Hallan ahorcado a opositor bielorruso exiliado en Ucrania
El activista bielorruso, Vitali Shishov, fue encontrado ahorcado en uno de los parques de Kiev. Su organización denunció que el hombre era seguido por su gobierno y que fue asesinado.
Vitali Shishov, director de una ONG que ayuda a los opositores al régimen bielorruso apareció ahorcado en Ucrania el martes, según la policía, que abrió una investigación por asesinato, al tiempo que la organización del activista denunció un crimen orquestado por Minsk.
“El ciudadano bielorruso Vitali Shishov, desaparecido este lunes en Kiev, fue encontrado ahorcado en uno de los parques de Kiev, cerca del lugar donde residía”, dijo la policía en un comunicado. Una de las pistas es la de un “asesinato camuflado de suicidio”, según la misma fuente. Un activista bielorruso, Oleg Ovshinnikov, dijo a la AFP que el fallecido tenía moretones en la cara y la nariz rota.
Decenas de policías fueron desplegados en el lugar, según periodistas de la AFP. La organización Casa Bielorrusa en Ucrania (BDU), denunció en Telegram una operación de las autoridades bielorrusas para “liquidar” a una persona “peligrosa para el régimen” del presidente Alexander Lukashenko.
Puede leer: Seis meses después del golpe de Estado, en Birmania gobierna el caos
“No hay duda de que se trata de una operación planificada por los chequistas”, término con el que se designa a las fuerzas de seguridad, dijo la ONG, cuya misión es ayudar a los bielorrusos que huyen a Ucrania a escapar de la represión en su país, donde encarcelaron a miles de personas en el último año. “Vitali era vigilado” y “se nos advirtió varias veces” sobre la posibilidad de “todo tipo de provocaciones que podían ir hasta el secuestro y la liquidación”, según la BDU.
Shishov, de 26 años, había salido a correr por Kiev el lunes pero nunca regresó. Había huido a la capital ucraniana a finales de 2020 ante la represión cada vez más virulenta del movimiento de protesta contra la reelección de Lukashenko, en el poder desde 1994.
Amenazado incluso en el exilio
Desde entonces, Shishov se ha dedicado a ayudar a sus compatriotas exiliados en Ucrania por los mismos motivos que él y había participado en la organización de protestas en Kiev contra el régimen de Lukashenko, según el BDU. Naciones Unidas pidió el martes a Kiev que lleve a cabo una investigación “exhaustiva, imparcial y eficaz” sobre su muerte.
Muchos bielorrusos han huido de su país, a menudo a Ucrania, Polonia y Lituania, en medio de una feroz represión de la disidencia en esta antigua república soviética situada entre Rusia y la Unión Europea.
La líder de la oposición bielorrusa en el exilio, Svetlana Tijanóvskaya, expresó sus condolencias a los familiares de Shishov. “Los bielorrusos no están seguros ni siquiera en el extranjero mientras haya quienes intenten vengarse y ocultar la verdad deshaciéndose de los testigos”, dijo en Telegram.
Puede leer: Así funciona el régimen bielorruso del que una atleta olímpica tuvo que huir
El caso de Vitali Shishov se produce poco después de un incidente en los Juegos Olímpicos de Tokio con la velocista bielorrusa Krystina Tsimanouskaya, que fue amenazada con la repatriación forzosa por criticar a su federación en las redes sociales. Por temor a ser encarcelada en su país, la atleta se refugió en la embajada polaca, de la que obtuvo un visado humanitario el lunes, mientras su marido abandonaba Bielorrusia para dirigirse a Kiev.
El Comité Olímpico Internacional (COI) abrió una investigación sobre el caso. También se acusa al régimen bielorruso de haber secuestrado en mayo un vuelo comercial con el pretexto de una amenaza de bomba para detener al disidente Román Protasévich que iba a bordo, lo que indignó a los occidentales.
Lukashenko también ha sido acusado de crear “escuadrones de la muerte” al principio de su mandato para deshacerse de sus opositores. En 2019, un antiguo miembro de un comando bielorruso declaró al medio alemán Deutsche Welle que había participado en la ejecución sumaria de tres opositores en 1999. Otro caso destacado es el juicio que empieza el miércoles contra una de las tres principales figuras del movimiento de protesta bielorruso de 2020, María Kolésnikova, acusada de “conspirar para tomar el poder”.
Kolésnikova acusa a las fuerzas de seguridad bielorrusas de secuestrarla para exiliarla a Ucrania. Pero como se resistió, finalmente fue detenida, encarcelada e inculpada.
Vitali Shishov, director de una ONG que ayuda a los opositores al régimen bielorruso apareció ahorcado en Ucrania el martes, según la policía, que abrió una investigación por asesinato, al tiempo que la organización del activista denunció un crimen orquestado por Minsk.
“El ciudadano bielorruso Vitali Shishov, desaparecido este lunes en Kiev, fue encontrado ahorcado en uno de los parques de Kiev, cerca del lugar donde residía”, dijo la policía en un comunicado. Una de las pistas es la de un “asesinato camuflado de suicidio”, según la misma fuente. Un activista bielorruso, Oleg Ovshinnikov, dijo a la AFP que el fallecido tenía moretones en la cara y la nariz rota.
Decenas de policías fueron desplegados en el lugar, según periodistas de la AFP. La organización Casa Bielorrusa en Ucrania (BDU), denunció en Telegram una operación de las autoridades bielorrusas para “liquidar” a una persona “peligrosa para el régimen” del presidente Alexander Lukashenko.
Puede leer: Seis meses después del golpe de Estado, en Birmania gobierna el caos
“No hay duda de que se trata de una operación planificada por los chequistas”, término con el que se designa a las fuerzas de seguridad, dijo la ONG, cuya misión es ayudar a los bielorrusos que huyen a Ucrania a escapar de la represión en su país, donde encarcelaron a miles de personas en el último año. “Vitali era vigilado” y “se nos advirtió varias veces” sobre la posibilidad de “todo tipo de provocaciones que podían ir hasta el secuestro y la liquidación”, según la BDU.
Shishov, de 26 años, había salido a correr por Kiev el lunes pero nunca regresó. Había huido a la capital ucraniana a finales de 2020 ante la represión cada vez más virulenta del movimiento de protesta contra la reelección de Lukashenko, en el poder desde 1994.
Amenazado incluso en el exilio
Desde entonces, Shishov se ha dedicado a ayudar a sus compatriotas exiliados en Ucrania por los mismos motivos que él y había participado en la organización de protestas en Kiev contra el régimen de Lukashenko, según el BDU. Naciones Unidas pidió el martes a Kiev que lleve a cabo una investigación “exhaustiva, imparcial y eficaz” sobre su muerte.
Muchos bielorrusos han huido de su país, a menudo a Ucrania, Polonia y Lituania, en medio de una feroz represión de la disidencia en esta antigua república soviética situada entre Rusia y la Unión Europea.
La líder de la oposición bielorrusa en el exilio, Svetlana Tijanóvskaya, expresó sus condolencias a los familiares de Shishov. “Los bielorrusos no están seguros ni siquiera en el extranjero mientras haya quienes intenten vengarse y ocultar la verdad deshaciéndose de los testigos”, dijo en Telegram.
Puede leer: Así funciona el régimen bielorruso del que una atleta olímpica tuvo que huir
El caso de Vitali Shishov se produce poco después de un incidente en los Juegos Olímpicos de Tokio con la velocista bielorrusa Krystina Tsimanouskaya, que fue amenazada con la repatriación forzosa por criticar a su federación en las redes sociales. Por temor a ser encarcelada en su país, la atleta se refugió en la embajada polaca, de la que obtuvo un visado humanitario el lunes, mientras su marido abandonaba Bielorrusia para dirigirse a Kiev.
El Comité Olímpico Internacional (COI) abrió una investigación sobre el caso. También se acusa al régimen bielorruso de haber secuestrado en mayo un vuelo comercial con el pretexto de una amenaza de bomba para detener al disidente Román Protasévich que iba a bordo, lo que indignó a los occidentales.
Lukashenko también ha sido acusado de crear “escuadrones de la muerte” al principio de su mandato para deshacerse de sus opositores. En 2019, un antiguo miembro de un comando bielorruso declaró al medio alemán Deutsche Welle que había participado en la ejecución sumaria de tres opositores en 1999. Otro caso destacado es el juicio que empieza el miércoles contra una de las tres principales figuras del movimiento de protesta bielorruso de 2020, María Kolésnikova, acusada de “conspirar para tomar el poder”.
Kolésnikova acusa a las fuerzas de seguridad bielorrusas de secuestrarla para exiliarla a Ucrania. Pero como se resistió, finalmente fue detenida, encarcelada e inculpada.