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¿Cree que tardó mucho la renuncia?
Conociendo el personaje de Boris Johnson todos pensábamos que había causas suficientes para plantear la dimisión, incluso en gran parte de su partido, pero como había sido capaz de superar situaciones complicadas que tenían que ver con las fronteras, con el bréxit, con la pandemia, con los escándalos, las juergas, etc., nos esperábamos que este niño mimado de los tories iba a ser capaz de bandear el problema. Aunque era una noticia anunciada, todos pensábamos que iba a poder seguir surfeando la ola.
Johnson dio a entender que se queda hasta octubre. La reacción de muchos es que debe salir ya. ¿Cree que se quedará en el poder todos estos meses?
Creo que él está convencido de que ha sido el mejor premier conservador desde Winston Churchill, y pienso que abriga esperanzas de que en estos meses el propio partido dé marcha atrás sobre una decisión que, llegados a este punto, probablemente es irreversible. De no ser así, no habría sido lógico convocar a la rueda de prensa del jueves en la tarde y dejar en suspenso una dimisión; es una dimisión a medias: dimito, pero no digo cuándo me voy. Estoy convencido de que aún tiene esperanza de revertir la situación y permanecer en el poder.
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¿Qué tipo de líder cree que buscará el partido?
Johnson ha sido una excepción dentro de lo que han sido los valores comunes dentro del liderazgo de los tories. David Cameron tenía unos valores muy diferentes a los de Theresa May, pero sin duda había elementos coincidentes, que tienen que ver con un respeto escrupuloso con la mayoría del partido, con el cuidado de las formas, con la búsqueda de un apoyo férreo previo por parte del partido y con una moderación y con un “saber estar” en los que los dos últimos líderes conservadores, con todas las diferencias que tenían (Cameron y May), coincidieron. Con esta especie de personaje que podríamos calificar de populista ya superado, esperaría que se vuelva a los cánones de las formas, con el apoyo previo del partido con independencia de la dureza de las medidas que se puedan adoptar. Creo que el perfil será moderado.
¿Cómo debería llegar el próximo líder a afrontar retos como la desconfianza en el gobierno, la inflación, entre muchos otros?
Creo que hay tres cuestiones fundamentales que tendrá la persona que llegue a liderar a los tories. Primero, restablecer la unidad interna del partido, que hace peligrar incluso el peso legislativo que tiene en ambas cámaras. Segundo, hay que solventar dos cuestiones vinculadas al bréxit: cómo dará respuesta a la negativa que había dado Johnson a la Comisión Europea sobre la necesaria frontera que separa a Irlanda del Norte del resto de Gran Bretaña, manteniendo a Irlanda del Norte dentro del mercado único, tal y como se comprometió Reino Unido en el tratado de desenganche de la Unión Europea. El nuevo líder conservador tendrá que administrar eso: optar por la posición de Johnson o por el cumplimiento. Tercero, el referendo de Escocia, pues nos hemos olvidado que un elemento fundamental de los últimos días es que el partido mayoritario escocés ha planteado un nuevo referendo para pedir la independencia de Reino Unido, y una parte del Partido Conservador ha dicho que no veía mal teniendo en cuenta que ya era la segunda opción y que el Partido Conservador con Cameron había aceptado la convocatoria. (Quien llegue) tendrá que tomar partido.
¿Cree que en los dos últimos asuntos se mantendrá la postura de Johnson?
Creo que teniendo en cuenta que el grupo escocés es un aliado importante de los tories, la decisión de Johnson tendrá que ser refrendada por el conjunto del partido y el grupo parlamentario torie. En segundo lugar, abrir la senda que Johnson ya insinuó de no cumplir el protocolo de salida de la UE, y teniendo en cuenta las respuestas que ya la Unión Europea había adelantado, llevaría a una mayor distancia con los exsocios europeos; los une todavía una relación económica, comercial y financiera de al menos seis años para completar el desenganche. Hay que medir el precio que puede suponer ratificar el incumplimiento del tratado de salida. Incluso me atrevería a decir que debilitaría el cordón trasatlántico. Esos distanciamientos aún mayores del Reino Unido respecto a los socios europeos no interesan a Washington, mas aun con el conflicto que estamos administrando en Europa, la guerra en Ucrania. Evidentemente, es una situación que tiene repercusión inmediata en la propia reforma de la alianza atlántica, pues uno de los puntos fundamentales tiene que ver con la cooperación en materia de seguridad en Europa. Es otro de los puntos de debilidad que tendrá que administrar el nuevo líder o lideresa del partido. Sin duda tendrá que moderar ese tipo de cuestiones por las consecuencias inmediatas que tiene.
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¿Hay algún indicio de preocupación sobre la continuidad del apoyo a Ucrania en la guerra?
Johnson ya se lo ha dicho a Zelenski: que el apoyo va a seguir, pero después de la cumbre de la OTAN existe un compromiso de coordinación de los esfuerzos de los aliados en el apoyo a Ucrania, con la cumbre hay un antes y un después en la cooperación de los Estados de Europa, dentro y fuera de la Unión Europea, a la hora de canalizar esa cooperación, y es lógico porque no tenía mucho sentido que se hubiera llegado a una relación casi de mercadeo bilateral, con visitas, compromisos, incluso dentro de los socios de la UE, sin que hubiera existido una coordinación, que Ucrania la va a agradecer, para que sea complementaria y exista un mayor aprovechamiento. El incumplimiento de las obligaciones en el tratado de salida de Reino Unido (de la UE) sin duda no va a agradar a los socios de la UE que comparten el compromiso de coordinar la ayuda a Ucrania.
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Mientras hacíamos esta entrevista, se conoció la noticia del asesinato del ex primer ministro de Japón, Shinzo Abe. Sobre el impacto de esta noticia, Palomares afirmó:
“Todos los elementos de estabilización en Japón son una estabilización en general a la posición occidental. En cualquier caso, creo que es una pérdida que afecta sobremanera a la alianza occidental, y sin duda al equilibrio global, pues Japón ha sido uno de los elementos en el contrapeso imprescindible en ese equilibrio”.
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