La Cumbre UE-Celac logró, finalmente, una declaración conjunta de 10 páginas, que, sin embargo, no hace ninguna mención a Rusia. Eso sí: afirma que los dirigentes expresaron su “profunda preocupación por la guerra en curso contra Ucrania, que continúa causando un inmenso sufrimiento”.
El texto, que no se sabía si se lograría consensuar en el segundo y último día del encuentro birregional en Bruselas, recibió el apoyo de 59 de los 60 países participantes en la cumbre. Más temprano, el presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó que “Nicaragua se resiste a firmar el texto”.
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La declaración incluyó una precisión al final que señala que el texto “fue suscrito por todos los países con una excepción, debido al descuerdo con un párrafo”, sin mencionar a Nicaragua.
El documento, por otro lado, expresó su firme apoyo al proceso de paz en Colombia e instó al diálogo en México entre el gobierno y la oposición de Venezuela.
“Alentamos un diálogo constructivo entre las partes de las negociaciones conducidas por venezolanos en Ciudad de México”, señala la declaración en el penúltimo de los 41 puntos negociados.
La Cumbre UE-Celac concluyó en la capital belga tras ocho años de distanciamiento, como un esfuerzo para relanzar las relaciones entre el bloque europeo y la comunidad latinoamericana y caribeña.
La cumbre dejó como resultado varios llamados de los líderes latinoamericanos y del Caribe por relaciones birregionales más equitativas y horizontales, y el anuncio de una millonaria inversión de 45.000 millones de euros por parte de la UE en países de nuestra región, enmarcada en el programa Global Gateway y sobre la cual, sin embargo, falta conocer más detalles.
La cita, además, dejó el anuncio oficial de que Colombia, con la presidencia pro tempore de la Celac a partir de 2025, será anfitriona de la próxima cumbre Celac-UE.
Petro sobre Ucrania
Antes del cierre, el presidente Gustavo Petro se refirió al espinoso tema de Ucrania. “Existe una invasión imperial o imperialista sobre Ucrania, pero ¿cómo se llama la que hubo en Irak o en Libia o en Siria”, dijo.
El mandatario cuestionó por qué invasiones como las mencionadas no produjeron en su momento un rechazo global como el visto en Ucrania, un asunto que fue el palo en la rueda para lograr la declaración conjunta al final de la cita birregional.
“¿No sería mejor trabajar un concepto general que impida que nadie pueda invadir otro país cualquiera que sea ese nadie?”, dijo, antes de detallar que ese “concepto general” debería “criminalizar” la invasión de un país sobre otros.
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Aunque el logro de una postura final alineada parecía difícil, eran otras las fracturas que se habían previsto, como las dificultades que ha habido entre la UE y Mercosur para firmar un acuerdo comercial que está en negociación.
La mención a la guerra de Ucrania había causado particular expectativa. Por un lado, aunque los países latinoamericanos han coincidido en su mayoría al condenar la guerra en instancias como la Asamblea General de Naciones Unidas, la región se ha negado a enviar armas, por ejemplo.
Fue precisamente en su primera participación en la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Celac en enero pasado que Petro dijo que no enviaría armas.
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“En alguna conversación con personas de Estados Unidos me pidieron que, para solucionar el problema de sostenimiento de esos elementos activos se los entregáramos y ellos se los llevaban a Ucrania. Yo le dije que la Constitución tiene [hacer la paz] como orden en el terreno internacional. Y así quedará eso como chatarra no entregáremos las armas rusas para seguir una guerra en Ucrania”, señaló en ese momento.
Más recientemente el jefe de Estado endureció su discurso frente a Moscú luego de que Rusia bombardeara el restaurante en el que se encontraban el escritor Héctor Abad Faciolince, el excomisionado para la Paz Sergio Jaramillo y la periodista Catalina Gómez, todos colombianos. En el ataque en Karamatorsk (este de Ucrania), vale la pena recordar, falleció la acompañante del grupo de connacionales, la escritora ucraniana Victoria Amelina.
En Bruselas, otros líderes como Gabriel Boric, reiteraron su postura: “En este lugar ha estado en debate la situación en Ucrania. Creo que es importante que desde América Latina lo digamos con claridad: lo que sucede en Ucrania es una guerra de agresión imperial inaceptable”, afirmó Boric.
Lula, por su parte, insistió en que apoya un “paz negociada”.
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