Crecen denuncias contra Francia por “limpieza social” antes de los JJ. OO.
Cientos de migrantes han sido transportados por las autoridades fuera de París para presentar una ciudad “sin mendigos en las calles”.
Seine-Saint-Denis, a unos 50 minutos en automóvil desde París, será el corazón de los Juegos Olímpicos este año. Allí se ubicará la Villa Olímpica, en donde se albergarán los más de 10.000 deportistas. También es conocido como uno de los suburbios más pobres cercanos a la capital francesa. Ahora, además de estar en el foco público por ser protagonista del evento deportivo del año, es escenario de un nuevo escándalo para el Gobierno francés: una presunta “limpieza social” para desalojar a personas sin hogar antes del 26 de julio.
Las denuncias empezaron hace varios meses, aunque el plan habría iniciado desde 2023. En marzo, algunas oenegés, como Médicos del Mundo, alertaron de un plan para transportar en bus a inmigrantes sin hogar desde París y sus alrededores a las afueras de otras ciudades, con la promesa de que allí iban a conseguir refugio y alimentación. La razón, según los denunciantes, era presentar un “París sin mendigos en las calles” antes de las Olimpiadas.
Desde mayo de 2023, llegan autobuses regulares, uno cada tres semanas aproximadamente, de París a Orleans (ciudad a las afueras de la capital), de 30 a 50 personas en cada autobús”, dijo Serge Grouard, alcalde de Orleans, a France 24.
Una mujer sintecho entrevistada por Euronews dijo que le aconsejaron “que cambiara de región. Me dijeron que había mucha masificación debido a los Juegos Olímpicos”. Sin embargo, los observadores de organizaciones sociales no vieron mejoras para el sistema de atención para estas personas.
“Si la idea es simplemente ocultar la miseria y las personas sin hogar en toda Francia, sin dar más recursos a las autoridades locales y, para aclarar las cosas, antes de los Juegos Olímpicos, realmente esto no funciona a nivel humanitario”, le dijo Paul Alauzy, coordinador de Médicos del Mundo, a France 24.
Las autoridades francesas sostenían que los traslados en autobús no tenían que ver con las Olimpiadas. Sin embargo, el escándalo ha revivido tras una publicación de The New York Times en la que, luego de investigar cómo funciona el programa, encontraron que un funcionario de Vivienda dijo que “el objetivo” del programa es “identificar a las personas que se encuentren en la calle en lugares cercanos a las sedes olímpicas” y moverlas antes de los Juegos Olímpicos.
“Nos prometieron vivienda y ayuda social”, dijo Yussuf Ahmed, un inmigrante de Sudán, entrevistado por el Times.
Según el medio estadounidense, los inmigrantes eran abordados con la idea de participar de un programa “voluntario” destinado a aliviar la escasez de vivienda en París. Sin embargo, los migrantes afectados dicen que fueron presionados y rodeados por las autoridades para subirse a los buses. Luego, cuando ya llegan en bus a su nuevo asentamiento —el cual carece de asistentes sociales y de condiciones dignas—, son evaluados para someterse a un programa de solicitud de asilo. Quienes no cumplan con los requisitos serían deportados. Los migrantes dicen que no fueron informados sobre esto, según abogados defensores de estas personas.
“Es una antesala a la deportación”, afirma Emmanuel Pereira, un abogado que trabaja cerca de París, en The New York Times.
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Seine-Saint-Denis, a unos 50 minutos en automóvil desde París, será el corazón de los Juegos Olímpicos este año. Allí se ubicará la Villa Olímpica, en donde se albergarán los más de 10.000 deportistas. También es conocido como uno de los suburbios más pobres cercanos a la capital francesa. Ahora, además de estar en el foco público por ser protagonista del evento deportivo del año, es escenario de un nuevo escándalo para el Gobierno francés: una presunta “limpieza social” para desalojar a personas sin hogar antes del 26 de julio.
Las denuncias empezaron hace varios meses, aunque el plan habría iniciado desde 2023. En marzo, algunas oenegés, como Médicos del Mundo, alertaron de un plan para transportar en bus a inmigrantes sin hogar desde París y sus alrededores a las afueras de otras ciudades, con la promesa de que allí iban a conseguir refugio y alimentación. La razón, según los denunciantes, era presentar un “París sin mendigos en las calles” antes de las Olimpiadas.
Desde mayo de 2023, llegan autobuses regulares, uno cada tres semanas aproximadamente, de París a Orleans (ciudad a las afueras de la capital), de 30 a 50 personas en cada autobús”, dijo Serge Grouard, alcalde de Orleans, a France 24.
Una mujer sintecho entrevistada por Euronews dijo que le aconsejaron “que cambiara de región. Me dijeron que había mucha masificación debido a los Juegos Olímpicos”. Sin embargo, los observadores de organizaciones sociales no vieron mejoras para el sistema de atención para estas personas.
“Si la idea es simplemente ocultar la miseria y las personas sin hogar en toda Francia, sin dar más recursos a las autoridades locales y, para aclarar las cosas, antes de los Juegos Olímpicos, realmente esto no funciona a nivel humanitario”, le dijo Paul Alauzy, coordinador de Médicos del Mundo, a France 24.
Las autoridades francesas sostenían que los traslados en autobús no tenían que ver con las Olimpiadas. Sin embargo, el escándalo ha revivido tras una publicación de The New York Times en la que, luego de investigar cómo funciona el programa, encontraron que un funcionario de Vivienda dijo que “el objetivo” del programa es “identificar a las personas que se encuentren en la calle en lugares cercanos a las sedes olímpicas” y moverlas antes de los Juegos Olímpicos.
“Nos prometieron vivienda y ayuda social”, dijo Yussuf Ahmed, un inmigrante de Sudán, entrevistado por el Times.
Según el medio estadounidense, los inmigrantes eran abordados con la idea de participar de un programa “voluntario” destinado a aliviar la escasez de vivienda en París. Sin embargo, los migrantes afectados dicen que fueron presionados y rodeados por las autoridades para subirse a los buses. Luego, cuando ya llegan en bus a su nuevo asentamiento —el cual carece de asistentes sociales y de condiciones dignas—, son evaluados para someterse a un programa de solicitud de asilo. Quienes no cumplan con los requisitos serían deportados. Los migrantes dicen que no fueron informados sobre esto, según abogados defensores de estas personas.
“Es una antesala a la deportación”, afirma Emmanuel Pereira, un abogado que trabaja cerca de París, en The New York Times.
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