Gráfico: Putin dejaba a todos esperándolo en reuniones; ahora él es quien espera

El presidente ruso, Vladimir Putin, espera al emir de Qatar, el jeque Tamim Bin Hamad Al-Thani.

Foto: EFE - VYACHESLAV PROKOFIYEV / KREMLIN

Vladimir Putin llegó temprano a Astaná, Kazajistán, para encontrarse con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan. La escena fue icónica y memorable: el presidente ruso camina por la sala, repasa su discurso un par de veces y trata de transmitir la misma imagen de serenidad y poder con la que ha intimidado al mundo desde hace más de 20 años. Pero hay algo inusual acá. Ese no parece ser el mismo Vladimir Putin de la década pasada. El presidente ruso, exagente de la KGB, no espera a nadie: el mundo lo espera a él. O así solían ser las cosas antes de la invasión a Ucrania.

El jueves en Astaná, Erdogan dejó esperando a Putin. Ya lo había hecho en julio de este año en Teherán, Irán, cuando ambos líderes se presentaron para discutir el conflicto en Siria y la invasión a Afganistán. Erdogan dejó a Putin esperándolo por 50 segundos.

Medios europeos calificaron el hecho como un desquite, pues Putin dejó esperando a Erdogan dos minutos en la sala durante un encuentro en 2020, como podemos ver en el siguiente video.

Sin embargo, que Erdogan dejara a Putin esperando no fue un caso aislado ni una represalia por aprte del turco. El presidente de Kirguistán, Sadyr Zhaparov, también dejó esperando a Putin, aunque solo 20 segundos. Y aunque este tiempo pueda parecer insignificante, estos gestos dicen mucho en el lenguaje geopolítico para los estudiosos de la materia. En septiembre, Erdogan había vuelto a aparecer más tarde que su homólogo ruso. Esta vez lo acompañaron más líderes. Muchos atribuyeron estos casos a un cambio de postura global sobre Rusia después de su invasión a Ucrania.

Los líderes como Putin o Erdogan, que gobiernan con mano dura, juegan la carta de dejar a los demás esperando en la sala para mostrar que tienen el control. Putin es conocido por haber dejado esperando incluso por horas a líderes como Angela Merkel, Viktor Yanukovych o Shinzo Abe.

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Desde la invasión a Ucrania, los roles han cambiado. Que ahora sea él quien se queda esperando en la sala, dice mucho sobre el poder y respeto que ha perdido en el plano diplomático. Ya no es quien tiene el sartén por el mango.

Anton Gerashchenko, asesor del ministro de Asuntos Internos de Ucrania, dijo en septiembre que “Putin solía hacer esperar a todos, ahora es él quien espera con torpeza. Los tiempos cambiaron”.

Las esperas se prestan para ver a un Putin único, desubicado y sin el respeto que tenía antes de la guerra. Porque no es solo el primer ministro de India o el presidente turco los que lo hacen esperar sentado, también los líderes de Kirguistán o Azerbaiyán.

“Oh, chico. Cuando el presidente de Kirguistán te hace esperar, las cosas no van bien en el paraíso”, escribió un usuario de redes sociales.

“Finges torpemente revisar tu teléfono porque tu cita llega tarde. Pero no tienes un teléfono y tu cita es (el presidente de Azerbaiyán) Aliyev”, escribió el periodista de The Guardian, Shaun Walker.

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Además de la tardanza. ¿qué quedó del encuentro entre Putin y Erdogan?

Putin le propuso a Erdogan crear un “centro gasístico” en Turquía para exportar gas a Europa.

“Podríamos examinar la posibilidad de crear en territorio turco un centro gasístico para las entregas a otros países”, sobre todo a los europeos, declaró el presidente ruso durante un encuentro con Erdogan al margen de un foro regional en Kazajistán.

El suministro de gas ruso a la Unión Europea está perturbado a raíz de las sanciones del bloque contra Moscú y de las averías en el gasoducto Nord Stream.

Putin elogió a Turquía, que resultó ser “actualmente el itinerario más seguro para suministrar” el gas ruso. Un posible centro gasístico en Turquía también podría servir “para definir los precios” de esos hidrocarburos “hoy en día exorbitantes”, según Putin.

“Podríamos regular los precios sin que ninguna normativa se inmiscuya”, destacó.

La posibilidad de una mediación turca en el conflicto en Ucrania no fue evocada en el comienzo de este encuentro. El Kremlin había indicado el miércoles que esperaba una propuesta concreta del presidente turco.

La iniciativa de Putin del centro gasístico en Turquía llega en un momento en el que las entregas de gas ruso hacia Europa se ven muy afectadas por las sanciones occidentales impuestas a Rusia, mientras la UE piensa en imponer un tope al precio del gas frente al alza de las facturas energéticas provocadas por la ofensiva rusa en Ucrania.

Por otra parte, cuatro enormes fugas de gas aparecieron a finales de septiembre en los dos gasoductos que conectan Rusia y Alemania, provocados según varios países por detonaciones submarinas hechas por Moscú.

Erdogan, por su lado, defendió sus lazos económicos con Rusia y prometió continuar con la exportación de granos ucranianos, un acuerdo que él ayudó a construir.

“Estamos decididos a continuar y reforzar el acuerdo de Estambul sobre (la exportación de) granos y también a transportar granos y fertilizantes rusos a través de Turquía, hacia los países en desarrollo”, declaró Erdogan durante una breve aparición pública.

Se esperaba que el presidente turco anunciara la mediación de su país en el conflicto ruso-ucraniano. Sin embargo, tras el encuentro del jueves, todo parece indicar que esta parece no ser una posiblidad cercana.

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