“Internet soberana”, la ley con que Putin controla la red
Vladimir Putin promulgó este miércoles una polémica ley cuyo objetivo es crear una “internet soberana” en Rusia, aislada de los grandes servidores mundiales, que ha sido denunciada por sus detractores como una manera de fortalecer el control de las autoridades sobre la red.
El Espectador
La ley había sido aprobada por la Duma del Estado, o Cámara de Diputados de Rusia, el pasado 16 de abril, con amplia mayoría. Dicho proyecto de ley garantiza la estabilidad del segmento ruso de internet y su desconexión de la red mundial en caso de situaciones de crisis o ataques cibernéticos contra el país.
La ley, que entrará en vigencia en noviembre, ya ha sido criticada por varias organizaciones en el mundo. Presentada oficialmente en nombre de la seguridad informática, la ley permitirá a los sitios rusos operar sin pasar por servidores extranjeros.
Concretamente, prevé crear una infraestructura que asegure el funcionamiento de los recursos de internet rusos si fuera imposible para los operadores locales conectarse a servidores de internet extranjeros.
Los proveedores de acceso a internet rusos también deberán garantizar que sus redes dispongan de “medios técnicos” que permitan el “control del tráfico centralizado”, para contrarrestar potenciales amenazas. Según dijo en febrero el senador Andréi Klishas, uno de los autores de proyecto de ley, de momento no es posible precisar una lista exhaustiva de las amenazas que podrían llevar a Rusia a desconectarse de la red mundial de internet.
Este control pasará sobre todo a manos de la agencia rusa de vigilancia de medios y telecomunicaciones (Roskomnadzor), frecuentemente acusada de bloquear arbitrariamente contenidos en la red, y por los servicios de inteligencia rusos (FSB).
El gobierno determinará los tipos de amenazas a la estabilidad, seguridad e integridad del funcionamiento del Runet (el segmento ruso de la red global).
La semana pasada, diez organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos y de la libertad de expresión, entre ellas Reporteros Sin Fronteras (RSF) y Human Rights Watch (HRW), llamaron a Putin a que no promulgara esta ley.
En estos últimos años, las autoridades rusas han apretado las tuercas a la red nacional de internet, bloqueando contenidos y sitios relacionados con la oposición, pero también a los servicios que se han negado a colaborar con ellas, como la plataforma de video Dailymotion, la red social Linkedin o la mensajería Telegram.
La ley había sido aprobada por la Duma del Estado, o Cámara de Diputados de Rusia, el pasado 16 de abril, con amplia mayoría. Dicho proyecto de ley garantiza la estabilidad del segmento ruso de internet y su desconexión de la red mundial en caso de situaciones de crisis o ataques cibernéticos contra el país.
La ley, que entrará en vigencia en noviembre, ya ha sido criticada por varias organizaciones en el mundo. Presentada oficialmente en nombre de la seguridad informática, la ley permitirá a los sitios rusos operar sin pasar por servidores extranjeros.
Concretamente, prevé crear una infraestructura que asegure el funcionamiento de los recursos de internet rusos si fuera imposible para los operadores locales conectarse a servidores de internet extranjeros.
Los proveedores de acceso a internet rusos también deberán garantizar que sus redes dispongan de “medios técnicos” que permitan el “control del tráfico centralizado”, para contrarrestar potenciales amenazas. Según dijo en febrero el senador Andréi Klishas, uno de los autores de proyecto de ley, de momento no es posible precisar una lista exhaustiva de las amenazas que podrían llevar a Rusia a desconectarse de la red mundial de internet.
Este control pasará sobre todo a manos de la agencia rusa de vigilancia de medios y telecomunicaciones (Roskomnadzor), frecuentemente acusada de bloquear arbitrariamente contenidos en la red, y por los servicios de inteligencia rusos (FSB).
El gobierno determinará los tipos de amenazas a la estabilidad, seguridad e integridad del funcionamiento del Runet (el segmento ruso de la red global).
La semana pasada, diez organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos y de la libertad de expresión, entre ellas Reporteros Sin Fronteras (RSF) y Human Rights Watch (HRW), llamaron a Putin a que no promulgara esta ley.
En estos últimos años, las autoridades rusas han apretado las tuercas a la red nacional de internet, bloqueando contenidos y sitios relacionados con la oposición, pero también a los servicios que se han negado a colaborar con ellas, como la plataforma de video Dailymotion, la red social Linkedin o la mensajería Telegram.