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El primer ministro de Portugal, António Costa, dimitió este martes por la investigación en su contra por posible prevaricación, corrupción activa y pasiva, y tráfico de influencias en negocios de litio e hidrógeno, aunque aseguró que no ha cometido ningún acto ilícito.
“En estas circunstancias, obviamente, presenté mi dimisión a su excelencia el presidente de la República”, afirmó el socialista en una intervención televisada, en la que señaló que el cargo de primer ministro no es compatible con la “sospecha de la práctica de cualquier acto criminal”.
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Tras su renuncia, los próximos pasos a seguir serán decididos por el presidente, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, que tiene el poder de disolver la Asamblea de la República y convocar elecciones si lo considera necesario.
Costa no quiso avanzar ni desmentir si será candidato en unas eventuales elecciones: “Lo último que haré será condicionar o pronunciarme públicamente sobre la decisión que el presidente tomará”.
La fiscalía informó de la acusación después de un allanamiento efectuado en varios ministerios y en el despacho del primer ministro.
La investigación busca determinar si hubo “malversación, corrupción activa y pasiva de cargos públicos y tráfico de influencia”, precisó la fiscalía.
La pesquisa está centrada en la concesión de “exploración de minas de litio” en el norte de Portugal, en un proyecto de “producción de energía a partir de hidrógeno” y en la construcción de un centro de procesamiento de datos de la empresa Start Campus en Sines, a unos cien kilómetros al sur de Lisboa.
La justicia informó que debido al “riesgo de fuga” y a que persista “la actividad delictiva”, decretaron la detención del jefe de gabinete del primer ministro, el alcalde de Sines y de dos directivos de Start Campus.
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El presidente del consejo directivo de la Agencia Portuguesa para la Protección del Medioambiente (APA) también está siendo investigado.
La APA anunció en septiembre su visto bueno, con condiciones, a un segundo proyecto minero para la explotación de litio en Portugal.
Portugal tiene las mayores reservas de litio de Europa y es además el mayor productor del continente, pero destina este metal a la cerámica y la industria del vidrio. El litio puede ser utilizado para la fabricación de baterías eléctricas y es considerado clave en la transición energética.
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