Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El Instituto Montaigne -al cual el presidente francés, Emmanuel Macron, encargó un estudio y propuestas para reformar el islam en Francia- señala en un informe que las actuales instituciones musulmanas del país se han visto superadas por ideólogos radicales que pregonan sus postulados a través de internet.
El ministro del Interior, Gérard Collomb, agradeció el "trabajo profundo" de los autores del informe y consideró que "un mejor conocimiento de este fenómeno es indispensable para poder afrontar los desafíos del islam en Francia".
En un comunicado subrayó "la inquietud del Gobierno" ante las conclusiones del informe y consideró "muy interesantes" sus recomendaciones.
Según recoge el dossier, algunos de esos ideólogos radicales, en particular saudíes que preconizan las reglas para ser un buen musulmán, tienen tantos seguidores en las redes sociales como ciertos políticos o estrellas de la canción.
(Le puede interesar: El terror de ser musulmán)
En menos de 30 años, los adeptos a las ideologías islamistas radicales han crecido un 900 %, según los datos de los servicios de espionaje franceses, una progresión que se ha acelerado y que en la actualidad es particularmente importante entre los menores de 35 años.
El director del estudio, Hakim el Karoui, aseguró en declaraciones a los medios que "la reacción debe venir sobre todo de los musulmanes integrados" que "se han visto superados por los radicales en atractivo entre los jóvenes".
Para ello, propone crear una organización que organice y agrupe al islam en Francia, financiada a través de un impuesto a cada acto de consumo ligado a esa religión, bautizada como "tasa halal".
El Karoui señaló que, en contra de la idea de que el islamismo radical se desarrolla entre capas desfavorecidas de la sociedad, "los musulmanes se han enriquecido" y gastan dinero en actos religiosos que van desde las comidas "halal", a las peregrinaciones y las donaciones religiosas.
El dinero recaudado debe contribuir a financiar esta organización, totalmente independiente del país de origen de los musulmanes y preconizaría una enseñanza del islam pacífica y adaptada a las leyes francesas.)
(ver más: Terrorismo: tres entrevistas para entender el islamismo radical)
También serviría para la formación de religiosos e, incluso, para la apertura de mezquitas que sirvan de contrapeso a las financiadas por países árabes.
Otro de los puntos en los que incide el informe es en la necesidad de enseñar más el árabe en las escuelas.
"El número de alumnos que aprende el árabe en el colegio y en el instituto se ha dividido entre dos. Mientras que se ha multiplicado por diez en las mezquitas", señaló El Karoui.
El Instituto Montaigne también preconiza una labor diplomática necesaria con los países de donde procede la ideología más radical, ya sea Arabia Saudí, los otros Estados del Golfo, el Magreb o, más recientemente, Turquía.
A partir de ahora será Macron quien decida la forma en la que adopta estas propuestas para cumplir su promesa de "dar al islam un marco que garantice que se pueda ejercer en Francia conforme a las leyes del país".