota significativa en la elección del alcalde de Hodmezovasarhely, una ciudad en el sur del país, el domingo 25 de febrero. La victoria de Marki-Zay Peter da esperanza a la oposición antes de las elecciones legislativas de abril.
Polonia
El debate sobre la polémica ley del Holocausto resurgió el 8 de marzo en Polonia. El Parlamento polaco, dominado por el partido populista de derecha Ley y Justicia, ilegalizó acusar a polacos o el Estado polaco de complicidad en el Holocausto y pena con hasta tres años de cárcel el uso de la expresión “campos de exterminio polacos”.En la ceremonia para recordar 50 años de la expulsión de judíos de territorio polaco, el presidente, Andrzej Duda, pidió perdón. Según medios locales, mientras daba su discurso, manifestantes le gritaban “hipócrita”. Los hechos han provocado tensiones profundas con Israel.
Ver más: ¿Por qué el nacionalismo polaco es una amenaza?
En noviembre de 2017, decenas de miles de nacionalistas tomaron a las calles de Varsovia en la marcha anual de independencia polaca, con carteles criticando, entre otras cosas, la política de acogida de refugiados de la UE (a la que el gobierno polaco no se adhiere) y el avance del islamismo.
De manera similar al discurso de Orbán en Hungría, las tensiones están creciendo entre el país conservador y la UE. La identidad política de Ley y Justicia enfrenta la Polonia conservadora y católica con una Europa multicultural y liberal.
República Checa
El 27 de enero de 2018, el euroescéptico Milos Zeman renovó su mandato como presidente de la República Checa.Presidente desde 2013, Zeman es conocido por mantener una buena relación con el presidente ruso, Vladímir Putin, y por oponerse a las sanciones contra Rusia.
Ver más: ¿Por qué es polémico el presidente Zeman?
Zeman ha definido a la inmigración musulmana como una “invasión organizada” imposible de integrar en Europa, según la EFE. Un discurso que sin duda recuerda al de sus homólogos europeos.
En su informe anual, Zeid R’aad al Hussein, el alto comisionado del Consejo de Derechos Humanos de la ONU evocó la preocupante propagación del discurso de racismo y xenofobia que llega a “dominar” el panorama político en Europa.
El último ejemplo de ese giro a la derecha se vio en las elecciones legislativas de Italia, el pasado 4 de marzo, en las que la coalición de derecha fue la más votada. Matteo Salvini, líder del partido xenófobo la Liga Norte podría ser el próximo primer ministro de Italia, y el primer líder ultraderechista en Europa occidental desde 1945. ¿Pero qué otros países europeos han visto la expansión de discursos racistas y xenófobos?
Alemania
Las elecciones alemanas de septiembre 2017 resultaron un gran éxito para el partido ultraderechista Alternativa para Alemania (en alemán: Alternative für Deutschland, AfD), cuando se posicionó como la tercera fuerza política del país con 12,6% del voto general.
La AfD aprovechó la impopularidad de la política migratoria de la canciller alemana, Angela Merkel, con un manifiesto de extrema derecha, antiinmigrante y anti-islam. Su buen resultado en las urnas, por cuenta de este discurso, cambió el panorama político alemán.
Algo que se ve reflejado en el aumento de ataques xenófobos en el país. Este 7 de marzo Alemania condenó a prisión a ocho ultraderechistas por ataques considerados “terroristas” contra refugiados en 2015, en medio de la crisis migratoria. Según un tribunal de Dresde (este de Alemania), los ocho acusados eran miembros del Grupo Freital, “una organización terrorista”, según determinó el Tribunal. Afortunadamente solo un refugiado fue herido en los ataques.
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A pesar del avance del discurso de extrema derecha, el domingo 4 de marzo el Partido Social Demócrata (SPD) votó favor de una nueva coalición de gobierno que permitirá a Merkel iniciar su cuarto mandato el próximo 14 de marzo, después de cinco meses de incertidumbre.
La canciller se enfrentará al grupo más fuerte de la oposición, el partido nacionalista AfD, durante este mandato.
Austria
En las elecciones legislativas de octubre de 2017 el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ) de extrema derecha ganó 32% del voto total, y en diciembre llegó a un acuerdo de coalición con el Partido Popular Austríaco (ÖVP), el partido del canciller Sebastian Kurz.El partido FPÖ se convirtió en el único de extrema derecha en el gobierno en Europa occidental (quedamos pendiente de la formación del gobierno italiano). El partido cuenta con varios ministros claves, incluidos los de Interior, de Asuntos Exteriores y de Defensa.
El FPÖ fue creado por exnazis en Austria en los años 50. Hoy en día, el partido niega cualquier asociación con esta ideología, aunque llegó al poder con una postura ultranacionalista y un discurso claramente antiinmigrante.
El 25 de enero de este año, la comunidad judía de Austria (IKG) boicoteó un acto oficial del Parlamento austriaco para conmemorar las víctimas del Holocausto, a causa de la presencia del partido FPÖ en el gobierno. La IKG estima que un 40% de los diputados del partido pertenecen a fraternidades de extrema derecha, según Reuters.
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No obstante, en la provincia de Carintia, en el sur del país, el FPÖ sufrió un golpe importante el domingo 4 de marzo. En las elecciones regionales en la zona considerada su bastión político, el FPÖ no alcanzó su objetivo de “mucho más de 25% del voto total”.
Ocurrió lo mismo en otras dos elecciones regionales, los ultraderechistas no lograron igualar su éxito en las legislativas del 2017. Un rayo de esperanza para las miles de personas que han protestado contra la nueva coalición austriaca.
Hungría
El alto comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, Zeid Ra’ad al Hussein, hizo referencia a Hungría y su primer ministro como uno de los países que le preocupan más en Europa. Zeid criticó, el lunes 26 de febrero, ante el Consejo de Derechos Humanos a Viktor Orbán, quien ha dicho: “No queremos que nuestro color se mezcle con otros’”.Efectivamente, el Gobierno de Orbán se opone rotundamente a la inmigración, y sigue rechazando la acogida de personas que solicitan asilo en su país. Viktor Orbán sigue en disputa con la UE sobre su postura antiinmigrante.
El discurso de Orbán se centra en un mensaje alarmante sobre una supuesta orquestada ‘invasión’ de inmigrantes con el objetivo de destruir la cultura europea, una cultura según Orbán basada en ‘valores cristianos’, escribió el líder húngaro en el diario alemán el Frankfurter Allgemeine en 2015. Este discurso antiislam de Orbán va en la misma línea que el mensaje de la mayoría del populismo de extrema derecha en Europa.
El debate tóxico sobre la inmigración dominará las elecciones legislativas convocadas en Hungría para el 8 de abril, y los sondeos apuntan a un tercer mandato para Viktor Orbán. Sin embargo, el Fidesz, su partido gobernante, sufrió una derrota significativa en la elección del alcalde de Hodmezovasarhely, una ciudad en el sur del país, el domingo 25 de febrero. La victoria de Marki-Zay Peter da esperanza a la oposición antes de las elecciones legislativas de abril.
Polonia
El debate sobre la polémica ley del Holocausto resurgió el 8 de marzo en Polonia. El Parlamento polaco, dominado por el partido populista de derecha Ley y Justicia, ilegalizó acusar a polacos o el Estado polaco de complicidad en el Holocausto y pena con hasta tres años de cárcel el uso de la expresión “campos de exterminio polacos”.En la ceremonia para recordar 50 años de la expulsión de judíos de territorio polaco, el presidente, Andrzej Duda, pidió perdón. Según medios locales, mientras daba su discurso, manifestantes le gritaban “hipócrita”. Los hechos han provocado tensiones profundas con Israel.
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En noviembre de 2017, decenas de miles de nacionalistas tomaron a las calles de Varsovia en la marcha anual de independencia polaca, con carteles criticando, entre otras cosas, la política de acogida de refugiados de la UE (a la que el gobierno polaco no se adhiere) y el avance del islamismo.
De manera similar al discurso de Orbán en Hungría, las tensiones están creciendo entre el país conservador y la UE. La identidad política de Ley y Justicia enfrenta la Polonia conservadora y católica con una Europa multicultural y liberal.
República Checa
El 27 de enero de 2018, el euroescéptico Milos Zeman renovó su mandato como presidente de la República Checa.Presidente desde 2013, Zeman es conocido por mantener una buena relación con el presidente ruso, Vladímir Putin, y por oponerse a las sanciones contra Rusia.
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Zeman ha definido a la inmigración musulmana como una “invasión organizada” imposible de integrar en Europa, según la EFE. Un discurso que sin duda recuerda al de sus homólogos europeos.