Histórico acuerdo de la izquierda francesa sacude el tablero antes de elecciones
Si se suman todos los votos de izquierda durante las presidenciales, se superaría el 30 %, lo que otorga esperanzas de poder tener peso en la próxima Asamblea Nacional.
En el marco de las marchas por el Día Internacional de los Trabajadores, la izquierda francesa presentó un histórico acuerdo de cara a las legislativas del próximo 12 de junio, también llamadas la “tercera vuelta” en este año electoral para los franceses. La Francia Insumisa, del excandidato presidencial Jean Luc Mélenchon, formará una coalición con Los Verdes, luego de una extensa jornada de negociaciones.
“La esperanza de una nueva mayoría está ahí”, declaró Bruno Bernard, presidente de Los Verdes para la metrópoli de Lyon.
El acuerdo, según manifestaron los ecologistas, cuenta con tres ejes centrales: arrebatarle la mayoría al presidente Emmanuel Macron en la Asamblea Nacional para “evitar que continúe con su política injusta y brutal”; luchar por la implementación de una planificación ecológica real y social; y reunir personalidades del mundo sindical, cultural e intelectual de manera pluralista para construir un programa después de las elecciones.
“Para que este acuerdo sea efectivo y responda a las inmensas expectativas de nuestros conciudadanos, nos estamos dando todos los medios para asegurar que las discusiones iniciadas con las demás fuerzas tengan éxito. Si finalizamos esta ampliación lo antes posible, podríamos celebrar un evento de lanzamiento conjunto el sábado 7 de mayo”, señalaron Los Verdes en un comunicado.
Mélenchon, quien obtuvo el 21,95 % de los votos en la primera vuelta de las presidenciales, había pedido acelerar las negociaciones reconociendo que falta muy poco para los comicios. “Si las discusiones no acaban esta noche, no acabarán jamás. Estamos a milímetros de entendernos”, dijo al comienzo de la tradicional marcha por los trabajadores en París.
Pero las alianzas no terminarían allí: el lunes, las negociaciones de la Francia Insumisa continuarían con el Partido Socialista, una delegación del Partido Comunista Francés y el Partido Anticapitalista. Esta poderosa coalición entre la izquierda y la centroizquierda, impensable hasta hace solo unas semanas, es el primer acuerdo de coalición nacional de la izquierda en décadas y les abre la posibilidad de quedarse con la mayoría en el Legislativo.
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El anuncio de la alianza final, de sellarse entre lunes y martes, coincidiría con el aniversario de la victoria del Frente Popular en 1936, una coalición de izquierda que logró gobernar hasta 1938.
“¡Viva la Nueva Unión Popular Ecologista y Social!”, celebró Sandrine Rousseau, candidata a las legislativas de junio.
Según los sondeos, más de la mitad de franceses quiere que el presidente Emmanuel Macron pierda su mayoría. La última “cohabitación”, situación en la que el presidente es de un partido diferente al de la mayoría del Parlamento, se remonta al período de 1997 a 2002, cuando el conservador Jacques Chirac, nombró primer ministro al socialista Lionel Jospin.
Todos los partidos de izquierda involucrados en la coalición, según Corinne Narassiguin, líder adjunta del Partido Socialista, tienen expertos en el mapa electoral, por lo que saben “dónde es mejor tener un socialista, dónde es mejor un comunista y así sucesivamente”.
Si se suman todos los votos de izquierda durante las presidenciales, se superaría el 30 %, lo que otorga esperanzas de poder tener peso en la próxima Asamblea Nacional, donde todas las encuestas apuntan a una aplastante victoria del partido del liberal Macron.
El presidente sabe que por la izquierda tiene muchos votos que ganar y, por ello, reiteró este miércoles en un encuentro con ciudadanos en la periferia norte de París que su próximo primer ministro “estará muy comprometido con las cuestiones sociales y medioambientales”.
Pero Macron también sabe que puede ganar votos por la derecha tradicional. Los Republicanos firmaron el peor resultado de su historia: el 4,78 % de su candidata, la presidenta de la región de París, Valérie Pécresse, marcó el declive total del partido. Esta fuerza, sin embargo, sigue siendo el principal partido de la oposición en el Parlamento con más de un centenar de escaños.
Si los dirigentes del partido apuestan por presentarse de forma independiente y consideran que pueden mantener buena parte de su representación, importantes figuras del LR creen que sería mejor asociarse al partido de Macron.
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En el marco de las marchas por el Día Internacional de los Trabajadores, la izquierda francesa presentó un histórico acuerdo de cara a las legislativas del próximo 12 de junio, también llamadas la “tercera vuelta” en este año electoral para los franceses. La Francia Insumisa, del excandidato presidencial Jean Luc Mélenchon, formará una coalición con Los Verdes, luego de una extensa jornada de negociaciones.
“La esperanza de una nueva mayoría está ahí”, declaró Bruno Bernard, presidente de Los Verdes para la metrópoli de Lyon.
El acuerdo, según manifestaron los ecologistas, cuenta con tres ejes centrales: arrebatarle la mayoría al presidente Emmanuel Macron en la Asamblea Nacional para “evitar que continúe con su política injusta y brutal”; luchar por la implementación de una planificación ecológica real y social; y reunir personalidades del mundo sindical, cultural e intelectual de manera pluralista para construir un programa después de las elecciones.
“Para que este acuerdo sea efectivo y responda a las inmensas expectativas de nuestros conciudadanos, nos estamos dando todos los medios para asegurar que las discusiones iniciadas con las demás fuerzas tengan éxito. Si finalizamos esta ampliación lo antes posible, podríamos celebrar un evento de lanzamiento conjunto el sábado 7 de mayo”, señalaron Los Verdes en un comunicado.
Mélenchon, quien obtuvo el 21,95 % de los votos en la primera vuelta de las presidenciales, había pedido acelerar las negociaciones reconociendo que falta muy poco para los comicios. “Si las discusiones no acaban esta noche, no acabarán jamás. Estamos a milímetros de entendernos”, dijo al comienzo de la tradicional marcha por los trabajadores en París.
Pero las alianzas no terminarían allí: el lunes, las negociaciones de la Francia Insumisa continuarían con el Partido Socialista, una delegación del Partido Comunista Francés y el Partido Anticapitalista. Esta poderosa coalición entre la izquierda y la centroizquierda, impensable hasta hace solo unas semanas, es el primer acuerdo de coalición nacional de la izquierda en décadas y les abre la posibilidad de quedarse con la mayoría en el Legislativo.
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El anuncio de la alianza final, de sellarse entre lunes y martes, coincidiría con el aniversario de la victoria del Frente Popular en 1936, una coalición de izquierda que logró gobernar hasta 1938.
“¡Viva la Nueva Unión Popular Ecologista y Social!”, celebró Sandrine Rousseau, candidata a las legislativas de junio.
Según los sondeos, más de la mitad de franceses quiere que el presidente Emmanuel Macron pierda su mayoría. La última “cohabitación”, situación en la que el presidente es de un partido diferente al de la mayoría del Parlamento, se remonta al período de 1997 a 2002, cuando el conservador Jacques Chirac, nombró primer ministro al socialista Lionel Jospin.
Todos los partidos de izquierda involucrados en la coalición, según Corinne Narassiguin, líder adjunta del Partido Socialista, tienen expertos en el mapa electoral, por lo que saben “dónde es mejor tener un socialista, dónde es mejor un comunista y así sucesivamente”.
Si se suman todos los votos de izquierda durante las presidenciales, se superaría el 30 %, lo que otorga esperanzas de poder tener peso en la próxima Asamblea Nacional, donde todas las encuestas apuntan a una aplastante victoria del partido del liberal Macron.
El presidente sabe que por la izquierda tiene muchos votos que ganar y, por ello, reiteró este miércoles en un encuentro con ciudadanos en la periferia norte de París que su próximo primer ministro “estará muy comprometido con las cuestiones sociales y medioambientales”.
Pero Macron también sabe que puede ganar votos por la derecha tradicional. Los Republicanos firmaron el peor resultado de su historia: el 4,78 % de su candidata, la presidenta de la región de París, Valérie Pécresse, marcó el declive total del partido. Esta fuerza, sin embargo, sigue siendo el principal partido de la oposición en el Parlamento con más de un centenar de escaños.
Si los dirigentes del partido apuestan por presentarse de forma independiente y consideran que pueden mantener buena parte de su representación, importantes figuras del LR creen que sería mejor asociarse al partido de Macron.
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