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Entre risas y apretones de manos, Joe Biden repara relación de EE. UU. con Europa

A Donald Trump las relaciones internacionales le preocuparon muy poco. Por eso en cada cita internacional dejaba planes fracturados y mucha inconformidad. Joe Biden parece estar cambiando esa imagen que dejó su antecesor.

12 de junio de 2021 - 05:56 p. m.
En su primer viaje al extranjero, Joe Biden, presidente de EE. UU., impulsa una diplomacia menos reactiva e improvisada.
En su primer viaje al extranjero, Joe Biden, presidente de EE. UU., impulsa una diplomacia menos reactiva e improvisada.
Foto: Agencia AFP
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Los tiempos difíciles de Donald Trump con Europa parecen estar quedando en el pasado. El contraste con la política de Joe Biden se hizo evidente durante la gira del actual mandatario estadounidense por Europa y su participación en la cumbre del G-7.

“¡Todos al agua!” El comentario de Joe Biden en la tradicional foto de familia de la cumbre del G7, que este año se celebra cerca de la playa, marca la pauta de una diplomacia más amable que la de su predecesor. Este es el primer viaje al extranjero del mandatario que interpreta un papel que conoce a fondo, el de una diplomacia menos imprevisible, menos agresiva, menos obsesionada con las alfombras rojas que la de su predecesor.

Después de cuatro años de invectivas, “Joe” transmite tranquilidad y representa “un gran soplo de aire fresco”, en palabras del primer ministro británico Boris Johnson.

El 46º presidente de Estados Unidos sabe que sus aliados están escaldados y necesitará algo más que buenas palabras y su promesa de que “Estados Unidos ha vuelto” para borrar la desconfianza hacia la primera potencia mundial y los interrogantes sobre el futuro de la democracia estadounidense.

De momento, en el marco de los encantadores paisajes de Cornualles, al comienzo de una gira de ocho días que le llevará también a Bruselas y Ginebra, el presidente de 78 años es muy prudente.

El “viejo león” de la política estadounidense no se sentía muy cómodo en las conferencias vía Zoom pero ahora está disfrutando con las interacciones personales.

Su larga carrera política se basa en el contacto, tanto en Washington (donde ocupó un escaño en el Congreso durante 36 años) como en la escena internacional (viajó por el mundo como vicepresidente de Barack Obama).

“Se ha estado preparando durante 50 años”, bromeó su portavoz Jen Psaki antes de su partida hacia el Reino Unido. De sus años en el Senado conserva su hábito de hablar cara a cara con los periodistas, así como el de contar chistes y soltar frases singulares conocidas en Washington como “Bidenismos”.

Invitación a Merkel

Tras una reunión con la canciller alemana en el marco del G/, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, recibirá el 15 de julio en la Casa Blanca a Angela Merkel. La jefa del gobierno alemán, que dejará dentro de unos meses un cargo que ha ocupado durante 16 años, tenía una relación notoriamente difícil con el anterior presidente estadounidense, Donald Trump.

“El presidente Biden está deseoso de recibir a la canciller alemana Angela Merkel en la Casa Blanca el 15 de julio”, afirmó su secretaria de prensa, Jen Psaki.

En el G7, Joe Biden está en terreno favorable porque Angela Merkel, Justin Trudeau o Emmanuel Macron habían sido criticados por su tempestuoso predecesor republicano.

Ahora cada una de sus palabras, de sus gestos, ofrece un sorprendente contraste con el primer viaje de Donald Trump a Europa, en mayo de 2017, en la cumbre de la OTAN en Bruselas y luego en el G7 en Sicilia. La imagen del entonces presidente de la primera potencia mundial empujando al primer ministro del pequeño Montenegro para ponerse en primer fila dejó marcas indelebles.

“Por supuesto, el G7 prefiere el ‘Estados Unidos ha vuelto’ y ‘La democracia está cargada de promesas’ a las diatribas y amenazas de Trump”, señala Steve Pomper, del International Crisis Group. “Al final, Biden no será juzgado por los errores de su predecesor”, añade.

Emmanuel Macron

“¿Ha vuelto Estados Unidos” a la escena internacional tras los años aislacionistas de Donald Trump?, preguntaron los periodistas en el primer encuentro entre Biden y su homólogo francés. “Absolutamente”, respondió Emmanuel Macron.

Después de su rencuentro el viernes tras casi dos años sin reunirse debido a la pandemia, los jefes de Estado y de gobierno de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido se pusieron al trabajo. Se unieron a ellos sus homólogos de Corea del Sur, Sudáfrica y Australia, invitados como India, cuyo primer ministro no acudió por la grave situación sanitaria en su país.

Más allá del G7, el encuentro más difícil de este viaje será el miércoles, en Ginebra, en una villa con vistas al lago Lemán, donde se reunirá con su homólogo ruso Vladimir Putin. Por el momento, Biden puede presumir de haber restaurado, al menos temporalmente, la imagen de su país en el extranjero.

Según un estudio realizado en 16 países por el centro de investigación Pew, el 62% de los encuestados tiene ahora una “imagen favorable” de la primera potencia mundial, frente a solo el 34% en 2020.

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