Falleció el periodista que “derrumbó” el Muro de Berlín con una sola pregunta
El periodista Riccardo Ehrman, quien es reconocido por haber hecho la pregunta que precipitó la caída del Muro de Berlín, murió en España a los 92 años.
Mayra Escobar Hidalgo
Riccardo Ehrman siempre será recordado como el periodista que aceleró la caída del Muro de Berlín con una sola pregunta. De acuerdo con la esposa de Ehrman, Margherita, el reportero falleció en Madrid, España, la última ciudad en donde trabajó antes de retirarse.
En 1989, Ehrman trabajaba como corresponsal en Alemania del Este, controlada por los soviéticos, para la Agenzia Nazionale Stampa Associata (Ansa), una agencia de noticias italiana. Durante una rueda de prensa del gobierno soviético, fue Ehrman quién hizo la última pregunta de la noche, la cual sería recordada hasta hoy.
Esta conferencia había sido clasificada como importante por el gobierno comunista. Sin embargo, Ehrman no se lo tomó en serio porque el Gobierno siempre decía lo mismo. En una entrevista con el periódico La Voz de Galicia, el periodista recuerda que llegó tarde a la conferencia porque no encontraba parqueadero, y le tocó sentarse al lado del atril en donde se encontraba Günter Schabowski, el temido portavoz soviético.
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Durante esta conferencia, Schabowski se dedicó a hablar de todos los aciertos que el régimen comunista había tenido y, a su vez, mencionó los errores que habían cometido. Ehrman entonces decidió preguntarle si no había sido un desacierto haber publicado una reforma de viajes, que el pueblo alemán estaba pidiendo mediante protestas, y que realmente no hacía ningún cambio.
La pregunta no solo tomó por sorpresa a Schabowski porque no le habían explicado a detalle de qué trataba la nueva reforma, sino que le molestó que nadie se había atrevido a hablarle de esa manera. Años después Schabowski y Ehrman se hicieron amigos y el exportavoz le confesó esto, de acuerdo con el periódico español.
Ante la insistencia de Ehrman, al representante soviético no le quedó de otra que buscar en los papeles que tenía y leer la nueva política de viajes para Alemania Oriental. Mientras leía mencionó lo que por 28 años estuvo prohibido para el pueblo alemán: que los ciudadanos podían, por fin, salir del país sin ningún tipo de restricción.
Ehrman, sorprendido, le preguntó al portavoz, cuándo iba a llevarse a cabo este nuevo mandato. De forma titubeante el delegado indicó que los viajes serían efectivos inmediatamente. Ehrman, que sospechaba lo que esto significaba, volvió a increpar al portavoz y le preguntó si este nuevo mandato también aplicaba para Alemania Occidental. Schabowski respondió que sí.
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Ehrman entendió automáticamente lo que las palabras del representante soviético significaban: que el Muro de Berlín iba a desaparecer. Así que él y otro periodista salieron de la sala de conferencias corriendo a reportar este hecho a sus jefes.
Ehrman llamó inmediatamente a Roma, gritando “se cayó el muro”, sus compañeros pensaron que se había vuelto loco. El periodista que acompañaba a Ehrman trabajaba para la embajada de la Alemania Federal, así que llamó al canciller alemán, Helmut Kohl, quien se encontraba en una visita oficial en Varsovia. Al escuchar la noticia, Kohl automáticamente regresó a Bonn, en Alemania.
Fue el director de la agencia quién le creyó a Ehrman y decidió publicar la noticia, ya que sus compañeros aún dudaban de los hechos. Ansa, la agencia italiana, tuvo la primicia mundial.
La noticia se regó como pólvora y momentos después miles de ciudadanos en Alemania oriental estaban en la puerta del Muro de Berlín haciendo uso de su nuevo derecho y exigiendo pasar hacia el otro lado de la ciudad. Puesto que ningún policía había sido notificado, las puertas del muro permanecieron cerradas.
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Después de haber notificado a su agencia, Ehrman decidió ir al Muro de Berlín para ver lo que estaba sucediendo. Las personas estaban agrupadas esperando el paso. De pronto, alguien lo reconoció y entre las personas que estaban allí lo subieron a los hombros en forma de celebración.
Por un momento Ehrman tuvo miedo de lo que había publicado. Ya que la policía se rehusaba a dejar pasar a la gente, alegando que necesitaban pasaporte y visado. También porque varios periodistas, acostumbrados a la propaganda del régimen, no creyeron lo que había dicho Schabowski, así que solo mencionaron que las medidas viajeras iban a cambiar, más no que en esencia el Muro había desaparecido.
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El periodista pudo tranquilizarse cuando una de sus fuentes que trabajaba directamente con el régimen soviético lo llamó llorando diciéndole: “Todo ha terminado, pero puede que sea mejor así”.
Schabowski no estuvo tan feliz después de la rueda de prensa, pues fue expulsado del partido comunista y condenado a tres años de prisión, aunque únicamente cumplió uno.
Eventualmente, los policías dejaron a los ciudadanos pasar y horas después el Muro de Berlín desaparecería para siempre.
Por semanas los ciudadanos en Leipzig ya se habían tomado las calles para protestar contra el Gobierno comunista exigiendo el derecho a la libre expresión y a viajar sin ningún tipo de restricción.
El líder comunista Erich Honecker había renunciado el mes anterior y en Berlín del Este más de medio millón de personas marcharon a la plaza principal para solicitar una reforma, de acuerdo con la BBC.
Por eso los líderes de Alemania Oriental decidieron crear un nuevo plan de viaje. Los detalles no le habían sido explicados a Schabowski. Originalmente, el régimen comunista había previsto que los cambios iban a ser efectivos a partir del día siguiente para que fuera una reapertura de forma ordenada.
Ehrman trabajó en Berlín desde mediados de 1970 y había regresado de trabajar en India en 1985. Él era de origen judío-polaco. Nació en Florencia, Italia en 1929. Cuando tenía 13 años fue a parar a un campo de concentración italiano, creado por Benito Mussolini, en el sur de Italia.
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Riccardo Ehrman siempre será recordado como el periodista que aceleró la caída del Muro de Berlín con una sola pregunta. De acuerdo con la esposa de Ehrman, Margherita, el reportero falleció en Madrid, España, la última ciudad en donde trabajó antes de retirarse.
En 1989, Ehrman trabajaba como corresponsal en Alemania del Este, controlada por los soviéticos, para la Agenzia Nazionale Stampa Associata (Ansa), una agencia de noticias italiana. Durante una rueda de prensa del gobierno soviético, fue Ehrman quién hizo la última pregunta de la noche, la cual sería recordada hasta hoy.
Esta conferencia había sido clasificada como importante por el gobierno comunista. Sin embargo, Ehrman no se lo tomó en serio porque el Gobierno siempre decía lo mismo. En una entrevista con el periódico La Voz de Galicia, el periodista recuerda que llegó tarde a la conferencia porque no encontraba parqueadero, y le tocó sentarse al lado del atril en donde se encontraba Günter Schabowski, el temido portavoz soviético.
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Durante esta conferencia, Schabowski se dedicó a hablar de todos los aciertos que el régimen comunista había tenido y, a su vez, mencionó los errores que habían cometido. Ehrman entonces decidió preguntarle si no había sido un desacierto haber publicado una reforma de viajes, que el pueblo alemán estaba pidiendo mediante protestas, y que realmente no hacía ningún cambio.
La pregunta no solo tomó por sorpresa a Schabowski porque no le habían explicado a detalle de qué trataba la nueva reforma, sino que le molestó que nadie se había atrevido a hablarle de esa manera. Años después Schabowski y Ehrman se hicieron amigos y el exportavoz le confesó esto, de acuerdo con el periódico español.
Ante la insistencia de Ehrman, al representante soviético no le quedó de otra que buscar en los papeles que tenía y leer la nueva política de viajes para Alemania Oriental. Mientras leía mencionó lo que por 28 años estuvo prohibido para el pueblo alemán: que los ciudadanos podían, por fin, salir del país sin ningún tipo de restricción.
Ehrman, sorprendido, le preguntó al portavoz, cuándo iba a llevarse a cabo este nuevo mandato. De forma titubeante el delegado indicó que los viajes serían efectivos inmediatamente. Ehrman, que sospechaba lo que esto significaba, volvió a increpar al portavoz y le preguntó si este nuevo mandato también aplicaba para Alemania Occidental. Schabowski respondió que sí.
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Ehrman llamó inmediatamente a Roma, gritando “se cayó el muro”, sus compañeros pensaron que se había vuelto loco. El periodista que acompañaba a Ehrman trabajaba para la embajada de la Alemania Federal, así que llamó al canciller alemán, Helmut Kohl, quien se encontraba en una visita oficial en Varsovia. Al escuchar la noticia, Kohl automáticamente regresó a Bonn, en Alemania.
Fue el director de la agencia quién le creyó a Ehrman y decidió publicar la noticia, ya que sus compañeros aún dudaban de los hechos. Ansa, la agencia italiana, tuvo la primicia mundial.
La noticia se regó como pólvora y momentos después miles de ciudadanos en Alemania oriental estaban en la puerta del Muro de Berlín haciendo uso de su nuevo derecho y exigiendo pasar hacia el otro lado de la ciudad. Puesto que ningún policía había sido notificado, las puertas del muro permanecieron cerradas.
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Después de haber notificado a su agencia, Ehrman decidió ir al Muro de Berlín para ver lo que estaba sucediendo. Las personas estaban agrupadas esperando el paso. De pronto, alguien lo reconoció y entre las personas que estaban allí lo subieron a los hombros en forma de celebración.
Por un momento Ehrman tuvo miedo de lo que había publicado. Ya que la policía se rehusaba a dejar pasar a la gente, alegando que necesitaban pasaporte y visado. También porque varios periodistas, acostumbrados a la propaganda del régimen, no creyeron lo que había dicho Schabowski, así que solo mencionaron que las medidas viajeras iban a cambiar, más no que en esencia el Muro había desaparecido.
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Schabowski no estuvo tan feliz después de la rueda de prensa, pues fue expulsado del partido comunista y condenado a tres años de prisión, aunque únicamente cumplió uno.
Eventualmente, los policías dejaron a los ciudadanos pasar y horas después el Muro de Berlín desaparecería para siempre.
Por semanas los ciudadanos en Leipzig ya se habían tomado las calles para protestar contra el Gobierno comunista exigiendo el derecho a la libre expresión y a viajar sin ningún tipo de restricción.
El líder comunista Erich Honecker había renunciado el mes anterior y en Berlín del Este más de medio millón de personas marcharon a la plaza principal para solicitar una reforma, de acuerdo con la BBC.
Por eso los líderes de Alemania Oriental decidieron crear un nuevo plan de viaje. Los detalles no le habían sido explicados a Schabowski. Originalmente, el régimen comunista había previsto que los cambios iban a ser efectivos a partir del día siguiente para que fuera una reapertura de forma ordenada.
Ehrman trabajó en Berlín desde mediados de 1970 y había regresado de trabajar en India en 1985. Él era de origen judío-polaco. Nació en Florencia, Italia en 1929. Cuando tenía 13 años fue a parar a un campo de concentración italiano, creado por Benito Mussolini, en el sur de Italia.
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